Javier Vázquez Delgado recomienda: Entrevista con Javier Alcázar, editor de Isla de Nabumbu

Aprovechando que Las mil caras de Jack el Destripador está en preventa hemos querido hablar con Javier Alcázar, responsable de Isla de Nabumbu, para que nos habla sobre esta obra y su proyecto editorial.

Entrevista con Javier Alcázar de Isla de Nabumbu.

Lo primero nos gustaría felicitaros por las ediciones de vuestras obras que siempre son una garantía de calidad en la edición y en particular por poner en marcha la preventa de las de Las mil caras de Jack el Destripador que sabemos os ha costado bastante sacar adelante por la crisis del papel y por la inflación actual.

¿Por qué surge Isla de Nabumbu?

Surge de la necesidad de publicar cosas que no están disponibles en un mercado muy competitivo y que se basa en el éxito rápido y la fama, de rescatar autores que se han olvidado por la mayoría de los aficionados actuales. Llevo leyendo tebeos desde siempre, estudiando los tebeos muchos años y ejerciendo como “editor” en Tebeosfera otros tantos. Pero llegó un momento en que no podía someter los criterios de una asociación a mis gustos personales, y pensé que lo mejor era arriesgarme yo mismo a publicar algo completamente suicida desde el punto de vista monetario, pero muy satisfactorio desde el personal.

¿Cuál es la filosofía detrás de la línea editorial de Isla de Nabumbu? 

A lo mejor es muy arriesgado hablar de una “filosofía”, que es algo muy complejo, pero sí hay una idea y una intención. La inicial, la primera, es la que ya he comentado en la anterior pregunta: el rescate del vastísimo patrimonio de la historieta nacional. Hay obras enormes publicadas en el siglo XX, desconocidas, olvidadas, de unos autores que están a la altura de los extranjeros que consideramos clásicos. A veces uno lee cosas como si la historieta se estuviera inventando ahora y los nuevos autores hubieran descubierto algo nuevo, y creo que es importante tener en cuenta el pasado para comprender mejor el presente. Como en cualquier disciplina artística, ni más ni menos.

Logo Isla de Nabumbu

¿Cuántas personas formáis la editorial?

A ver, pues entre el consejo directivo, el comité artístico, el departamento de márketing, los de redes sociales, contacto con autores… Pues yo solo. Es triste, pero es así (y eso explica lo que tardamos muchas veces en sacar un libro). El empeño inicial es mío, el esfuerzo económico es mío, pero es indudable que durante su trayectoria (desde 2018) Isla de Nabumbu ha dependido de otras personas para su desarrollo. Para empezar, una persona sin la que su excelso trabajo esto no sería NADA: Antonio Moreno, amigo y responsable de todo el trabajo gráfico de la editorial. Y no estamos hablando de diseño, o de los trabajos de preimpresión… Se trata de restaurar páginas de las que a veces partimos en condiciones lamentables, de conseguir un resultado sobresaliente partiendo de un material nefasto. Sin Antonio no hay Isla. También el apoyo inicial de la gente de Tebeosfera, amigos como Pablo Portillo o Alejandro Capelo que no dudan en echar un cable cuando hace falta, el apoyo de los autores que han colaborado con nosotros, amigos editores…

En la redacción de Zona Negativa pensamos que uno de los grandes debes de la industria española, si es que existe, es lo poquísimo que se apuesta por obras clásicas del cómic español, algo que contrasta con lo que sucede con obras foráneas clásicas cuya edición lleva años siendo un éxito, ¿a qué crees que es debido?

Pues el motivo es simplemente económico: editar material extranjero es más barato, y hay obras que están amortizadas desde que se inicia su publicación. Todo el tema de superhéroes lleva mucha promoción detrás, sobre todo ahora que hay tanto material audiovisual disponible (lo que llaman la obra transversal).
También hay un componente cultural: lo de fuera siempre es mejor. Y siempre ha habido motivos para o reeditar material, que solo pedían los nostálgicos: lo hecho antes de la guerra, olvidado por completo. Los tebeos de la dictadura, que si eran fachas y no sequé. El cómic de los años 80, que solo eran tetas y culos y era de consumo rápido. Muchos prejuicios que en su mayoría no se sostienen (aunque hoy en día se siguen publicando textos que se consideran serios hablando por ejemplo de lo facha que era la serie Roberto Alcázar y Pedrín; me temo que escrito por gente que nunca ha leído esos tebeos).
De todas formas, eso está cambiando. Hace años que se reedita a Carlos Giménez, se está recuperando a Jordi Bernet, José Ortiz, Jesús Blasco, Alfonso Font, Josep María Beà, Joan Boix, Fernando de Felipe… aunque muchas veces se trata de editores voluntariosos y tiradas ridículas. Hay que hacer más que esto, hay que ser más… transversal.

Hasta que recuperáis Caos, Auraleón era un autor prácticamente desconocido para las nuevas generaciones, ¿a qué creéis que es debido que autor como el hayan pasado prácticamente al olvido?

Por varias razones. Para empezar, formaba parte del grupo de autores de los años 70 y 80 que creció bajo el auspicio de Toutain y sus publicaciones, denostadas tras su desaparición. Pero en este caso en concreto se dan una serie de circunstancias que han dificultado el conocimiento de su obra. El autor dejó el mundo de la historieta a mediados de los 80, murió a principios de los 90, su obra nunca fue publicada en libro y desde la desaparición de las revistas de Toutain jamás se volvió a publicar. Es complicado que las nuevas generaciones lo conozcan cuando no existe ninguna publicación desde 1992 donde Auraleón haya aparecido… hasta 2018, claro.

¿Os dio vértigo empezar vuestra aventura editorial con él?

Ya conocía a Auraleón de las revistas de horror, pero empecé a investigar sobre su figura y su obra en serio en 2009, cuando estaba coordinando un número especial de Tebeosfera dedicado al cómic de horror. Y me entusiasmó lo que descubrí. Era una figura ya muy enigmática en vida, y los testimonios de los que lo conocieron no conseguían aclarar muchos puntos oscuros de su vida. Pero no nos provocó vértigo, sino que Isla de Nabumbu surgió para publicar a Auraleón.

¿Qué fue más difícil conseguir los materiales de edición o los derechos de sus obras?

Cuando nos propusimos publicar a Auraleón en 2018, yo ya llevaba 9 años investigándolo y no fui capaz de encontrar a ningún familiar vivo que nos pudiera ayudar. Sólo conocía a uno de sus hermanos, el famoso actor de doblaje Ernesto Aura, pero cuando iniciamos la aventura editorial Ernesto ya había fallecido. Así que empezamos a planificar la edición de su obra sin haber conseguido los derechos de su obra. En el proceso de producción fue cuando un amigo, el tristemente desaparecido editor de Diminuta, Joan Anton, y que a su vez ejercía de “distribuidor” nuestro en Cataluña, nos puso en contacto con uno de sus pocos familiares vivos, su encantadora sobrina Natalia, que nos ha apoyado y ayudado en todo lo posible. De hecho, fue la que nos proporcionó la magnífica ilustración de cubierta para el libro “Caos”. Para nosotros fue mucho más difícil elaborar el libro en sí, ya que os materiales originales habían desaparecido y solo disponíamos del material impreso en revistas, que tuvimos que escanear y recomponer para obtener un material digno. Y de eso se encargó Antonio Moreno, haciendo autentica magia (no me preguntéis como lo hizo que todavía no me lo explico).

¿Os planteáis publicar algún otro trabajo suyo?

En el ambicioso plan inicial de Isla de Nabumbu nos gustaba hablar del “Proyecto Auraleón”, que en su primera fase constaba de tres libros: “Caos y otras historias fantásticas”, “Viaje al infierno”, ambos recopilaciones de historietas publicadas inicialmente en las revistas de Toutain, y un tercer libro biográfico escrito por mí que lleva años en proceso. Estuvimos durante mucho tiempo tras los derechos de las historietas de Auraleón publicadas en Warren en Estados Unidos, que es el grueso de su producción y gráficamente espectacular, pero tras muchas vueltas los detentores de los derechos nos comentaron que en España hay otra editorial que los posee. Hablamos con esa editorial para una posible cesión temporal de derechos, pero tampoco pudo ser. Así que publicamos el portfolio de ilustraciones de Vampus, seguimos trabajando en el libro biográfico, y esperando que alguien se decida a editar ese material o que nos dejen a nosotros publicarlo…

¿Cómo surge la opción de publicar Mata-Hari?

Surge de la interacción en redes con la autora. Se trata de un material muy atractivo, creado por dos autores de prestigio como Andreu Martín y Marika Vila, pero que lamentablemente perdió en su momento la oportunidad de edición en libro con el desastre de las revistas a principios de los 90. Marika comentó en redes que disponía de los originales, nos pareció un libro que entraba dentro de nuestra línea, acordamos las condiciones y nos aventuramos en otro proyecto suicida.

Antes de la preventa de Las mil caras de Jack el Destripador publicasteis en redes que los costes de producción habían subido enormemente. Sin embargo, habéis mantenido el precio previsto, ¿qué os ha llevado a esa decisión?

Los costes no es que hayan subido, que siempre están subiendo, es que desde septiembre de 2021 la materia prima de imprenta está desproporcionadamente cara, y esto no para. Además de que el suministro de material también es complicado y es muy complicado fijar plazos de salida. Fíjate cómo es la cosa, que cuando anuncié mantener el PVP inicialmente fijado (la editorial asumiría la subida de costes de producción, que era nada menos que un euro por ejemplar) todavía no sabíamos lo que nos quedaban por sufrir… Desde entonces los costes no han hecho más que subir, hemos tenido que reorganizar el asunto, cambiar de imprenta y por fin parece que la cosa está encarrilada, aunque hasta que no vea el libro físico no me lo voy a creer.

De entre las obras de José Ortiz que no están disponibles, ¿porque os habéis decido por esta en concreto?

De José Ortiz, dada su vastísima producción, prácticamente no hay nada disponible en el mercado actual, a excepción de la serie “Hombre” o lo que se pueda encontrar en el mercado de segunda mano. Cuando nos propusimos reeditar su obra, era fundamental que sus herederos dispusieran del material original para sufrir un poco menos que con “Caos”, y tuvimos la suerte de que guardaban todos los originales de “Las mil caras de Jack el Destripador”, una obra que me encantó de joven y cuya nueva edición se debe a un capricho personal. Además de que es un magnífico ejemplo de la obra del Ortiz maduro.

La preventa incluye lámina en formato A4 con la ilustración de la cubierta, un marcapáginas exclusivo y una postal exclusiva.

¿Qué se van a encontrar los lectores en esta obra? ¿En qué se diferencia vuestra edición de la de Toutain?

La nueva edición tiene las ventajas de la edición moderna, y que no existían a mediados de los 80. Las técnicas de impresión han mejorado, y se pueden conseguir resultados sorprendentes partiendo de los originales. La nueva edición será de mayor tamaño para apreciar mejor el arte de Ortiz, respetará la línea en su totalidad, tendrá cierto aire de “artist edition” porque no hemos querido “empastar” todas las masas de negro. Hemos mantenido la rotulación original, pero corregida. Y la ilustración de portada luce en toda su magnificencia. También hay un artículo introductorio y contemporizador, pero eso es lo de menos.

¿Cómo ha sido el proceso de restauración de los materiales originales?

Partiendo de los originales todo es más fácil, pero Antonio no se ha limitado a ajustar los tonos en las páginas, sino que ha trabajado ampliamente cada viñeta para obtener el mejor resultado. Como verás, yo el trabajo sucio de lo dejo a otros…

¿Os planteáis publicar alguna otra obra suya como Morgan?

Claro que sí. Si el proyecto sale bien, si comprobamos que hay la suficiente cantidad de lectores interesados en Ortiz y sus herederos consienten, nuestro objetivo es publicar todo el material de Ortiz disponible. Y ahí entran “Morgan”, “Ozono”, “Juan el largo”, las historias del oeste… hay mucho por recuperar, pero depende de los lectores.

Por el momento os habéis centrado en obras de la época del boom de la revista de cómic en España, ¿barajáis la posibilidad de publicar obras de otras épocas? ¿y de autores foráneos?

Claro, no estamos cerrados a una “época”, sino a la recuperación de obras que consideramos que deben estar siempre disponibles. Hay obras maravillosas de antes de la guerra, autores interesantísimos durante el franquismo, obras más recientes de finales de siglo que merecen la pena… pero todo requiere mucho esfuerzo, y dinero, y al no disponer de ningún tipo de apoyo todo depende del interés de los lectores.
Nuestra idea siempre ha sido centrarnos en los autores españoles, pero las cosas están siendo tan raras últimamente que ya no descartamos nada.

¿Qué autor u obra os soñaríais con recuperar, aunque creáis que es realmente difícil?

A mí me encantaría publicar libros temáticos de los autores que publicaron en Warren: Auraleón, Martín Salvador, Monés, Bermejo… Libros teóricos sobre estos autores… Lo que publicaron los autores punteros de Pocholo: Jaime Tomàs, Cabrero Arnal, Arturo Moreno… Un tema muy interesante es recuperar a las muy olvidadas autoras de cómic españolas… Queda muchísimo por hacer.

¿Hay opciones de ver obras de autores noveles en vuestro catalogo?

Pues también nos gustaría, pero como te he comentado la cosa se está poniendo tan rara y complicada que no sé qué podríamos ofrecer nosotros a esos autores… pero sería una maravilla, descubrir a esos autores y abrir nuevos mercados, aumentando el número de lectores…

¿Nos podéis adelantar en que estáis trabajando de cara al futuro?

Estamos trabajando duramente en poder sacar al mercado “Las mil caras de Jack el destripador”, eso nos ocupa todo el tiempo. Sigo trabajando con el libro biográfico de Auraleón… Nos interesaría seguro seguir con Ortiz si la cosa sale bien… Hay algún proyecto más de recuperación, como el de una obra que se publicó durante la Expo ’92… ¡pero es que no hay dinero para tanto!
Lo dicho: de interés de los lectores depende si conseguimos una línea constante de recuperación de obras y, quien sabe, promoción de obra nueva, o si nos limitamos a publicar ocasionalmente obras concretas.

Muchas gracias por tu atención, ojalá que la preventa sea todo un éxito y en breve podamos disfrutar de nuevas ediciones de Isla de Nabumbu.

Enlaces de interés.

Preventa de Las mil caras de Jack el Destripador.
– Reseña de Las mil caras de Jack el Destripador por Tristan Cardona.
– Reseña de Caos por Diego García Rouco.
– Reseña de Viaje al infierno por Diego García Rouco.
– Reseña de Mata-Hari por Tristan Cardona.
– Reseña de El taxidermista y otras histerias macabras por Diego García Rouco.



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