Javier Vázquez Delgado recomienda: 3 segundos, de Marc-Antoine Mathieu
Edición original: 3 Secondes (Delcourt, 7 de septiembre de 2011)
Edición nacional/España: 3 segundos (Sinsentido, Marzo de 2012)
Guion: Marc-Antoine Mathieu
Dibujo: Marc-Antoine Mathieu
Formato: Cartoné. 72 páginas. 17€
3 segundos de puro género negro
«ocitílop oladnácsE»
Hoy os traemos la reseña de una obra no muy convencional. En 3 segundos nos encontramos con un trabajo atípico, en el que la luz es testigo silenciosa de todo lo que sucede tanto en la obra como en el mundo. 3 segundos es el tiempo que la luz tarda en recorrer 900.000 km, el tiempo para que una bala de revolver cubra 1km, el tiempo de una respiración, el tiempo de una lágrima, de una explosión y un mensaje.
Al fin de cuentas 3 segundos tiene una entidad de puzle, en el que el lector, viajando a la velocidad de la luz por el escenario planteado por el autor, va adquiriendo nuevas piezas. Pero no os equivoquéis, porque las piezas que van llegando van dando paso a una expansión progresiva de una trama que no es lo que parece. La luz va rebotando en todos los espejos, cristales y demás superficies brillantes, empezando por una habitación en la que se inicia el relato, para tras recorrer 900.000 km volver a la misma posición, pero con un mundo de diferencia.
La luz, en este relato es sin embargo caprichosa, pues muchas veces no se dirige a donde quisiéramos, y nos da falsas pistas, y otras ocultas las cuales son importantes para la historia pero que no somos conscientes de ello hasta el final. Tanto es así, que viajaremos de la ciudad a un avión, a un estadio de futbol incluso a la mismísima Luna, y en cada uno de esos viajes habrá información necesaria, prescindible, a la vista y oculta.
En 3 segundos, que sirve tanto de título como de elemento narrativo interno, se nos explica un complot en el que se mezcla el mundo de la política, el mundo del futbol, y su enturbiada relación. Políticos avariciosos, jueces corruptos y leales, protegidos y en peligro, confidentes amenazados y una trama de intriga, espionaje y asesinato contada como pocas veces se ha visto.
Otra de las curiosidades de la obra es que es muda, dado que la luz no tiene oídos, solo vista, pero solo con lo que se ve nos basta. En los múltiples carteles, periódicos y pantallas que aparecen en la obra se nos van dejando las pistas suficientes para componer un rompecabezas, que poco a poco va tomando forma, eso sí, en muchas ocasiones al verse todos estos textos reflejados en superficies aparecen volteados y hay que hacer un esfuerzo por saber lo que pone en ellos.
En el apartado visual vemos un autor vigoroso, que no se priva de hacer juegos con las perspectivas, de doblegar la imagen a su voluntad y a las necesidades de la obra. Los personajes y los espacios aparecen en ocasiones deformados por la misma deformación de la superficie en la que se reflejan, y los juegos visuales son constantes. Las sombras también toman importancia, pues en ellas muchas veces se esconden elementos necesarios para la trama que en páginas posteriores serán expuestos desde otro ángulo. Un periplo óptico lleno de vida y con una mirada única, la de la luz, que en manos de este artista alcanza nuevas cotas.
Esta obra viene de manos de Marc-Antoine Mathieu, un dibujante y escritor de cómics, nacido en 1959 en Antony, Francia. Trabajó la escenografía en el taller Lucie Lom donde aprendió mucho sobre los espacios y decorados que le serviría para muchos de sus trabajos posteriores como éste. Comenzó publicando en diversas revistas como Marcel, Le Banni y Morsures. En 1990 comenzó su serie más importante con L’Origine, el primer volumen de su alocada y experimental serie Julius Corentin Acquefacques, prisonnier des rêves. Este primer álbum recibe el Alph-Art Coup de Coeur (Premio revelación) en Angoulême 1991. La saga editada por Delcourt por ahora se ha extendido hasta los siete volúmenes: L’Origine (1990), La Qu… 1991), Le Processus (1993, mejor guión en Angoulême en 1994) , Le Début de la fin / La fin du début (1995), La 2,333e Dimension (2004), Le Décalage (2013) y L’Hyperrêve (2020).
Esperamos que en algún momento alguna editorial nos traiga esta grandiosa serie a nuestro país para deleitarnos con su forma tan personal de narrar, llena de paradojas visuales e intrincadas premisas. Mathieu ha trabajado en más de 20 álbumes incluyendo colaboraciones y trabajos en solitarios. Ha recibido varios premios en su trayectoria como el Premio al Mejor Álbum de Dibujo, en el Festival Sierre en 2002 por Le Dessin , o en 2010 el Gran premio de la crítica otorgado por la Asociación de Críticos y Periodistas del Cómic (ACBD), por su cómic Dios en persona.
Ésta es, en resumidas cuentas, una historia en la que el lector se divierte buscando pruebas y nueva información a la velocidad de la luz, en la que el virtuosismo del autor da paso a una de las lecturas más entretenidas y rápidas que he tenido el placer de ingerir; puesto que si se lee sin pretensión de ir buscando pruebas para indagar en la trama expuesta, se puede leer, no en 3 segundos, pero sí en 3 minutos. Una delicia para los ojos, para los sentidos y para los amantes del cómic en general. Por favor, necesitamos más Marc-Antoine Mathieu.
Por último, aquí tenéis un video en el que Delcourt adaptó el cómic, ya que funciona perfectamente en todos los formatos visuales. Al ser una obra difícil de conseguir podéis disfrutar de su contenido en él.
Lo mejor
• Lo personal de la propuesta
• La agilidad de la obra
• Que esté todo repleto de pruebas ocultas, y pruebas falsas
Lo peor
• Que si se lee sin detenimiento, en 5 minutos se termina la diversión
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