Javier Vázquez Delgado recomienda: El Soldador Submarino, de Jeff Lemire

El soldador submarino - Portada

Edición original: The Underwater Welder USA (Top Shelf, 2012)
Edición nacional/España: ECC Ediciones, 2022
Guion: Jeff Lemire
Dibujo: Jeff Lemire
Traducción: Gabriel Álvarez Martínez
Rotulación: Roque Romero
Formato: Cartoné. 240 páginas, byn. 25,00€

Una presión insoportable

Si hablamos de productividad a la hora de crear, es difícil que no nos venga a la mente el nombre de Jeff Lemire. El autor canadiense es uno de esos que parece tener infinito combustible para generar mil y un guiones, con el añadido de trabajar además como artista en muchas ocasiones. Su firma lleva grabada en la escena del cómic estadounidense desde hace ya más de una década, y durante toda ella no es que haya bajado el ritmo, sino que parece crecer y crecer. Desde sus variados proyectos en Marvel, DC y Valiant hasta sus exitosas obras independientes, el guionista de Gideon Falls, Black Hammer o Descender es prácticamente un fijo en nuestra lista de estrenos de cada magazindie. Este último mes no ha sido una excepción, pero en esta ocasión sí se presenta con una particularidad, y es que lo nuevo en aterrizar en nuestro país no es una “novedad”, propiamente dicha.

Hablar de El Soldador Submarino es tener que retroceder la friolera de diez años al pasado. Nos encontramos en el año 2012, con un Lemire que se ha ganado el aplauso unánime de la crítica gracias a Essex County y Sweet Tooth, valiéndole el ingreso en el universo DC. Sin embargo, el canadiense mantiene sus proyectos independientes de forma paralela, y mientras se estrena con la cabecera de Animal Man, estrena dentro de Top Shelf El Soldador Submarino, una novela gráfica escrita y dibujada por él.

El Soldador Submarino - Interior

El cómic supuso un nuevo éxito para el autor, manteniendo las grandes sensaciones de sus obras anteriores. Y sin embargo, hasta ahora no la habíamos podido disfrutar en nuestro país, algo verdaderamente extraño teniendo en cuenta que se ha publicado prácticamente todo lo demás. No está claro el motivo; se ha hablado en alguna ocasión de que la anterior editorial licenciataria la ha tenido bloqueada durante todo este tiempo, pero sería lanzar rumores sin certeza, así que dejémoslo en que la hemos tenido que esperar durante una década. Hasta este 2022, en el que ECC Ediciones nos ha sorprendido con la grata noticia de que la inédita obra del canadiense por fin vería la luz en nuestro país.

El Soldador Submarino nos presenta a Jack Joseph, un hombre con una profesión poco regular. Su labor es trabajar como buzo en una planta petrolífera cercana a su pueblo natal y hacer los arreglos necesarios en las infraestructuras construidas sobre el lecho marino. Cualquiera podría esperar que semejante tarea resultara angustiosa, pero para Jack el fondo del mar es el lugar más apacible de su rutina. Por el contrario: es en la superficie donde más presión siente. Su mujer embarazada y su inminente paternidad le hacen sentir el peso de la responsabilidad sobre sus hombros, un peso que no sabe si puede cargar. Pero es entonces cuando, en una de sus inmersiones, una extraña aparición le hace repasar su infancia y enfrentarse a sus demonios del pasado.

El Soldador Submarino - Interior

La mejor manera de describir esta obra es muy sencilla: puro Lemire. El Soldador Submarino es una de esas historias en las que la esencia del autor canadiense rezuma por cada poro. Los escenarios rurales y decadentes, la soledad, el peso de la familia, los traumas pasados… Todo ello hace siempre acto de presencia de una manera u otra en sus historias, pero en algunas es directamente el leitmotiv de toda la obra, como sucede en Essex County o en Royal City. Esta obra es una más de esa lista, y la mejor manera de saber si os gustará es saber si os gustaron esas dos.

Para los que se acerquen por primera vez al Lemire más intimista, baste decir que es sin duda la mejor versión del autor. Más allá de su calidad en otro tipo de proyectos, es en estas historias pequeñas en las que el creador de Sweet Tooth saca a relucir su mayor sensibilidad. Las historias de Lemire cuentan siempre con un halo de amargura, adentrándose en la mente de personas varadas en la vida, paralizadas en el espacio y en el tiempo y atenazadas por el miedo a algo. En este caso concreto, el miedo a la paternidad. En El Soldador Submarino Lemire explora esa habitual desidia masculina ante la responsabilidad de ser padres, buceando literal y figuradamente dentro de la mente de su protagonista, hasta dar con el trauma como respuesta. El autor nos plantea de una manera elegante ese recurrente debate personal: ¿puedo ser un buen padre si no he tenido a uno?

El Soldador Submarino - Interior

En el apartado artístico, también realizado por el propio Lemire, nos encontramos con el estilo habitual del autor, uno cuya aceptación desde luego no es unánime entre los lectores. Es un hecho que el dibujo de Lemire no es, lo que se dice, estético: su trazo desenfadado y aboceteado y sus característicos rostros angulosos y alargados no buscan el preciosismo, y es fácil que muchos lectores se vean espantados al hojear algunas de sus páginas, en especial en este volumen, en un parco blanco y negro. Pero personalmente sigo haciendo una fiera defensa del Lemire artista. Su estilo imperfecto, de ritmo pausado y narrativa impecable, es exactamente el que sus historias necesitan para alcanzar su máximo potencial. El dibujo del canadiense posee cierto toque onírico, los detalles de sus escenarios y sus personajes, sombreados con acuarela, se difuminan como el recuerdo de un sueño al despertarnos, y consigue conducirnos por las entrañas de esos personajes de rostros tristes con majestuosa elegancia. No es el dibujo más bello, pero sí el que mejor transmite la grisácea desolación de sus guiones.

El Soldador Submarino es una obra que los admiradores de Jeff Lemire esperábamos desde hace mucho tiempo. Una de esas historias intimistas y personales con las que el autor canadiense alcanza la mejor versión de sí mismo y nos conduce a través de los traumas e infelicidades de unos personajes que podríamos ser nosotros. Si os gustaron Essex County y Royal City, os encantará. Y si no las conocéis, me aventuro a decir que también.

Lo mejor

• Poder disfrutar por fin de una obra que parecía condenada al ostracismo.
• Tiene la mejor versión de Lemire, la que se centra en el intimismo y los dramas personales.

Lo peor

• Como siempre con el canadiense, su dibujo podría no enganchar a algunos lectores.



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