Javier Vázquez Delgado recomienda: Noche negra en Brest, de Damien Cuvillier, Bertrans Galic y Kris.

Portada Noche negra en Brest de Damien Cuvillier, Bertrans Galic y Kris.

Edición original: Nuit noire sur Brest FRA (Futuropolis, 2016)
Edición nacional/España: Noche negra en Brest (Cartem Cómics, 2022)
Guion: Bertrans Galic y Kris, adaptando el libro de Patrick Gourlay.
Dibujo: Damien Cuvillier
Color: Damien Cuvillier
Traducción: Marta Molina
Corrección: Helena Hernández
Realización técnica: Antonio de Diego
Formato: Cartoné. 80 páginas. 22€

De submarinos y espías.

«Soy el recuerdo oscuro, sin el que el día olvidaría que nació después de la noche.»

Cartem Cómics prosigue con su firme apuesta por el cómic europeo con Noche Negra sobre Brest, una obra que adapta la novela Nuit Franquiste Sur Brest de Patrick Gourlay, con guion de Bertrans Galic y Kris, y dibujo y color de Damien Cuvillier. Se trata de un cómic histórico relacionado con un suceso olvidado de la Guerra Civil Española sobre lo acaecido en la ciudad francesa de Brest durante el final del verano del 1937. Todo comenzó el 29 de agosto cuando un submarino republicano llego al puerto de la ciudad bretona tras unos problemas mecánicos quedando allí varado y provocando un conflicto diplomático ya que el gobierno francés, como la gran mayoría de los países europeos, se había declarado neutral en la contienda española y no quería intervenir de ninguna manera oficial. A los pocos días arribo a la ciudad un comando de espías franquistas que tenían el objetivo de hacerse con el control del submarino, pese al creciente aumento de las tensiones las autoridades francesas siguen sin hacer nada de manera oficial. Sin embargo, no sucede lo mismo con la población de Brest o con las agencias de espías que juegan un papel vital en la resolución de la historia.

Viñeta Noche negra en Brest de Damien Cuvillier, Bertrans Galic y Kris

Hace varias décadas que el género histórico es uno de los más populares del cómic franco-belga, en particular los relacionados con los conflictos bélicos que se produjeron en Europa durante la primera mitad del s. XX. Así que el mercado sigue produciendo una enorme cantidad de obras de este tipo, que casi siempre están bien resueltas y son muy sólidas tanto en guion como en arte, pero que rara vez resultan brillantes y memorables. El problema principal es que casi todas siguen unos parámetros similares, tanto en la estructura de la obra como en el estilo narrativo, lo que provoca una sensación de uniformidad que hace que el interés del lector en ellas provenga únicamente si le interesa el episodio en concreto que relata el álbum de turno, ya que la rigidez del producto hace que sea muy difícil encontrar algún elemento que la haga trascender ese interés. Pero como ya hemos dicho estos cómics históricos siguen vendiendo razonablemente bien así la industria no va a demandar ningún cambio. Noche negra en Brest es un producto de este tipo, pero se puede situar por encima de la media, aunque sin llegar a salirse del molde marcado.

Los autores encargados de adaptar la novela de Gourlay y convertirla en un guion de cómic son los franceses Bertrans Galic (Lorient, 1974) y Kris (Brest, 1974), seudónimo de Christophe Goret, dos guionistas que ya tienen una amplísima trayectoria en el medio tanto juntos como por separados, aunque en España no hemos podido leer muchos trabajos suyos. Del primero solamente se ha publicado este mismo año Fukushima. Crónica de un accidente sin fin (Planeta Cómic), y del segundo hemos podido leer el cuarto volumen de Infinity 8 (Dibbuks), Un saco de canicas (DeBolsillo) y Nuestra madre la guerra (Ponent Mon). El encargo de plasmar ese guion en imágenes es el también francés Damien Cuvillier (Picardía, 1987), un dibujante que también tiene una larga trayectoria del que en nuestro país hemos podido leer La guerra de los huérfanos (Norma) y Los zapatos rojos (Ponent Mon).

Página Noche negra en Brest de Damien Cuvillier, Bertrans Galic y Kris

Estamos ante una intriga de espionaje basada en suceso real, aunque muy poco conocido, que los autores toman como base para construir su historia añadiendo algunos elementos para dotar de sentido a la obra y ver la dimensión humana que no aparece en las crónicas de los hechos. Con estos ingredientes los autores tejen una historia repleta de diálogos contundentes, con un ritmo endiablado y las dosis justas de acción y misterio para que la tensión vaya cada vez en aumento mientras nos conduce a un clímax final magníficamente relatado. Entre tanto, a lo largo de las páginas de la obra podemos vislumbrar parte del trasfondo histórico, político y social del momento, aunque de una forma bastante somera por las limitaciones de las 64 páginas que dura el cómic en sí.

Pese a que el protagonista de la historia es el anónimo agente X-10 que trata de evitar que los franquistas se hagan con el control del submarino, el personaje más interesante de la obra es Mingua, una prostituta descreída que hace tiempo que es consciente de lo que el mundo espera de las mujeres, algo que le ha hecho abandonar cualquier esperanza de obtener algo de felicidad y libertad. El resto de los muchísimos personajes que aparecen en el álbum están muy poco desarrollados, salvo alguna excepción puntual como el alférez de navío José Luis Ferrando Talayero, algo que le resta cercanía y profundidad a la obra, ya que en ningún momento conocemos los motivos que los llevan a actuar como lo hacen. Pese a ese inconveniente los autores manejan bien la trama ajustándola al número de páginas del que disponen.

Página Noche negra en Brest de Damien Cuvillier, Bertrans Galic y Kris

Cuvillier ya nos había demostrado de lo que es capaz en Los zapatos rojos, pero en esta ocasión va un paso más allá firmando un cómic esplendido que le hace brillar pese a las muchas imposiciones narrativas que tiene el cómic histórico francófono de corte más tradicional. Como en todo buen cómic de este tipo que se precie se puede apreciar un trabajo muy minucioso que se ve reflejado en todos los detalles que hay en cada viñeta que nos transportan a la época en la que sucede la obra, lo mismo que sucede con cada edificio, traje u objeto que aparece dibujado. Pero lo que más destaca de la obra son las escenas que transcurren dentro del submarino que consiguen transmitir esas atmosfera viciada y opresiva que provoca una tensión muy palpable ante la certeza del enfrentamiento inminente. Otro acierto es el color realizado mediante aguadas, de manera similar a las que emplea ese titan del dibujo que es Gibrat, que le dan a la obra una personalidad propia que la aleja de lo que suele ser habitual en este tipo de productos.

viñeta Noche negra en Brest de Damien Cuvillier, Bertrans Galic y Kris

La edición de Cartem es de gran calidad como viene siendo habitual en sus obras, como extras el tomo incluye un completísimo dosier a cargo de Patrick Gourlay que desgrana la historia real y sus protagonistas que complementa a la perfección el cómic. El único pero que se puede poner a la edición es que han cometido un error en la traducción de las palabras scénario y dessin, dos términos que cuando se está haciendo referencia a las tareas de unos autores de cómic no significan escenario y diseño como han traducido de manera equivocada sino guion y dibujo respectivamente. Pero es un error minino que en ningún caso empaña la gran labor que está haciendo la editorial hasta el momento.

Noche negra sobre Brest nos relata un episodio real muy poco conocido de la Guerra Civil española que Bertrans Galic y Kris convierten en una tensa historia de espías con bastante solvencia y un dibujo muy destacado obra de Damien Cuvillier.

Podéis ver el tráiler de Noche negra en Brest que ha preparado Cartem Cómics pulsando el play.

Lo mejor

• El aroma de historia de espías clásica que tiene la obra.
• Las escenas de la lucha por el control del submarino.
• Mingua descubriendo desde pequeña que es lo que el mundo espera de las mujeres.

Lo peor

• Las 64 páginas de historia se quedan muy cortas para una historia con tantos personajes.



Ver Fuente

Comentarios

Entradas populares