Javier Vázquez Delgado recomienda: La flor que parecía bailar 1, de TSUKAHARA Saki
Edición original:Makotoshiyaka ni Mau Hana Wa (まことしやかに舞う花は, Printemps Shuppan, 2019).
Edición nacional/España: La flor que parecía bailar, Arechi Manga, 2022.
Guion: TSUKAHARA Saki
Dibujo: TSUKAHARA Saki
Demografía y género: BL, amor, drama, histórico.
Traducción: Daruma Serveis Lingüístics SL.
Formato: Tomo B6 (128×182), rústica, tapa blanda con sobrecubierta, 224 páginas. 9,00€, único volumen, sentido de lectura japonés.
Amores en tiempos revueltos
La flor que parecía bailar es un título diferente dentro del panorama editorial centrado en la demografía Boy’s Love, ya que nos presenta una historia de amor prohibida entre dos jóvenes en ls primeros años convulsos de la primera mitad de la era Showa (1926-1945). Esta historia se centra en la relación entre el joven Shotaro y Hanamachi, un onnagataque actúa como cantante y bailarina. Es una historia de amor que se aleja de los tintes trágicos y dramáticos al que nos tiene acostumbrado la literatura homosexual de IHARU Saikaku (1642-1693), como la obra literaria El gran espejo de amor entre hombres. Por suerte, los años no pasan el balde y el manga ha conseguido superar mostrando otra cara diferente a lo largo de los títulos que hemos visto publicados en nuestro país gracias a Arechi Manga. Otro punto a tener en cuenta y que es interesante tratar es la figura del onnagata, que entra de lleno en la cultura popular japonesa, sobre todo, relacionado con el teatro kabuki. Los onnagata eran jóvenes actores masculinos que se especializaron en representar papeles femeninos en las obras de teatro, ya que desde inicios de la era Tokugawa se prohibió que las mujeres fueren actrices. De esta manera el nuevo gobierno del shogunato intentó atajar de raiz el problema de la prostitución femenina en los barrios más populares de las ciudades japonesas. Sin embargo, este cambio de directriz de los Tokugawa acabó por crear y potenciar la prostitución masculina entre los jóvenes actores y los acaudalados espectadores que acudían a los teatros de kabuki. Además, la figura del onnagata se convirtió en una sublimación de la feminidad y del estereotipo de mujer que se potenciaba en este espectáculo teatral a diferencia de las drag queens que son la representación de la transgresión de géneros y de lo que se considera como representación de la feminidad y de la mujer. Si entendemos la figura del onnagata llegamos a enteder el tipo de relación amorosa que se crea entre Shotaro y Hiruomi, que entraría de lleno en la tradición literaria japonesa de este tipo de amoríos.
El contexto histórico de La flor que parecía bailar
El trasfondo histórico de este manga es el protagonista silencioso de esta obra. Al principio de la era Showa, un joven Shotaro se ríe de Haruomi, quién desea dedicarse al baile, y le dice que odia su estilo artístico. Pero al cabo de poco tiempo se arrepiente de ello e intenta disculparse por su actitud, ya que nunca se ha perdonado de ello. Pero Haruomi continuó con su carrera artística y se ha convertido en uno de los onnagata más famosos de la época. La acci´ón empieza en 1941 cuando Shotaro regresa de Alemania y decide reencontrarse con su amigo de la infancia. Poco a poco los dos jóvenes van enamorándose el uno del otro pero las circunstancias vitales, sociales y políticas de la época no se lo pondrán nada fácil.
La historia de Shotaro, el bocchan de esta historia es capaz de enfrentarse a su destino para cumplir su promesa y la de renunciar a estar con su gran amor por salvarle la vida. Además, Shotaro se ve en la tesitura de renunciar a sus deseos y todo lo que ello implica. Tampoco podemos olvidar que durante este periodo histórico las diferencias sociales estaban al orden del día y era un factor negativo más a tener en cuenta para entender el sufrimiento y las decepciones de los dos jóvenes amantes teñido, a su vez, de un suave y delicado erotismo que nos muestra la desesperación a la que pueden llegar a sentir por la mera frustración de no poder estar juntos. Teniendo en cuenta que la figura del onnagata e Eso sí, eran historias tristas y dramáticas que acababan siempre en una tragedia con la muerte de los dos amantes.
Una historia de amor y sentimientos a flor de piel
Bajo este contexto agobiante somos testigos de la asfixia de los protagonistas y del destino que les espera a ambos si continúan con los caminos que les han sido trazados. Sobre todo, esta asfixia la vemos en Shotaro, que al ser el heredero de una de las familias nobles del país se verá obligado a continuar con la tradición, aunque le suponga casarse a regañadientes para salvar la vida de su amigo evitando que vaya a la guerra. Precisamente, el conflicto bélico se convierte en el gran titiritero que mueve los hilos de los dos protagonistas que les harán plantearse su propia existencia. Entonces ambos se ven inmersos de lleno en una lucha constante para ser capaces de mantener una determinada imagen social, escondiendo a su vez aquellos sentimientos más fuertes y que les mueven a seguir luchando. En este caso, este manga se mueve continuamente entre el amor y la guerra, en lo que se desea y en lo que se reprime dotando a la obra de un gran dramatismo sentimental que no dejará al lector para nada indiferentes.
Precisamente, TSUKAHARA Saki se muestra como la gran artista que es al combinar a la perfección un estilo de dibujo gracil y elocuente, capaz de mostrarnos los aspectos más bellos de las artes escénicas y es capaz de dibujarnos con un sinuoso trazo la agilidad de Hiruomi como artista. Además, TSUKAHARA Saki realiza un gran trabajo de guionización al ser capaz de crear un argumento narrativo que se desarrolla con una gran rápidez y agilidad lectora que nos permite disfrutar de esta pequeña joya del manga. El dramatismo también se muestra en el guion por los resultados de los incidentes bélicos en los que ambos se ven involucrados, de esta forma las emociones están a flor de piel y se dejan notar en gran medida en las viñetas. El arte de esta obra es sublime y se nota en como representa a los dos amantes con una grandísima y bella delicadeza. Estamos seguros que los lectores de esta demografía les encantará este título y le darán la oportunidad que se merece. En cuanto a la edición solo nos cabe alabar a Arechi Manga por la calidad de este producto y que merece mucho la pena pagar por este título, ya que esta edición no tiene nada que envidiar a la publicada en Japón.
Lo mejor
• Una historia de amor homosexual en la primera mitad de la era Showa.
• El delicado dibujo de la historia.
• Una historia que emociona y que no acaba en tragedia.
Lo peor
• La brevedad de esta historia en un único volumen.
• Quien espere un final trágico y deprimente puede ser que no quede contento.
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