Javier Vázquez Delgado recomienda: El espectacular Sal Buscema
Sal Buscema, un tributo necesario
En muchas ocasiones se da la circunstancia en la que un autor sin ser una estrella es a todas luces no solo un gran dibujante sino un gran profesional. Sal Buscema podemos decir que, probablemente, sea uno de los artistas más prolíficos y versátiles de Marvel durante las décadas de 1970 y 1980, y trabajó en algunas de las sagas más famosas de la época.
Es tal su importancia y su aportación al mundo del cómic que, a lo largo de su carrera, dibujó prácticamente todos los títulos importantes de Marvel, incluidos Avengers, Fantastic Four, Thor, Marvel Team-Up, Sub-Mariner, Daredevil, Nova, Eternals, Marvel Two-In-One, New Mutants, Iron Man, X-Men, Marvel Spotlight, Ghost Rider, Ms. Marvel, Marvel Premiere, Howard The Duck, Master Of Kung Fu y las tres series principales de Spider-Man (Amazing, Spectacular y Web Of).
Además de ello, su lápiz se puso a disposición de historias definitorias del Capitán América y Los Defensores. Su labor como dibujante está asociada a grandes etapas como en Incredible Hulk o Peter Parker, The Spectacular Spider-Man.
Sus cualidades no solo lo fueron como dibujante, puesto que era y es un hábil entintador, cuyas colaboraciones con otros artistas, sobre todo con su hermano John Buscema, dieron como resultado algunos de los cómics más memorables que se pueden recordar de los años 70.
Quién es Sal Buscema y cuál es su aportación al noveno arte
Silvio ‘Sal’ Buscema nació en Brooklyn el 26 de enero de 1936 y era el menor de cuatro hermanos. Creció leyendo cómics y su hermano mayor, John, fue su inspiración. Asistió a la Escuela Superior de Música y Arte de Manhattan y, después de graduarse en 1955, ayudó a su hermano y trabajó en un par de estudios de arte antes de ser reclutado en 1956.
Tras su paso por el servicio militar trabajó en agencias de publicidad en Washington DC y Nueva York, y regresó al mundo del cómic en 1968, trabajando en algunas historias dispersas y entintando a su hermano John en Silver Surfer. En 1970, Sal comenzó a dibujar Los Vengadores y, en poco tiempo, se convirtió en uno de los artistas favoritos de Marvel. Incluso su labor fue más allá, no solo del Universo Marvel, sino de la temática de superhéroes, haciendo anuncios de azafatas.
Sal Buscema sin ser una estrella o sin el protagonismo que tenían otros autores, como por ejemplo su hermano John, consiguió ser uno de los grandes autores de Marvel Comics. Su estilo de dibujo era, y es, enérgico, pero sin esa espectacularidad de Neal Adams. Sin embargo, su dibujo conseguía transmitir muchas sensaciones. Es característico en sus composiciones sus expresiones faciales, expresivas y atrapadas en momentos plagados de acción.
La mirada de cada uno de sus personajes con los ojos muy abiertos y la boca abierta, una marca “registrada” del autor, conseguía transmitir un grado de sorpresa e incertidumbre que pocos otros artistas podían capturar.
Mientras que los personajes de John Romita se veían glamorosos, los de John Buscema se veían nobles, Sal Buscema dibujaba un héroe o un villano y conseguía captar el momento justo antes de entrar en acción y después de ella. Sin lugar a dudas estamos hablando de un artista espectacular.
Esta cualidad encajaba a las mil maravillas con aquellos cómics en los que trabajó en la década de los 70. Autores jóvenes como Steve Gerber y Steve Englehart que llevaron a los personajes en nuevas direcciones y ampliaron el enfoque de «héroes con problemas» venía como anillo al dedo para Sal Buscema.
Tal es esta afirmación que capturó la vulnerabilidad de Hulk, el conflicto interno de Valkiria, la angustia adolescente de Nova, la crisis de fe del Capitán América. En fin, un dibujo con alma. Años después se marcaría una de las mejores etapas en la colección de The Spectacular Spider-Man, sobre todo por esta cualidad, a los mandos de J.M DeMatteis.
Otra de las características de este grandísimo autor es su amplia cartera de colecciones en las que desarrolló su arte. Es más, sin quererlo, su lápiz ha estado presente en momentos fundamentales en la historia del Universo Marvel. Fue el primer artista en representar el Escuadrón Siniestro (en Avengers vol.1 #69), por ejemplo.
Lanzó el título The Spectacular Spider-Man con Gerry Conway y Mike Esposito. Formó parte de los autores que dieron lugar a la saga Secret Empire en Capitán América. Su carrera entre 1975-1985 en The Incredible Hulk definió el personaje de tal forma que incluso en la retina de muchos, pesa más su trabajo que el del propio Peter David. Su paso en The Defenders es uno de sus favoritos, con guiones de Steve Englehart, Len Wein y Steve Gerber, que contiene algunas de las historias más extrañas de la época.
Ya en la década de 1980 y 1990 consiguió seguir a un ritmo envidiable de publicaciones. Se convirtió entonces en uno de los talentos más productivos y profesionales de la industria. Por un lado los primeros cincuenta y tantos números de ROM: Caballero del Espacio, junto al escritor Bill Mantlo, siguiendo a Bob McLeod como artista de Nuevos Mutantes, dibujando guiones de Thor para Walter Simonson, reuniéndose con su hermano en Fantastic Four vol. 1 #297-302, formando equipo con Tom DeFalco y el dibujante Ron Frenz en Spider-Girl, trabajando en proyectos selectos en DC y regresando a The Spectacular Spider-Man para ciento cuatro números consecutivos que consiguieron que los seguidores de Spiderman no tirásemos la toalla en momentos ciertamente peliagudos.
Sal Buscema tuvo que trabajar duro, muy duro. Para poder hacerse un hueco en la Casa de ldeas. Tuvo que practicar «todas las noches durante aproximadamente un año» aprendiendo a «cómo producir una página dinámica» al estilo narrativo de Marvel Comics. No solo eso, sino que además tuvo que hacer frente a las duras críticas de su hermano John, entendemos que constructivas, claro está.
El propio Sal recordó a finales de la década de 2000: “Una vez que le cogí el tranquillo, elaboré… seis páginas de muestra a lápiz (es decir, sin entintar), de lo que me arrepiento, porque quería ser entintador. Yo no quería dibujar a lápiz. Mis primeros trabajos para Marvel fueron trabajos de entintado, pero los hice mientras trabajaba para Design Center. Quería trabajar a tiempo completo para Marvel, así que lo hice por necesidad. El editor en jefe Stan Lee me pidió que fuera a Nueva York, lo cual hice. Tuve con él la entrevista más fantástica de mi vida. Stan estaba saltando sobre su silla y su escritorio, solo para relatarme lo que quería en una página de cómic. Fue fascinante y encantador, todo al mismo tiempo. Demostró todas las demás formas posibles de demostrar lo que quería en esas páginas…..”
La entrevista se produjo después de que Buscema, a instancias de su hermano, escribiera por primera vez al director de producción de Marvel, Sol Brodsky, para presentarse a sí mismo y su trabajo. Brodsky no tenía asignaciones para él en ese momento, y Buscema «lo llamó un par de veces solo para molestarlo un poco y hacerle saber que todavía estaba vivo, y finalmente llegó el primer trabajo» en junio de 1968.
Ese trabajo, de Brodsky, era un artículo de 10 páginas, «Gunhawk«. «Creo que simplemente dijeron: Sal, aquí está la trama, adelante», recordaba Buscema en 2003. Esa historia, «The Coming of Gunhawk«, fue escrita por Jerry Siegel y dibujada por Werner Roth.
John Buscema pidió específicamente a su hermano como entintador en The Silver Surfer, en ese momento un proyecto de alto perfil. Sal entintó el lápiz de John Buscema en cuatro historias de 39 a 40 páginas, The Silver Surfer vol. 1 #4–7 (febrero-agosto de 1969); y entintó los lápices de Larry Lieber en el western de 20 páginas de tamaño normal The Rawhide Kid vol. 1 #68 (febrero de 1969). Joe Sinnott había entintado los primeros tres números del surfista y el exigente John no estaba contento. No es que Sinnott fuese un mal entintador, muy al contrario, sino que no encajaba con Buscema y desvirtuaba su trazo.
John le dijo a Stan Lee: “No quiero que Joe entinte mi trabajo. Desaprovecha mi lápiz.” Stan estaba muy reacio, pero dijo: “Está bien, ¿a quién quieres?” Él dijo: “Quiero a mi hermano”, y así fue como tras un irregular número 4 consiguió el primer gran paso para hacer historia. En un año, Sal Buscema estaba dibujando The Avengers, y durante los siguientes treinta años, fue uno de los artistas más prolíficos de Marvel Comics.
El autor siempre dijo que era muy lento al principio, entre seis y ocho páginas a la semana. Posteriormente conseguiría 2 páginas al día. Finalmente alcanzó un ritmo abrumador, lo que le permitió ser muy constante en su trabajo.
Sal Buscema estuvo allí
Sal Buscema y el escritor Roy Thomas introdujeron el Escuadrón Siniestro en The Avengers vol.1 #69 (octubre de 1969) como un homenaje a la Liga de la Justicia.
El equipo de Thomas/Buscema produjo la última historia nueva para el título de The X-Men antes de que la serie se convirtiera en reimpresiones durante varios años. El mismo tándem creó a la supervillana Llyra en Sub-Mariner vol.1 #32 (diciembre de 1970).
El escritor Steve Englehart y Sal Buscema lanzaron The Defenders como una serie en curso en agosto de 1972 y presentaron a Valkiria en el número 4 (febrero de 1973).
No podemos olvidar que Buscema trabajó con Englehart en Capitán América. Su carrera comprendida entre 1972 y 1975 convirtió la serie en una de las más vendidas de Marvel. La pareja también se unió en varios números de The Avengers y Englehart, describiendo el guionista al dibujante como «un perfecto narrador de historietas».
Después de la salida de Englehart de la serie The Defenders, Buscema permaneció en el título y trabajó con los escritores Len Wein y Steve Gerber. Buscema y Gerber crearon una historia en la que los Defensores se encontraron con los Guardianes de la Galaxia y agregaron a Starhawk a la alineación. Tal es la importancia de ambos que, en 2010, Comics Bulletin clasificó la colaboración de Buscema con Gerber en The Defenders en primer lugar en su lista de las «10 mejores maravillas de la década de 1970». El trabajo de Buscema con Englehart en Capitán América y Los Vengadores ocupó el cuarto y octavo lugar, respectivamente, en la misma lista.
Junto con Bill Mantlo en Marvel Team-Up vol. 1 #48 (agosto de 1976) vimos la primera aparición de Jean DeWolff. Mantlo dijo más tarde que nuestro protagonista influyó en la trama de dicha historia.
Sal Buscema fue el artista original de The Spectacular Spider-Man, que debutó en diciembre de 1976. Él y Jim Shooter crearon Graviton en The Avengers vol. 1 #158 (abril de 1977).
La serie Rom fue lanzada por Mantlo y Buscema en diciembre de 1979. La colaboración de ambos autores en The Incredible Hulk incluyó la creación de los U-Foes y los Super Soldados Soviéticos. El genial dibujante desarrolló una amplia etapa de 10 años en Hulk, que describió como «probablemente una de las experiencias más agradables de mi carrera”.
En 1986, comenzó a dibujar a Thor trabajando con Walt Simonson. A fines de la década de 1980, volvió a entintar el trabajo de otros, nuevamente, y en particular, sobre el trabajo de su hermano John en Fantastic Four con guiones nuevamente de Englehart. Menudo equipo de tres pedazo de artistas.
Y así hasta el infinito, siendo su segunda etapa en The Spectacular Spider-Man una de las más añoradas por los fans arácnidos, junto con el maestro Gerry Conway y el indomable J.M. DeMatteis.
Carrera posterior
Desde 1988 hasta 1996, dibujó a lápiz y se entintó así mismo la friolera cantidad de 100 números en The Spectacular Spider-Man. Esto incluyó arcos argumentales como «The Child Within», escrito por J.M. DeMatteis, que nos llevó directamente a la entrega 200 con la muerte de Harry Osborn.
En una entrevista de 2002, DeMatteis dijo: «Realmente me encantaron los dos años en Spectacular Spider-Man que escribí con el dibujo de Sal Buscema. Sal es uno de los mejores narradores y un colaborador maravilloso.»
Trabajó para DC Comics dibujando historias de Batman, Superman y Superboy, y entintando Creeper, Wonder Woman y otros personajes entre 1997-1999. Buscema regresó a Marvel entintando a Pat Olliffe en Spider-Girl vol.1 (1999), y fue el entintador habitual de The Incredible Hulk vol. 3, #11–20 (febrero-noviembre de 2000).
En 2003 regresó a los cómics a tiempo completo entintando a Olliffe en Spider-Girl vol.1 #55 (marzo de 2003) y luego se lanzó de lleno en una larga temporada entintando y terminando los lápices de Ron Frenz entre los números 59-100 de la colección de May Parker (junio de 2003 – septiembre de 2006).
Continuó entintando la serie cuando se relanzó como The Amazing Spider-Girl vol. 1 #1-30 (diciembre de 2006 – mayo de 2009). Continuó unido a Spider-Girl, sobre lápices de Frenz, en Web of Spider-Man vol. 2, # 1–7 (diciembre de 2009 – junio de 2010) y en la miniserie de cuatro números The Spectacular Spider-Girl vol. 2 (julio-octubre de 2010) y el one-shot Spider-Girl: The End vol.1 #1 (octubre de 2010).
Ya en 2011, fue el entintador, nuevamente de Ron Frenz, en la miniserie de superhéroes de cinco números Thunderstrike vol. 2. Regresó a DC Comics en 2011 con DC Retroactive: The Flash – The ’70s y un one-shot de Superman, Superman Beyond. Recientemente y ya en 2012, entintó G.I. Joe Annual (de IDW Publishing) y la serie Dungeons and Dragons: Forgotten Realms.
El Espectacular Sal Buscema
The Spectacular Spider-Man fue el primer hermano pequeño de la franquicia arácnida. Aunque siempre ha jugado un papel secundario frente a The Amazing Spider-Man, el primer volumen de The Spectacular Spider-Man nos ofreció un buen puñado de historias muy notables.
Después de un breve período como editor en jefe de Marvel en 1976, Gerry Conway decidió hacer las maletas y llevar su talento a la competencia. No era la primera vez que Conway dejaba Marvel. Había pasado un año con DC Comics a principios de la década después de renunciar repentinamente como escritor de The Amazing Spider-Man en el final apresurado de la primera Saga del clon.
En esta segunda partida el guionista dejó Peter Parker: The Spectacular Spider-Man en su bautizo. Cuando Conway finalmente regresó después de 11 años, en la primavera de 1988, asumió nuevamente el puesto de escritor de Spectacular Spider-Man haciendo tándem con su compañero y amigo Sal Buscema. El mismo dúo creativo que nos trajo el primer número del título 12 años antes.
Durante el exilio de Conway, nuestro protagonista nunca abandonó Marvel. De hecho, durante muchos años, se pensó en Sal Buscema como un personaje de la Casa de las Ideas. Casi podríamos decir que era una relación simbiótica. Empezó en en 1968 y no trabajó para otra editorial hasta finales de los 90.
Buscema permaneció como el artista principal de Spectacular después de la partida de Conway y dibujó 18 de los primeros 20 números del título. Asumió las funciones artísticas en Spectacular durante el último arco de Peter David. El entintador y dibujante sería el artista principal del título durante los siguientes 8 años, rara vez se perdería un número, y entintaría su propio trabajo y dibujaría las portadas. Gracias a esto, cuando hablas de The Spectacular Spider-Man al momento te viene a la cabeza Sal Buscema.
No se puede negar que lo que Buscema estaba haciendo a finales de los ochenta y entrados los noventa chocaba muy de frente con las páginas de Amazing Spider-Man. A los pocos meses de que el dibujante regresara a Spectacular, Todd McFarlane asumió el papel de artista en el título insignia del trepamuros. La noche y el día.
Pronto, McFarlane se convirtió en un fenómeno entre el fandom. Mientras tanto, Buscema se apegó a sus viejas formas o modo clásico. Conway y Buscema convirtieron a la hermana pequeña en ese reducto del pasado frente a la locura de McFarlane y Larsen.
Pero al final el tiempo pone a cada uno en su sitio, y a toro pasado, es The Spectacular Spider-Man la colección que sobrevivió con dignidad y trae mejores recuerdos a los amantes del arácnido.
Siempre he sentido devoción por este autor. No es un dibujante dado a las poses, a la espectacularidad. Si bien, su talento es innegable, y se trata de un incansable dibujante y entintador. Recientemente hemos perdido a dos de los grandes y temo la noticia en la que Silvio se marche. Sus 86 años han dado mucho y muchas viñetas. Para el que suscribe su trabajo es maravilloso y sólo por eso este artículo es mi tributo a uno de los grandes.
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