Javier Vázquez Delgado recomienda: Primer Cuchillo, de Simon Roy, Daniel Bensen, Artyom Trakhanov y Jason Wordie

Primer Cuchillo

Edición original: First Knife 1-5 USA (Image Comics, 2020)
Edición nacional/España: Primer Cuchillo (Ediciones Gigamesh, 2022)
Guion: Simon Roy y Daniel Bensen
Dibujo: Artyom Trakhanov
Color: Jason Wordie
Traducción: Mario Abad Fernández de la Cigoña
Diseño, maquetación y rotulación: Pep Zapata
Formato: Tapa dura. 136 páginas. 16€

El cacique, la sacerdotisa y el soldado

Para este mes de junio Gigamesh ha sorprendido sacando un nuevo cómic de Image. La editorial gracias a la cual pudimos disfrutar de The Private Eye, Barrera o la menos conocida Space Riders (que maravilló gracias a su rompedor estilo gráfico) publica ahora Primer Cuchillo (First Knife), una historia que tiene en común con la última mencionada su temática de ciencia-ficción, ambientada en un futuro distante, poco conocida pero también de muy buen gusto.

Los artífices de esta serie limitada de cinco números, que se recoge de forma completa en este tomo, no son autores de primera línea, aunque hay algún trabajo previo que les hace muy interesantes. En principio tenemos al guion a Simon Roy, uno de los autores que rehizo al Prophet de Rob Liefeld, consiguiendo que pasase de ser un personaje absolutamente intrascendente a una de las mejores historias de ciencia-ficción del presente siglo. Una serie muy completa y con un mundo muy trabajado, algo que comparte con este Primer Cuchillo. Pero Roy no está solo, el guion es compartido con Daniel Bensen, un novelista apegado a la ciencia-ficción y la fantasía que logró llamar la atención en Estados Unidos ya con su primera obra, Junction, y de la que llegó a realizar una secuela.

El apartado gráfico recae sobre Artyom Trakhanov, autor que ya realizó algunos trabajos en Image, como Undertow, pero que realmente dio muestras de su buen hacer en TKO con The 7 Deadly Sins. En Primer Cuchillo mejora su narrativa, dando lugar a páginas excepcionales gracias a ciertos recursos narrativos que hacen que el lector se fije en los puntos necesarios, mientras dibuja grandes páramos desiertos, aún utilizando distribuciones de viñetas bastante más clásicas. Pero también pule su estilo. Es sucio y fuerte, con mucha importancia de los espacios vacíos y las sombras, siendo detallista en las vestimentas y exagerado en las facciones. Así mismo hay que destacar que el color de Jason Wordie (God Country, Breakout) le viene como anillo al dedo, con sus tonos suaves para los fondos, bien sea día, noche, desierto o selva, que aumentan la sensación de vacío de este futuro distópico, pero marcando muy bien tanto la tecnología futurista como la sangre, de manera que cause una mayor impresión.

Lo cierto es que todo lo que se refiere al dibujo recuerda en cierta manera a artistas como Daniel Warren Johnson, con un uso de la oscuridad y un trazo influenciado Mignola más unos diseños que le acercan a la ciencia-ficción de clásicos europeos, aunque es innegable que su narrativa tiene mucho que ver con el manga. Una mezcla heterogénea que, salvando las distancias con los antes mencionados, da como resultado una obra más que interesante, con un gran peso en el dibujo y que hará las delicias de los amantes de las distopías llenas de páramos desolados, siendo fácil asemejar esta obra a el Extremity del nombrado Warren Johnson o, por citar algo más conocido, Mad Max o el videojuego Horizon Zero Dawn. Por lo menos en cuanto a la creación de su mundo.

Y es que Primer Cuchillo nos lleva al año 3241 para mostrarnos un planeta Tierra claramente involucionado. Ambientado en una irreconocible Norteamérica, tenemos un mundo en el que algún tipo de catástrofe mundial, que se irá intuyendo en el avance de la historia, ha dado lugar a un cúmulo de tribus que luchan sin cesar por el control de los territorios donde poder ejercer su poder. La vida no está demasiado valorada y el esclavismo está a la orden del día. Este es uno de los puntos a favor de la obra, su contextualización.

Se nota que es un cómic muy trabajado pues los autores no se limitan solo a crear un mundo a la ligera y soltar ahí a sus personajes, entre cada capítulo hay textos que lo enriquecen. Estos van desde la historia de cada tribu hasta una explicación de la diversidad biológica de la zona, pasando por canciones que nos empapan de la cultura, a lo que hay que añadir unos textos finales en el que se explican muchas otras cosas sobre cómo se llegó a este escenario. Un detallismo que le hace ganar enteros.

Las religiones también son otro punto bien pensado y de mucho peso en la trama. Todas ellas evolucionadas tanto de mitos del pasado como de hechos acontecidos en la realidad. Modificaciones de nuestro mundo que se antojan un símil bastante real y de vital importancia, al fin y al cabo los protagonistas son una sacerdotisa, de la tribu de los Yanquies, y el Primer Cuchillo, cacique de los Hudsoníes, enemigos en lucha por la ciudad de Shikka-Go, a los que se unirá, en cierta medida, un soldado.

Primer Cuchillo se presenta como una historia que se mueve entre lo bélico y lo aventuresco. Tribus enfrentadas, dioses eléctricos que pueden reavivar un viejo conflicto y la búsqueda de la verdad serán los motores de una obra llena de ira, venganza e incomprensión. Sin buenos ni malos, solo bandos que apelan a viejas ideas que no llegan a comprender, todo aderezado con unas buenas dosis de acción. Es decir, al rico y meditado planeta que nos presentan los autores hay que añadir unos personajes muy carismáticos. Con pocas líneas de diálogo los definen muy bien, conocemos sus motivaciones y sus intereses, así como sus carencias. Personalidades conformadas por el peso en sus tribus, sí, pero también por su pasado. Quizás se podría echar de menos alguna línea de diálogo más, en especial para profundizar en el conflicto, pero es que Primer Cuchillo es una obra tan medida que es difícil sacarle defectos.

Quizás no sea del gusto de quienes no disfruten de las distopías violentas, en ese caso está apegada a su género, a saber, planeta destruido, supervivientes agresivos, dioses tecnológicos o crítica social son elementos fácilmente distinguibles en sus páginas, aunque también es cierto que ofrece una mezcla curiosa al darle ciertas pinceladas de fantasía heroica. Pero si eres una persona a la que le gusta lo citado, Primer Cuchillo te satisfará sin lugar a dudas.

Lo mejor

• El apartado gráfico, en sus formas y en su narrativa.
• Lo trabajado que está el mundo y los diversos elementos que lo componen.
• La fuerza de los tres protagonistas.

Lo peor

• Puede que no guste a todos al estar tan apegada a su género, aunque consigue hacerse notar dentro de este.



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