Javier Vázquez Delgado recomienda: Bat Alan. Biografía de un asesinato social, de Ramón Boldú

Portada Bat Alan de Ramón Boldú

Edición original: Bat Alan. Biografía de un asesinato social (Astiberri, 2022)
Guion: Ramón Boldú
Dibujo: Ramón Boldú
Edición: Javier Zalbidegoitia
Correción: Soraya Pollo
Maquetación: Alba Diethelm
Formato: Rústica. 248 páginas. 16€

Una vida rota por la violencia e ignorancia.

«No es un suicidio, es un asesinato social.»

Los lectores de cómic conocemos a Ramón Boldú (Lleida, 1951) por obras como Bohemio pero abstemio. Memorias de un hombre de segunda mano (Astiberri), El arte de criar malvas (Astiberri), Sexo, amor y pistachos (Astiberri), La vida es un tango y te piso bailando (Astiberri) o Los sexcéntricos. De la creación al calvario (Astiberri), en las que nos ha ido relatando con todo lujo de detalles su vida convirtiéndose en el autor de cómic autobiográfico más importante de España con el permiso de Carlos Giménez. Sin embargo, ha dejado en impasse Perdidos por el más allá (Astiberri), su última serie biográfica, tras el primer tomo para realizar Bat Alan. Biografía de un asesinato social, una novela gráfica en la cambia de registro para relatarnos la historia real de Alan, un chico transgénero fan de Batman, que, tras una vida tratando de ser feliz como era, acabo suicidándose en 2015 con solo 17 años por el acoso, bullying y violencia que había recibido durante toda su existencia.

Viñetas de Bat Alan de Ramón Boldú

La novela gráfica ha sido publicada para coincidir con el pasado martes 17 de mayo, Día Internacional contra la LGTBIfobia, una fecha que nos recuerda que esos colectivos siguen siendo atacados a diario. Y no es una realidad que sufren lejos de nuestras fronteras ya que en España siguen siendo víctimas de una sociedad enferma y con mucho camino por andar. Por desgracia en los últimos años esa violencia no se ha reducido, al contrario, ha ido a más espoleada por los discursos de odio que generan partidos de extrema derecha abiertamente LGTBIfobos que cuentan con la miserable complicidad de otras fuerzas políticas que dicen ser de derecha moderada y centro. Pero no es un problema únicamente político, ya que este mensaje de odio se puede ver en redes sociales, medios de comunicación y en organizaciones católicas que hacen campañas en autobuses con el objetivo de generar odio hacia lo que no entienden, algo que va en contra de todo lo que supuestamente defiende su fe. Curiosamente todos ellos se jactan de ser defensores de la libertad, pero lo que son es propagadores de odio y responsables directos de toda la violencia que se ejerce contra los miembros de esos colectivos y otros contra los que también lanzan sus soflamas. Es evidente que hace falta una ley que proteja a las personas de esos colectivos, pero también que se actúe con firmeza en contra los que propagan esos discursos de odio y quienes ejercen la violencia. Y sobre todo hace falta empezar a educar en empatía, tolerancia y libertad, para que casos como el de Alan no se vuelvan a producir y que hagan que esos infames discursos no calen en la sociedad.

Página de Bat Alan de Ramón Boldú

No es la primera vez que Boldú hace un cómic de denuncia de los crímenes que genera el odio puesto que hace unos años ya nos había relatado la vida del poeta Miguel Hernández junto a Ramón Pereira en La voz que no cesa. Ambos fueron víctimas de la ignorancia y la sinrazón y su muerte es una desgracia irreparable. Por eso es tan importante que sus vidas y lo que sufrieron no caigan en el olvido, algo a lo que ayudan obras como esta que sabe entremezclar la labor de concienciación, con el reflejo veraz y muy realista del dolor que Alan sufrió, pero desde la sensibilidad que hace que los lectores consigan empatizar con la historia. Pese a todo la lectura nos deja con un poso de esperanza en un futuro mejor para cualquiera que no entre en la absurda y estrecha definición de lo que la sociedad considera que es normal.

Página de Bat Alan de Ramón Boldú

A lo largo de las páginas de la obra vemos el proceso por el que Alan va aceptando su sexualidad, mientras se debe enfrentar a un entorno tremendamente hostil con quienes se alejan de la “normalidad” sufriendo en primera persona el bullying y la incomprensión de las instituciones. A lo largo de las páginas de la obra vemos como la nula preparación de los profesores y los directivos hace que no vean, o no quieran ver, lo que está sucediendo y se preocupen más de tapar los problemas que de solucionarlos. Esa estrechez de miras ante el bullying también la sufre Alan cuando comienza su transición chocando con problemas burocráticos, de una administración que en lugar de hacer las cosas más fáciles a los ciudadanos se pierde en procedimientos obsoletos. Unos problemas que deben afrontar cada día las personas trans, pese a que ahora parece que hay una intención desde el Gobierno de dotarles de los mismos derechos que al resto de ciudadanos, aunque con la oposición de los de siempre. Ojalá se preocuparán de sí mismos en lugar de tratar de dictar como deben vivir los demás. Todas esas violencias cotidianas se convierten en el caldo de cultivo que lleva a Alan al límite, algo que sigue sucediendo a diario.

Viñeta de Bat Alan de Ramón Boldú

Como en todos sus cómics el estilo de Boldú es perfectamente reconocible al primer vistazo, con sus páginas llenas de texto y un blanco y negro heredero del underground de los años setenta en el que prima la expresividad de sus personajes. Sin embargo, en esta ocasión podemos ver un esfuerzo para hacer la historia más accesible para los lectores menos habituales de cómics, para lo que opta por elementos que no suelen aparecer en sus trabajos como las viñetas separadas por calles en gris y una narrativa y composición de página más cercana a la del manga para que se acerque a la obra todo tipo de público.

Como es habitual Astiberri hace una buena edición y opta por un precio muy ajustado que esperemos consiga acercar esta obra a la mayor cantidad de público posible. Ojalá esté disponible en todos los centros educativos.

Con Bat Alan Ramón Boldú nos ha ofrecido un cómic diferente a lo que nos acostumbra, pero que se convierte en un trabajo excelente y un precioso homenaje a Alan y que pese a la dura y triste historia que nos cuenta deja un poso de esperanza.

Lo mejor

• La sensibilidad y crudeza con la que Boldú relata la historia de Alan.
• El mensaje de esperanza que transmite la obra.

Lo peor

• El enorme fracaso social que supone que obras como esta sigan siendo necesarias.



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