Javier Vázquez Delgado recomienda: La muerte de Superman- La Saga Completa


Edición original: Superman: The Man Of Steel núms. 17-26, Superman núms. 73-82, Adventures of Superman núms. 496-505, Action Comics núms. 683-692, Justice League of America núm. 69, Green Lantern núm. 46 USA (DC Comics, 1992-1993)
Edición nacional/España: La muerte de Superman- La saga completa. ECC Ediciones, 2022
Guion: Dan Jurgens, Dennis Janke, Gerard Jones, Jerry Ordway, Karl Kesel, Louise Simonson, Roger Stern
Dibujo: Brett Breeding, Dan Jurgens, Dennis Janke, Jackson Guice, Jon Bogdanove, Mark D. Bright, Tom Grummett
Entintado: Brett Breeding, Rick Burchett, Doug Hazlewood, Dennis Janje, Romeo Tanghal, Bob McLeod.
Color: Glenn Whitmore, Gene D´Angelo, Anthony Tollin.
Traducción: Francisco San Rafael Simó
Formato: Cartoné, 156×239 mm., 896 págs. 60,00€

La caída y regreso de los Dioses

«Pero ya es tarde. Hoy es el día… de la muerte de Superman»

La muerte y regreso de Superman es uno de los grandes tebeos de la historia de DC Comics. Un evento único, trabajado con acierto por su grupo de autores a lo largo de varios meses (bajo el liderazgo del histórico Mike Carlin), que cambió el modo de entender al de Krypton y su importancia. El impacto que tuvo en su época es de imposible reproducción para el lector actual, acostumbrado a la intrascendencia a futuro de este tipo de propuestas y las trampas con el fallecimiento de un superhéroe, pero todavía mantiene el pulso y capacidad de generar imágenes únicas y épicas en su desarrollo.

La obra tiene en su construcción detalles pueriles, como ese Doomsday aplastando a un pobre pajarito en su presentación, y que sin embargo se han mantenido en el tiempo y la memoria de los aficionados del personaje. En ese sentido todo se siente grande, especial, a la altura de la historia que pretende tratar. Superman usa todas sus armas para detener al monstruo, como también lo hacen los restantes héroes, secundarios aquí, incapaces ante el poder infinito del villano.

El agotamiento del Hombre de Acero traspasa la página, como también lo hace el dolor y sufrimiento evidente en el enfrentamiento, lleno de sangre y, en última instancia, muerte. Dan Jurgens, con tinta de Brett Breeding, da una lección de narrativa en el cómic en el número 75 de la colección homónima, con una sucesión de páginas completas en movimientos de combate tanto de Superman como de Doomsday, que rompen con la acción y devenir del primero. En su aliento final, luchando ante una amenaza imposible, mientras que a su alrededor se concentran muchos de los secundarios principales.

Superman
Superman
Superman

Esa capa rota, convertida en poco menos que la bandera de todos, ante el escenario que plantea un mundo sin su protector principal, es el elemento que corona una historia trepidante, con contenido y hallazgos más allá de la grandilocuencia de su planteamiento.

Le sigue el funeral y primeros meses, donde se concentran los mejores números del tomo. Independientemente de los fuegos artificiales y potencia física de la batalla definitiva, es en estos donde de verdad se define lo que es Superman. Desde el sentir general en las calles, con sectas surgiendo de las cenizas, al duelo en Batman, Lois o los padres de Clark.

Roger Stern, el eterno infravalorado, dota de nostalgia inmediata al evento, sin haber siquiera enterrado el cuerpo, con diálogos muy acertados, que inciden en el trauma general y la ausencia de respuestas. Recoge perfectamente el testigo Louise Simonson para El día del funeral, sumando a través de la gente común a la idea de la negación y dolor por Superman.

Es en este último en el que Jon Bogdanove entregará su mejor trabajo del tomo. Su nivel a lo largo de los meses será irregular, con números en los que su estilo se ve superado por el argumento, pero aquí en concreto está soberbio, con acción más reposada, perfecto en la construcción de la ciudad de Metropolis, desde las clases más bajas a las altas compartiendo el mismo sufrimiento.

No baja el interés con Jerry Ordway y Tom Grummett (con tinta de Doug Hazlewood), que continúan elaborando dudas y misterios alrededor del personaje. Supergirl y Luthor se erigen como auténticos antagonistas, separados de los objetivos del resto, a tiempo que Lois y Pa y Ma Kent son los protagonistas para el nuevo sentir de las distintas colecciones.

Es interesante leer estas historias para comprender las virtudes como personaje de la reportera principal de Metropolis, mucho más que la pareja de Superman. Su altanería en el trabajo y trato humano, habitual en la serie, se ven desplazadas por la amargura, desde luego, pero también por una ternura por la familia de Clark, que se ve sostenida por el cariño en sus actos y diálogos con el resto.

Hay otros aspectos que han quedado desfasados con el tiempo, como la aparición de Gangbuster. Su diseño, apariencia y hasta nombre quedan subyugados a otro modo de entender el cómic. También lo es la obsesión de la época por la clonación, tan habitual en la cultura popular de los noventa y que ha quedado desplazada por otros sentires y tendencia a explicar de manera más pormenorizada todo.

El tebeo toma un nuevo rumbo con la aparición de las cuatro versiones de Superman, con un tono más cercano a la acción desenfrenada y menos dado al drama y momentos íntimos. El diseño de Superboy (Superman, sí) permanece impecable, tres décadas después, encontrando en la sencillez más absoluta el acierto total. También lo es el Cyborg, de nuevo muy deudor de su época, pero de igual modo interesante y distinto a lo que puede entenderse por el Hombre de Acero.

Los distintos guionistas implicados, mencionados y destacados, convencen sin acercarse a la brillantez de muchos de los momentos anteriores. Si bien la narración esconde trampas, sirven a un objetivo superior, ocultas bajo un dibujo notable, principalmente en lo que respecta a Dan Jurgens. Karl Kesel entra a guionizar y de igual modo convence en términos globales.
Superman
La vuelta de Superman, a pesar de ser un secreto a voces a largo de la obra, se siente especial, con una viñeta final de Jon Bogdanove que, de nuevo, es historia del personaje. La lectura en tomo permite comparar esta con la reacción de Luthor, Superboy, Lois y Steel, en el siguiente, obra de Dan Jurgens y Brett Breeding. La tendencia de estos por las viñetas de página completa germina en un acercamiento brutal al de Smallville. Todo sabe a Superman.

El final está a la altura, completando así un trabajo de años y dejando un terreno atractivo para el personaje en la entrada de la siguiente época. Una historia global, en conclusión, que sigue resultando estimulante y adictiva con el paso de los tiempos y que bajo la apariencia de un tebeo comercial más, esconde muchos aspectos positivos y de interés.

Lo mejor

• Es un cómic histórico, con un nombre y relevancia a la altura de pocos de DC Comics.
• Las escenas finales con Doomsday.
• Los momentos más íntimos de duelo, con Pa y Ma Kent y Lois.

Lo peor

• El dibujo de Jon Bogdanove, por momentos.
• Ciertos aspectos que han sido superados por el tiempo.



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