Javier Vázquez Delgado recomienda: ZN Indie: Novedades USA #68
The Vineyard #1
Guion: Brian Hawkins
Dibujo: Sami Kivelä
Color: Jason Wordie
Rotulación: Taylor Esposito
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $3,99
El buen vino requiere de un buen sacrificio. En los viñedos de esta serie el sacrificio son vidas humanas en nombre de Dionisio, el dios del vino, que a cambio bendice la cosecha de cada año. O eso es lo que creen el cabeza de familia de los Vines (nombre muy poco sutil, la verdad) y su hijo, creencia que la madre no comparte. El conflicto familiar es inevitable; si ya por cosas menores que asesinatos en nombre de un dios olvidado suelen producirse disputas en el seno de una familia, nada hace pensar que en esta familia serán felices.
A favor de la serie: los autores, Brian Hawkins y Sami Kivelä, nunca pierden el norte. Sus personajes forman el núcleo de la historia y todo el terror en The Vineyard sirve el propósito de diseccionar las disfunciones en una familia que no comparte los mismos valores. No hay nada gratuito o excesivo solo para vender cómics a base de escandalizar a los lectores. El dibujo de Kivelä, gracias a los colores de Jason Wordie, convierte un escenario tan apacible como un viñedo en un lugar fantasmal.
En contra de la serie: le falta empuje a este primer episodio. Más por la labor del escritor que por la del dibujante. Hawkins va sobre seguro en este primer número, limitándose a presentar argumento y personajes, y perdiendo la oportunidad de sorprender o de adentrarse en mayor profundidad en las ideas que examina. Algunas escenas se antojan largas y redundantes. ¿Era necesario que un personaje secundario diga al lector que un vino tan bueno solo se consigue «con tratos con el diablo»?
Valoración: Para quienes tengan interés por un curioso cómic sobre adoradores de Dionisio.
Dark Spaces: Wildfire #1
Guion: Scott Snyder
Dibujo: Hayden Sherman
Color: Ronda Pattinson
Rotulación: Andworld Design
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $3,99
Scott Snyder, siendo originario del mundo de la literatura, es proclive a la verborrea en sus cómics, un rasgo que muchas veces juega en su contra. Uno nunca sabe muy bien qué esperar de un cómic escrito por él, pero por lo general en el indie americano siempre suele mostrar su mejor cara, en buena parte porque sus desafortunados intentos de imitar a su amigo Grant Morrison se los reserva para sus series de superhéroes en DC Comics. Dark Spaces: Wildfire, co-creada junto a Hayden Sherman, es una buena prueba de esto.
Durante uno de los peores incendios de la historia de California, cinco bomberos forestales, quizás hartas de jugarse la vida por una sociedad que no aprecia su labor, toman una equivocada decisión que las llevará a su perdición. Como era de esperar, Snyder se explaya a gusto en cada página, pero cada línea de texto sirve para humanizar a las protagonistas de la obra, para permitirnos comprender su fatídica decisión. Los cuadros de texto íntimos se superponen con gran efectividad a las estupendos dibujos de Sherman, que alterna páginas dobles en las que las protagonistas no son más que diminutas figuras ante incendios desatados e incesantes lluvias de cenizas que atrofian pulmones con otras páginas donde vemos caras magulladas, manos lastimadas, sonrisas de compañerismo. Hay una página doble especialmente sobrecogedora y lograda de la cual el dibujante se siente orgulloso y motivos para ello no le faltan. La colorista Ronda Pattinson comprende que solo hay una forma correcta de dar vida a los lápices de Sherman: el fuego y la naturaleza de California poseen colores intensos y preciosos, que contrastan con las tonalidades grisáceas y apagadas que les espera a las protagonistas en sus vidas fuera del bosque.
El resultado de la unión de la prosa de Snyder, el dibujo de Sherman y los colores de Pattinson es la clase de cómic épico e intimista con el que el escritor sueña a diario pero nunca consigue crear en sus trabajos de superhéroes. En un solo número, los autores han conseguido ponerme en la piel de sus cinco protagonistas, hacerme sentir las luchas de estas mujeres como las mías y querer verlas triunfar a pesar del aciago destino que las espera. Desearía apartar la mirada, pero me es ya imposible.
Valoración: Excelente debut de la nueva iniciativa de cómic de autor de IDW. Recomendado a todos los lectores con ganas de leer un buen thriller.
Rogue’s Gallery #1
Guion: Hannah Rose May (argumento de Hanna Rose May y Declan Shalvey)
Dibujo: Justin Mason
Color: Triona Farrell
Rotulación: Hassan Otsmane-Elhau
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $3,99
No hay nada más desagradable en redes sociales que la reacción de un fan inmaduro si su franquicia favorita está tomando una dirección que no le gusta. Pero ¿qué pasaría si varios fans tóxicos fueran más allá y decidieran asaltar el hogar de la actriz que consideran está arruinando su superhéroe favorito? En opinión de la debutante guionista Hannah Rose May, la situación desembocaría en mucha violencia.
Eso no significa que la escritor sea perezosa y esté recurriendo a algo tan universal como los golpes y la sangre para paliar una falta de ideas o experiencia. Al contrario, la autora nos ofrece uno de los retratos más certeros de los fandom «tóxicos» que se pueden leer en el indie americano. Sus personajes no son una parodia, sino una réplica exacta de los fans desquiciados que encontraríamos en Twitter quejándose de las últimas novedades de Star Wars. Esta clase de fans de vez en cuando se excede como los personajes de este cómic; quizás no hasta el extremo que vemos en este cómic, pero ahí reside el mayor acierto del guion: hacer plausible que un grupo de personas se llegue a identificar de tal manera con una franquicia de entretenimiento que, influenciados por las redes sociales, se dispongan a cometer majaderías.
Dibujando esta historia siniestra tenemos a Justin Mason, dibujante especializado en superhéroes que sabe contenerse cuando la situación lo requiere. Cuenta con la inestimable ayuda de Triona Farrell, cuyos colores acentúan las diferencias entre la realidad y la perversa ficción en la que quieren vivir los personajes. La labor de ambos tiene como resultado un cómic de acción con el dinamismo necesario para hacernos disfrutar de los golpes y también con un regusto realista que nos recuerda que estos fans no existen solo en los cómics.
La sangre no brota hasta llegar a la última página del cómic, un momento genial, la culminación de los autores llevando a sus criaturas al extremo. Me dejan con muchas ganas de leer qué les sucederá a ellos y a su victima. Y de ver mucha sangre.
Valoración: Sorprendente debut cuya sinopsis oficial no le hace justicia. Para quienes estén hartos de las guerras de fans en Twitter y quienes quieran una serie del subgénero home invasion
Above Snakes #1
Guion: Sean Lewis
Dibujo: Hayden Sherman
Color: Hayden Sherman
Rotulación: Hassan Otsmane-Elhau
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $3,99
Los guiones de los cómics de Image, a pesar de no tener la editorial a un editor que coaccione a los autores, suelen tener ciertos rasgos en común. Da igual el género, el argumento o el perfil de los autores: probablemente habrá un héroe al que le hace falta una sesión de terapia personal y que vive una aventura cuyo tono y estructura está influenciada por Breaking Bad o la serie/película del momento. Y, por supuesto, habrá algún elemento surrealista y extravagante (por ejemplo, una muñeca hinchable como novia) de por medio para hacernos reír un poco y pensar que el cómic es único e inimitable.
Above Snakes, western con elementos de fantasía, se aproxima peligrosamente a esta clase de cómic marca Image. Se salva de una valoración negativa gracias a dos cosas: las estupendas ilustraciones de Hayden Sherman y la astucia de Sean Lewis, quien entiende que no hay mejor forma de usar tropos que emplearlos para guiar al lector y ahorrarse explicaciones innecesarias. Al despojarse el guion de todo elemento superfluo que no aporte nada a la historia de venganza que se nos quiere narrar, Lewis y Sherman pueden poner toda su atención en situaciones divertidas y un ritmo que impida aburrirse, dos ingredientes que demuestran dominar en este número.
Valoración: Notable debut de una serie que gustará a fans de vaqueros sedientos de venganza.
The Magic Order 3 #1
Guion: Mark Millar
Dibujo: Gigi Cavenago
Color: Valentina Napolitano
Rotulación: Clem Robins
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $3,99
El primer número de una serie escrita por Mark Millar nunca puede o debe interpretarse como el pronóstico de la calidad final de esa serie. El guionista domina a la perfección el arte de escribir inicios prometedores, pero no tanto el de llevar a buen puerto sus ideas. Sin embargo, para qué negarlo, incluir un cómic de Millar en esta sección suele generar un número de visitas mayor de lo habitual, de modo que no puedo desperdiciar la oportunidad de hablar de este tercer volumen de The Magic Order.
Como ya hiciera el segundo volumen, que concluyó tan solo hace unos mes, The Magic Order 3 lleva al clan de magos Moonstone afuera de América, en este caso al continente asiático. Nuevamente, como era de esperar, Millar demuestra saber escribir una correcta historia de presentación, con buenas ideas y un argumento intrigante. Los personajes no han evolucionado nada desde el primer volumen, solo tienen un rasgo que los define («la hija rebelde», «el patriarca», etc.), pero son simpáticos y el escritor hace buen uso de sus personalidades unidimensionales.
No obstante, el mayor acierto de Millar lo encontramos fuera de las viñetas: Gigi Cavenago, dibujante italiano curtido dibujando a Dylan Dog, resulta ser una gran elección para este volumen. En sus manos la serie retiene el glamour de Olivier Coipel y la espectacularidad de Stuart Immonen, dibujantes del primer y segundo volumen respectivamente, y además se adentra en el género del terror con total naturalidad. Por algo es uno de los dibujantes más populares de la editorial Bonelli. Y si además cuenta con la ayuda de la colorista Valentina Napolitano, increíblemente versátil y con gran ojo para encontrar las tonalidades adecuadas para escena, pues estamos hablando de uno de los cómics más bonitos de Image este año. Aunque la historia de Millar termine siendo una decepción tan grande como la de Prodigy, dibujo y color podrían hasta justificar la lectura.
Valoración: Compra obligatoria fans de Mark Millar y, si es que los hay, fans de The Magic Order. Si os mola el arte de la serie y no esperáis un guion de alto nivel, seguramente os gustará. El resto, esperad a la reseña del volumen completo.
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