Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Now! Deluxe. Iron Man de Kieron Gillen 3. Los Anillos del Mandarín
Edición original: Iron Man 23-28, Annual 1 y Original Sin 3.1-3-4 USA (Marvel Comics, 2014)
Edición nacional/España: Marvel Now! Deluxe. Iron Man de Kieron Gillen 3. Los Anillos del Mandarín (Panini Cómics, 2020)
Guion: Kieron Gillen y Mark Waid.
Dibujo: Álvaro Martínez, Agustín Padilla, Marcos Markz, Cliff Richards, Mark Bagley, Derlis Santacruz y Luke Ross.
Formato: Tomo en tapa dura. 280 páginas. 28€
Y los anillos del Mandarín… ¿Pa Cuándo?
Como ya hemos explicado a lo largo de las dos reseñas que preceden a ésta y que recorren la etapa de Kieron Gillen en Iron Man, si algo caracteriza al run de este autor es la orientación pulp de la misma. Comenzando con una aventura de espionaje industrial que ayudara a entroncar con la etapa anterior sin que el lector se desubicara demasiado, en cuanto pudo, Kieron Gillen se llevó al personaje al espacio, convirtiéndolo en una especie de Flash Gordon moderno.
El resultado, aunque por lo que fuera bastante olvidado hoy en día, fue el de unos cómics quizás no muy buenos, pero sí muy entretenidos que abordan una faceta más pulp de Iron Man en términos actuales que no veíamos quizás desde el origen del personaje, con aquel Invencible Iron Man secuestrado por malvados comunistas que directamente, aunque con innegables elementos de propaganda belicista, heredaba su enfoque de las novelitas pulp (como el resto de historias creadas en los comienzos sesenteros del Universo Marvel).
Por otro lado, Gillen decidió jugar con el origen del personaje, y no con su origen superheroico, esto es, la forja de la armadura y la enfermedad que le obligaba a llevarla, si no con el origen biológico de Tony Stark, a quien situaba como hijo adoptivo de Howard y María Stark, y hermano también adoptivo de Arno Stark, ese Iron Man 2020 de nuevo cuño que sin embargo, rescataba un personaje existente de los anales históricos de Marvel Comics.
En la etapa conoceríamos diversos personajes secundarios como Marc, quien más tarde sería la nueva pareja de Pepper, o el interesante como el robot soviético Udarnik, o Registrador 451, que hacía las veces de cronista, sidekick y confesor del playboy reconvertido en aventurero espacial.
En este tomo, se rescata un clásico artefacto maligno relacionado con Iron Man casi desde la génesis del personaje, los Diez Anillos del Mandarín. El Mandarín, nacido en Tales of Suspense #50 de la mano de Stan Lee y Don Heck en Febrero de 1964, es concebido como una suerte de adaptación del pulpero Fu Manchú en clave Marvel. Un villano malvado y con deseos de dominación mundial, que si bien resulta honorable en el trato hacia sus enemigos, no dudará en destruirlos para lograr sus objetivos, ayudado por los diez anillos de poder llegados desde una nave alienígena con los que se hizo en el pasado.
Pues bien, no veremos al Mandarín en este tomo, pero sí a sus diez anillos que van cambiando de mano en mano en una aventura de persecución en la que los enemigos de Tony, quien es ayudado aquí por su hermano Arno parecen ir siempre un paso por delante, hasta que es Malekith quien en posesión de los anillos será el enemigo a batir.
En este punto, Gillen juega con mitología no ya del propio Iron Man, o creada por el autor para la ocasión, si no que toma prestado a uno de los mayores enemigos de Thor, el Elfo Oscuro Malekith para añadir un toque de magia a su epopeya espacial.
El resultado es un entretenido tomo con dibujo de varios artistas como Luke Ross, artista principal, apoyado por Joe Bennett (a quien hoy conocemos mejor gracias al Inmortal Hulk), Álvaro Martínez, Agustín Padilla, Marcos Markz, Cliff Richards o Derlis Santacruz que llevan a cabo una labor coordinada y solvente que hacen de este tomo una aventurar entretenida e imprescindible para quienes busquen algo nuevo con el personaje.
Pero no terminamos aquí, y es que el tomo cierra con el tie-in de Iron Man con Pecado Original, el decepcionante evento de Jason Aaron y Mike Deodato Jr., en el que los peores secretos de los principales personajes de Marvel eran revelados a través de uno de los ojos de Uatu, el Vigilante.
Si bien este evento, fue como decimos, una aventura bastante decepcionante como cómic y como evento en sí mismo, la realidad es que resultó interesante de cara a algunos de los tie-in que planteó, puesto que era en ellos en los que se desarrollaba el secreto oculto de cada personaje por separado.
Si bien todos ellos se alumbraban por continuidad retroactiva, algunos resultaban más creíbles que otros. Y uno de los más verosímiles y entretenidos de leer es el de Tony Stark, con guión de Mark Waid y dibujo del siempre increíble Mark Bagley, en el que se revela que Stark alteró la Bomba Gamma de Bruce Banner pocas horas antes de la prueba efectuada con ésta, prueba que salió mal y que creó al Increíble Hulk cuando Banner apartó al rebelde (y estulto) Rick Jones del accidente.
De este modo, Stark se convierte en última instancia, en el culpable de la existencia de Hulk, algo que Banner no puede soportar, liberando al monstruo para que éste se encargue de Iron Man.
Una aventura que si bien se queda en nada por el funcionamiento de este tipo de cómics y de universos, resulta marcadamente entretenida.
Lo mejor
• Que no solo no se abandone el tono pulp si que se le añadan elementos fantásticos.
• El Iron Man más original del Siglo XXI.
Lo peor
• Excesivo baile de dibujantes, pero por decir algo malo.
Ver Fuente
Comentarios
Publicar un comentario