Javier Vázquez Delgado recomienda: My Way, de Miguel Ángel Martín
Edición nacional/España: My Way. Reino de Cordelia. Mayo, 2022
Guion: Miguel Ángel Martín
Dibujo: Miguel Ángel Martín
Prólogo: Julián Cruz
Formato y precio: Cartoné, 120 páginas. 18’95€
Una historia salvaje y cruel con tintes personales
«Deseo suerte a todos los que se van. Contigo lamento que no hay pena de muerte»
Se dice que la venganza es un plato que se sirve frío. El protagonista de este relato llamado DeSalvo ha tenido quince años para cocinarlo a conciencia, enfriarlo bien y entregarlo bien fresquito. Como el autor de la obra…
Miguel Ángel Martín nos propone con My Way otro de sus relatos terroríficos servido con un tempo lento y una concepción gráfica astuta, límpida y cristalina. Estamos ante una historia de desquite que involucra a un expresidiario que una vez ha salido de la cárcel elabora un complejo plan para castigar a todos los responsables de su injusta condena. Para ello no dudará en realizar los actos más atroces siguiendo un elaborado guion que se acaba torciendo debido a unas circunstancias que nadie puede controlar.
La compleja coreografía de la venganza urdida por DeSalvo se ve interrumpida de manera puntual por los comentarios de un par de personajes crueles, cínicos y oportunistas que conocen el pasado del protagonista y, también, por algún flash-back puntual. La historia busca condenar los linchamientos sociales y mediáticos a los que son sometidos los aparentes culpables y denunciar la impunidad que gozan los calumniadores una vez se demuestra que estaban equivocados, en este caso -además – con terribles repercusiones judiciales y penales.
En el apartado más personal, en My Way se aprecia una suerte de revancha que el propio autor se toma contra todos aquellos que participaron en su linchamiento mediático y profesional a raíz de sus problemas con las autoridades italianas más reaccionarias y la censura de su obra Psychopathia Sexualis, secuestrada en 1995 aunque luego los tribunales absolvieran al editor italiano.
Al acabar esta novela gráfica de 102 páginas, realizada en un riguroso blanco y negro, el lector convencional de tebeos no puede más que experimentar un enorme sentimiento de desconcierto. ¿Es realmente esto lo que Martín quería explicarnos con My Way? ¿Hay un mensaje oculto en la obra que no hemos sido capaces de descifrar? Pero Miguel Ángel Martín no engaña, no esconde en los pliegues de su discurso ninguna metáfora disimulada que “justifique” sus atrocidades. El autor de Rubber Flesh expresa con meridiana claridad lo que quiere contar; esta es una de sus grandes virtudes y lo tomas como tal o lo dejas para siempre.
En el aspecto gráfico nos encontramos con un trabajo aún más sintético si cabe que en obras anteriores. Martín se adapta al formato de la editorial y nos ofrece unas páginas divididas en un esquema irregular de dos o tres tiras con sendas viñetas cada una, incluso en algunas ocasiones con solo una.
El trazo es enérgico, de pocos adornos y con ocasionales manchas negras que contrastan de manera abrupta con el blanco dominante. La narrativa es seca, los decorados minimalistas pero precisos y clarificadores, la definición de los personajes es esquemática pero lo suficientemente precisa para que no nos confundamos de personajes y en general todo el conjunto presenta un acabado más descuidado y nervioso.
Miguel Ángel Martín (1960) nació en León. Estudió derecho, carrera que no acabó al incorporarse a la plantilla de El Diario de León y posteriormente a la de La Crónica de León donde trabajó como ilustrador y publicó a partir de 1987 las tiras Keibol Black y Kyrie Nuevo Europeo. Un punto de inflexión en su carrera se produce cuando gana el segundo premio del concurso de cómics de la revista Zona 84, en 1988, y empieza a publicar para el mercado de revistas mensuales para adultos. De esta época son: The Space Between, Psychopathia Sexualis (1990), Rubber Flesh (1993), Cyberfreak (1993), Surfing on the third wave (1999- 2005), Brian the Brain (1990-2014)… Paralelamente colabora desde 1990 en el suplemento infantil del Diario 16 donde realiza la serie Días felices. Participa en diversas revistas musicales con sus ilustraciones, realiza carteles de películas como Killer Barbies (1998) o Un paraíso bajo las estrellas (1999) y lentamente su labor se decanta hacia la ilustración y el diseño. En este campo ha trabajado para El País, Marie Claire, Rolling Stone, Rockdelux o GQ. Ha participado en diversas películas, obras de teatro y musicales.
A partir de año 2008, Martín colabora con la editorial El Rey Lear realizando ilustraciones para diversas novelas como Hola mi amor, yo soy tu lobo de Luis Alberto Cuenca o El insigne cohete de Oscar Wilde. Su penúltimo trabajo es una novela gráfica titulada Playlove, donde las calles no tienen nombre (2008). Desde hace unos años, sus principales trabajos están siendo reeditados en formato libro por la editorial Reino de Cordelia. En 2022 esta misma editorial publica My Way, una obra que supone su regreso al mundo de la historieta. Actualmente está trabajando en varios proyectos entre los que se encuentra su nueva historieta, titulada de manera provisional como El Mago Tóxicko.
Sus historias han generado numerosas polémicas y varios de sus álbumes han sido secuestrados por las autoridades italianas o estadounidenses acusados de pornografía infantil e inducción al suicidio.
Miguel Ángel Martín ha recibido el premio Yellow Kid al mejor autor extranjero en 1999, el Gran Premio Attilio Micheluzzi en el COMICON de Nápoles del 2003 y en su momento ganó el premio al Mejor Autor Revelación en el Salón del Cómic de Barcelona de 1993. En Italia, donde es un artista muy conocido y respetado, ha participado en innumerables exposiciones y conferencias sobre la censura y los límites de la libertad de expresión.
La edición física de My Way por parte de la editorial Reino de Cordelia es excelente. El libro es en tapa dura protegido por una sobrecubierta, tiene un tamaño reducido pero atractivo que siempre encaja bien con la estética del autor leonés, esta bien impreso y el papel es bueno. Cuenta con un entregado prólogo de Julián Cruz y una somera biografía del autor en la solapa anterior. El precio del conjunto es muy razonable.
My Way ha supuesto el retorno de uno de los autores más personales y más reconocidos internacionalmente con los que cuenta el cómic español. La propuesta de Miguel Ángel Martín, más sencilla de lo normal y con un componente más personal de lo habitual, redunda en sus obsesiones particulares y le añade un componente de desquite que le confiere un aliciente particular. Esperamos que no sea un fogonazo pasajero y que en la carrera de Martín este álbum sea el comienzo una nueva etapa.
Salut!
Lo mejor
• El regreso de un artista único e inimitable.
• Una propuesta gráfica seca, eficaz y atractiva.
• La excelente edición a cargo de Reino de Cordelia.
Lo peor
• Un guion más plano y menos elaborado de lo habitual.
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