Javier Vázquez Delgado recomienda: Power Rangers VS. Teenage Mutant Ninja Turtles
Edición original: Mighty Morphin Power Rangers/Teenage Mutant Ninja Turtles #1-5 (BOOM! Studios, 2019)
Edición nacional/España: Power Rangers VS. Teenage Mutant Ninja Turtles (Moztros, 2022)
Guion: Ryan Parrott
Dibujo: Simone Di Meo
Color: Walter Baiamonte
Formato: Cartoné. 144 páginas. 22 € €
EL CROSSOVER QUE NADIE PIDIÓ PERO TODOS QUERÍAN
Los crossovers son algo distinto. Una especie en sí misma dentro del mundo de la narrativa. El concepto de unir a varios personajes de distintas franquicias en una misma historia siempre ha llamado poderosamente la atención del público. Los lectores de cómics estamos más que acostumbrados a ello y el resto del mundo empezó a estarlo, en gran parte, gracias al Universo Cinematográfico de Marvel, suponiendo esta una de las razones principales de su éxito. Algunos crossover están más inspirados. Otros, no tanto. La mayoría de las veces, el tan criticado fanservice suele esgrimir las batutas de estas historias, con las ventajas y desventajas que ello supone.
Cuando allá por 2019 se anunció que se iba a publicar en el mercado norteamericano una miniserie de cinco números en la que iban a converger dos franquicias como los Power Rangers y las Tortugas Ninja, la reacción general se dividió entre escepticismo y excitación. No es que los lectores no tuvieran ganas de leer una historia así, pero si tenemos en cuenta la calidad media de este tipo de producciones en la industria del cómic y, más concretamente, el historial no del todo excelso de cómics basados en grandes franquicias que IDW atesora, había que hacer un ejercicio de fe para confiar en que la cosa iba a salir bien.
Por suerte para aquellos practicantes de la fe powertortuguil más devota y al contrario de en muchos de los proyectos de este tipo, en este caso los mimbres eran más que prometedores.
Los mimbres
Este cómic surgió en un contexto comercial muy favorable para las ambas franquicias implicadas. El reinicio de Las Tortugas Ninja de IDW estaba triunfando en el mercado norteamericano entre crítica y público. Las aventuras de nuestros caparazuelos favoritos eran y son, de hecho, una de las pocas alegrías estables de una IDW que lleva de capa caída unos cuantos años.
El reinicio de los Power Rangers de BOOM! Studios, por otro lado, también estaba teniendo muy buena acogida. La franquicia, tras muchos años de proyectos desafortunados en otros medios, había encontrado un enfoque con el que agradaba a los seguidores más veteranos a la vez que llamaba la atención de los lectores más noveles. En un medio que permitía el desarrollo y la valentía creativa que los personajes llevaban tiempo necesitando, la franquicia seguía expandiéndose de forma sólida como parte de un plan editorial con el que BOOM! ha conseguido alzarse entre las editoriales más exitosas del panorama indie norteamericano actual.
El buen estado de forma de ambas franquicias ya propiciaba que un crossover entre ambas generase mucha expectación. Pero la expectación no sirve de nada si luego la ejecución no acompaña. Por eso, los encargados de convertir esta idea loca en realidad tenían que ser los adecuados. Con Walter Baiamonte al color, Simone Di Meo al dibujo y Ryan Parrott, uno de los grandes guionistas de los Power Rangers, al mando de los guiones, el panorama pintaba más que prometedor.
En España
El contexto en el que se publica este crossover en España tiene un gran parecido al del mercado norteamericano. Durante muchos años, los lectores españoles habían oído los múltiples elogios que estaban recibiendo los nuevos cómics de las Tortugas Ninja y de los Power Rangers, pero sin la fortuna de poder catarlos en primera persona. No fue hasta hace bastante poco que ECC Cómics comenzó a publicar, para sorpresa y goce de muchos, el reinicio de Las Tortugas Ninja de IDW.
Tras unos meses en los que los primeros números de las Tortugas fueron acogidos con entusiasmo (llegaron a ser difícil de conseguir por momentos), otra noticia cogió por sorpresa a todo el mundo: Moztros anunciaba salía a la luz como una nueva y prometedora editorial centrada en publicar cómic independiente norteamericano; y una de sus nuevas licencias era, ni más ni menos, que la de los nuevos Power Rangers, cuyos primeros números también fueron acogidos con mucha expectación por estos lares.
En resumen, mientras que hace relativamente poco tiempo ni siquiera esperábamos ver ninguna de estas dos franquicias publicadas en territorio español, los engranajes editoriales se han movido de la forma justa y apropiada para propiciar que el lanzamiento de un crossover entre los Power Rangers y las Tortugas Ninja haya pasado de ser un sueño imposible a una realidad.
Como detalle, comentar que tiene sentido que la editorial encargada de publicar el crossover haya sido Moztros y no ECC, ya que si nos fijamos en el cómic en su versión original, pese a que aparecen los logos de ambas editoriales en los créditos, también se indica claramente que quien los publica es BOOM! Studios, poseedores de los derechos de los Power Rangers y, por tanto, entendemos que también los principales administradores de los derechos de este crossover. Al tener Moztros los derechos de publicación de los Power Rangers en España, es natural que sean ellos quienes publiquen la obra.
El cómic
El cómic en sí no tiene mucho que desgranar sin entrar en spoilers que afectarían notoriamente a la experiencia. En él encontraremos todo lo que podríais esperar y más de este crossover desde el punto de vista del fanservice, pero barnizado siempre por la capa de buen hacer que le aportan sus excelentes autores.
La labor de Ryan Parrott a los guiones es fundamental para lograr esto. Se nota que conoce perfectamente a los personajes (en especial a los Power Rangers, que para algo los ha estado guionizando). Gracias a este conocimiento, la forma de actuar de cada personaje parece “lícita”, natural, real. Es decir, no transmiten la sensación de que Parrott esté “jugando con sus juguetes” y haciéndolos actuar de formas forzadas que quedan como un pegote (un problema habitual en los crossovers), sino todo lo contrario: pese a todas las interacciones repletas de fanservice que se concatenan a lo largo de las aproximadamente 120 páginas de historia, en casi todo momento parece que la trama sigue su curso de forma espontánea y simplemente, por casualidades de la vida, los personajes de estas dos franquicias han acabado encontrándose. Todo ello se ve acompañado de pequeños detalles sueltos que crean la sensación de un mundo más cohesionado, como el hecho de que las Tortugas Ninja conozcan a los Power Rangers y, de hecho, sientan admiración por ellos… y les flipen sus robots gigantes.
Otro de los principales culpables de que esta colisión de mundos parezca tan natural es el dibujo de Simone Di Meo, quien es capaz de presentar un estilo bajo el cual los personajes de ambas franquicias y los entornos que frecuentan brillen bajo una estética completamente compatible.
Además, Di Meo es capaz de impregnar al cómic de un ritmo trepidante, con una narración visual clara con la que el lector nunca se siente confuso, suficientes elementos como para otorgar interés propio a cada viñeta y una experiencia general de lectura cuya fluidez es digna de un auténtico Ninja Ranger. Además, es admirable la habilidad de Di Meo para ilustrar algunos de los conceptos más locos del cómic de forma que parezcan espectaculares en lugar de ridículos.
En resumen, Power Rangers VS. Las Tortugas Ninja es uno de los crossovers más satisfactorios que he leído en mucho tiempo, capaz de combinar el fanservice con el buen hacer de los autorazos implicados para ofrecer una historia que parece, desde el primer momento, otra aventura más dentro del canon de ambas franquicias.
Si tengo que ponerle una pega, diría que los dos números finales tienen que acelerar demasiado el ritmo para cerrar la historia y eso le acaba haciendo bastante mella a la experiencia de lectura final. Aun así, sigue siendo una obra muy recomendable para quienes gusten de cualquier de las dos franquicias y, por supuesto, una cita ineludible para quienes sigan las dos.
Lo mejor
• La naturalidad con la que interactúan los personajes.
• El espectacular dibujo de Simone Di Meo.
• Autocontenida.
Lo peor
• Los dos últimos números aceleran tanto el ritmo que acaban perdiendo impacto.
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