Javier Vázquez Delgado recomienda: 100% Marvel HC. Viuda Negra: Hogar, Dulce Hogar
Edición original: Black Widow vol.3 1-6 USA (Marvel Comics, 2004)
Edición nacional/España: 100% Marvel HC. Viuda Negra: Hogar, Dulce Hogar (Panini Cómics, 2020)
Guion: Richard K. Morgan
Dibujo: Bill Sienkiewwicz, Goran Parlov
Entintado: Bill Sienkiewicz
Color: Dan Brown
Formato: Tapa Dura. 152 páginas. 20,00€
Una Viuda Negra ¿crepuscular?
«La falta de oportunidades, Phil. Contra eso están la mayoría de las mujeres»
Incluso con película de por medio, la Viuda Negra no es precisamente una fan-favorite. Su intrincada trayectoria editorial así lo demuestra. Personaje sin superpoderes siendo además una mujer en un universo –Marvel– y un mercado -superhéroes- extremadamente masculinizado, contar historias de las Viuda Negra en solitario estaba lejos de ser una prioridad para la Casa de las Ideas. En esto que a finales de los 90 se lanza un nuevo sello dentro de Marvel llamado Marvel Knights dirigido por Joe Quesada y Jimmy Palmiotti. Los jóvenes editores, centrados sobre todo en héroes de corte urbano, tienen la brillante idea de ofrecerla a Devin Grayson la posibilidad de ser la primera mujer que escribe un cómic de la Viuda. De aquí surgirían dos miniseries de 3 números (1999-2000, 2001) ilustradas por J.G. Jones y Scott Hampton respectivamente. En la segunda de ellas, colaboraría con Grayson el que sería su sustituto en una tercera miniserie (2003), Greg Rucka. Esta tercera miniserie cambiaría de sello y pasaría a editarse bajo el paraguas de la marca MAX, línea de Marvel pensada para contar historias de un tono adulto.
En Marvel pensaban que un personaje más ambiguo como la Viuda tenía un encaje perfecto en la sensibilidad “adulta” de la línea MAX por lo que siguiente proyecto protagonizado por Natasha Romanoff seguiría formando parte de la línea pero tendría un enfoque ligeramente distinto. La editora Jennifer Lee quería una visión nueva y fresca del personaje y buscaría el talento fuera de los círculos de las editoriales de cómic. Impresionada por su forma de escribir personajes femeninos, Lee contactó con el escritor Richad K.Morgan. Morgan había sido un profesor de Lengua en el Reino Unido que escribía en sus ratos libres y que había pegado el pelotazo en 2002 con su primera novela, Altered Carbon (15 años después se convertiría en una serie para Netflix). El famoso productor Joel Silver había pagado 1 millón de dólares por los derechos de la novela y Morgan pudo dejar la enseñanza y convertirse en escritor a tiempo completo. El estilo de Morgan mezcla hábilmente el tecno-noir con tramas que destilan un aroma a thrillers de la guerra fría. Si bien es cierto que la mayoría de sus protagonistas son hombres, sus personajes femeninos se caracterizan por una notable construcción psicológica y una calculada ambigüedad. No es el momento para analizar los libros de Morgan pero si algún lector quiere darle una oportunidad, personalmente recomiendo empezar por Leyes de Mercado, que para mí sigue siendo su mejor novela y que, desde 2020, disfruta en España de una nueva edición a cargo de Gigamesh.
Morgan plantea una historia claramente fuera de continuidad, con una Natasha más cerca de los 40 años que de los 30 según palabras del propio escritor, retirada en Nuevo México y disfrutando de la lectura y el descanso. La paz no durará puesto que un asesino intentará acabar con ella y así dará inicio la trama de esta serie de seis números que en EE.UU. se llamó Homecoming y en España Hogar, Dulce Hogar. La Viuda, ayudada por un ex-agente de SHIELD, intentará averiguar quién está matando a otras Viudas Negras retiradas y escondidas en EE.UU. en un relato en el que acabará por viajar a Rusia para resolver el misterio.
La personalidad del escritor queda marcada desde la primera página. Hogar, Dulce Hogar es una historia con unos temas muy claros. El más importante es la reflexión sobre la estructura patriarcal que dio origen al programa de las Viudas Negras y la Habitación Roja. Incluso teniendo en cuenta que la mirada de Morgan sigue siendo masculina, sus reflexiones son arriesgadas y, en ciertos casos, no exentas de polémica. Natasha es caracterizada como un personaje que niega ser objetivizada por los hombres, quienes de una manera u otra quieren ejercer control o violencia sobre ella. Natasha también se piensa a sí misma como -una- consecuencia de esa mirada masculina en sus reflexiones sobre el maquillaje o la maternidad. Es particularmente llamativo cómo no duda en sexualizarse si eso le permite alcanzar sus objetivos al mismo tiempo que sus diálogos internos muestran lo que le desagrada hacerlo.
Otros temas que también son importantes en este cómic son la corrupción de la colaboraciones público-privadas especialmente desde el lado empresarial y la lucha contra el condicionamiento no solo cultural sino también “educativo”. Morgan apuesta claramente por una historia de diálogos e interacciones más que de acción, con tan solo dos set-pieces de pura violencia, lejos además de ser nada épicas. No todo encaja en la visión de Morgan, quien creo que se pasa de frenada intentando retconear ciertos aspectos del lore de la Viuda o tratando de explicar cosas que nadie había reclamado. Con retconeo me refiero a la revelación de que las Viudas son controladas por “perfume” (¿feromonas?) y que su deserción de la URSS fue provocada por Nick Furia al conseguir la fórmula y “sugerirle” que se uniera al bando de los norteamericanos. Por cada explicación que es lógica (el falso pasado de las Viudas como bailarinas de ballet) hay una que bordea el absurdo (porqué Natasha abandonó sus brazaletes).
El volumen está dibujado por Bill Sienkiewicz y Goran Parlov. Sienkiewicz hace un trabajo muy sólido y, avisados estáis, muy poco experimental. Quien busque al Sienkiewicz más atrevido no lo encontrará aquí salvo en escasos momentos como en la estructura y narración de los flashbacks. Parlov hace un trabajo sensacional imitando el estilo de Sienkiewicz hasta el punto de ser realmente difícil saber cuándo termina un dibujante y empieza el otro. El particular estilo del dibujante puede echar a más de un lector para atrás pero su capacidad de crear atmósferas y el tono de realismo “sucio” encajan a la perfección en el relato creado por Morgan. Que el trazo pueda ser considerado “feísta” no resta un ápice de fuerza a los lápices de Sienkiewicz, especialmente brillantes en el rango de expresiones con el que dibuja la cara de Natasha. Teniendo todo esto en cuenta a nivel artístico, es un poco lamentable -aunque entendible a nivel de marketing únicamente- que Marvel le encargara las portadas de la serie nada menos que a Greg Land, conocido por su objetivización del cuerpo femenino.
En conclusión, una muy entretenida historia de espías con brillantes diálogos y plagada de ideas (muchas utilizadas en la versión del UCM del personaje). Dibujada además con oficio y detalle. En Marvel quedarían satisfechos con el trabajo de Morgan, recordemos que era su primer trabajo en el mundo del cómic, y le encargarían una continuación en la que el escritor británico expandiría su visión del personaje utilizando conceptos creados por sus antecesores. Pero, como se suele decir, eso será tema para otra reseña
Lo mejor
• La caracterización de esta Viuda Negra más parecida al Old Man Logan que a la clásica vengadora
Lo peor
• Los puntos más interesantes del discurso de Morgan quedan un tanto diluidos en la trama
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