Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Saga. Caballero Luna 3. Dios y Patria
Edición original: Moon Knight 14-19 y Annual 1 USA (Marvel Comics, 2008)
Edición nacional/España: Marvel Saga. Caballero Luna 3 (Panini Cómics, 2022)
Guion: Mike Benson y Duane Swierczinsky.
Dibujo: Mark Texeira y Jefte Palo.
Formato: Tomo en tapa dura. 192 páginas. 21 €
El Puño más sangriento de Konshu
Sin duda, los cómics como cualquier otro producto cultural, son hijos de su época, y esto se hace especialmente notable en los de género superheroico. A quienes hemos leído determinadas obras al tiempo de su publicación mes a mes en librerías, nos cuesta ver que algunas épocas pasaron y que quizás esos cómics que leíamos o no eran tan buenos como pensábamos, o no se entienden fuera de los años en los que fueron concebidos y creados.
Esto ocurre especialmente con el Caballero Luna de los primeros años del presente siglo. El nuevo milenio reclamaba nuevas formas de hacer cómics, nuevas técnicas narrativas y nuevas formas de impactar al lector, y fruto de todo aquello nacieron unos cómics no tan excesivos como los de la década de los noventa en cuanto al dibujo, pero si muy violentos y oscuros en algunos casos.
De este modo, el volumen quinto del Caballero Luna, es posiblemente el más violento del personaje a lo largo de su historia editorial, con una violencia que quizás, cuando la leíamos mes a mes nos parecía más o menos entretenida o acorde a la época, pero que hoy no ha sobrevivido al paso del tiempo.
Así, quienes pensaran que la labor de Charlie Houston y David Finch, contenida en los dos anteriores volúmenes estaba “pasada de rosca” respecto a los actos del personaje protagonista, es porque no han leído la etapa siguiente dentro de este volumen, con Mike Benson al guión y Mark Texeira al dibujo.
El tomo comienza con el enésimo intento de reconciliación entre Marc Spector y Marlene, una de las tramas recurrentes del renacimiento del personaje para el Siglo XXI, el cual obviamente se ve frustrado por culpa de los demonios interiores de la cabeza de Marc, que, más allá de su personalidad múltiple, tienen que ver con su inexplicable devoción a Konshu y con esa sed de sangre que no es capaz de apaciguar.
Movido por dicha venganza interminable, Marc decidirá ir a por el responsable de dejar paralítico a Frenchie, sin ni siquiera pensar si dicho criminal está ahora rehabilitado o no, entrando en una espiral de violencia y dolor que lo alejará una vez más de todos sus amigos y conocidos que ya en este punto, lo dejan por imposible.
Aprovechándose del estado mental de Marc, cada vez más roto e incontrolado, tanto Konshu, quizás aquí más malvado que en ninguna otra encarnación en Marvel, como Carson Knowles deciden jugar con el Caballero Luna, buscando donde está el punto de quiebro mental absoluto del vigilante, el cual en este punto no es ya ni héroe, ni antihéroe, si no un villano más que perdió el norte tiempo ha.
Las escenas de violencia son constantes, gratuitas e injustificadas, y esto lo que más lastra este tomo, el cual por otro lado, plantea ideas interesantes, como la investigación de Tony Stark como Director de SHIELD, quien considera que hay que parar al Caballero Luna que no tiene cabida en su nuevo mundo de héroes registrados, pero que le va dando oportunidades recordando lo que una vez fue.
Sin embargo, esta trama está poco desarrollada y queda sepultado entre tanto golpe, caras rajadas y pieles arrancadas de la cabeza de los enemigos, en un efectismo visual que no solo no aporta nada al cómic si no que lo hace peor.
El dibujo de Mark Texeira da en la clave de lo que Benson quiere contar en su historia, y en ese sentido resulta especialmente gráfico dado su tono violento y falsamente realista, por lo que no solo cumple lo que promete, si no que pasa con nota, aunque la propuesta del escritor sea en mi opinión, completamente fallida.
Algo más de calidad tiene el primer anual del personaje dentro de su quinto volumen, con guion de Duane Swierczinsky y dibujo de Jefte Palo, el cual (como se muestra en las imágenes de la presente reseña) muestra una terapia de grupo entre varias mujeres víctimas de agresiones sexuales que termina con un misterioso Caballero Luna haciéndose cargo del violador en cuestión como es de esperar, aplicando la Ley del Ojo por Ojo.
El tono de esta historia es idéntico a la del resto de las que ocupan este volumen, pero Swierczinsky sabe llevar mejor a cabo la labor de escritura y hacer más creíble y menos efectista la oscuridad y agresividad del personaje.
Lo mejor
• El número anual, hijo de su tiempo pero un muy buen cómic.
Lo peor
• La oscuridad, intensidad y violencia gratuita y excesiva que impregna todo el tomo.
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