Javier Vázquez Delgado recomienda: Natasha, de Koldo Almandoz y Aritz Trueba
Edición nacional: Natasha. Nuevo Nueve Editores/Farmazia Beltza. Junio, 2022
Guion: Koldo Almandoz
Dibujo: Aritz Trueba
Formato y precio: Cartoné, 192 páginas. 22€
Natasha contra los delitos virales
«Esto no es Berlín… ¡Esto es Odessa!»
Muchas veces en los medios periodísticos se afirma, y con razón, que su trabajo trata con material sensible. No es como los cirujanos, como los ingenieros nucleares o como los maestros de escuela, pero los periodistas han de saber manejar la imagen, la reputación y el honor de las personas de una manera honesta, cuidadosa y veraz, siempre garantizando el derecho a la información de la ciudadanía. Es un equilibrio precario que casi siempre se rompe en contra de los más débiles debido a órdenes externas, presiones empresariales y editoriales de los medios, por el ansia del periodista a tener una noticia llamativa o por errores lamentables. Imagínense la misma situación en manos de profanos… No hace falta que lo hagan, ya lo pueden ver en todo momento en las redes sociales.
Natasha, escrita por Koldo Almandoz y con el arte de Aitor Trueba, habla de las consecuencias de una de estas publicaciones dañinas difundida en las redes sociales y de su profundo impacto negativo en la víctima y en su entorno.
Natasha es una adolescente que vive en un pueblo de Euskadi y tras una noche de juerga ve como un video con sexo explícito y consumo de drogas, donde ella aparece, es colgado en la red por sus compañeros masculinos. A partir de este instante su vida cotidiana se ve alterada y a pesar de ser la víctima en esta situación, pasa a ser acosada en las redes sociales, culpada por los estamentos públicos como la escuela y discriminada por sus vecinos. Para escapar de la presión y tras un proceso muy doloroso, se muda a la capital para seguir con sus estudios, pero su vida anterior la seguirá persiguiendo.
Está historia, basada en un caso real que acabó con el suicidio de la agredida, mantiene un tono aparentemente ligero, pero no olvida en ningún momento lanzar potentes cargas de profundidad contra el machismo generalizado en nuestra sociedad, contra la falsa equidistancia y contra el hostigamiento a las víctimas.
En realidad, la difusión pública de estas imágenes privadas en la red y el acoso virtual posterior no son más que nuevas encarnaciones de unos comportamientos seculares que tienen sus raíces en la discriminación social, la envidia y la violencia contra las mujeres, contra los débiles, contra los diferentes…
El trabajo de Almandoz y Trueba no pretende ofrecer soluciones, aunque busca alternativas y casi todas pasan por asumir las consecuencias, romper con el pasado y mirar hacia adelante. Gestionar estas salidas no es fácil, no basta con un simple corte de pelo, por lo que Natasha va dando unos pasos hacia adelante y otros hacia atrás hasta que la realidad se impone. Los autores nos ofrecen un final abierto, pero hermosamente claro. Todos podemos vaticinar qué futuro le espera a la protagonista, qué rumbo va a tomar su vida, qué relaciones tóxicas va a abandonar y con cuales se mantendrá fiel. Incluso podemos intuir cual es la próxima capital europea que visitará…
Es en el aspecto narrativo y artístico, a cargo de Aritz Trueba, donde encontramos uno de los grandes alicientes de esta obra. El artista vasco plantea sus páginas de una forma bastante, libre y va alternando un esquema de tres o cuatro tiras con un número variable de viñetas. A menudo, en función de la trama, utiliza algunos cuadros más espectaculares que van desde los dos tercios de página a las double splash page, casi siempre con resultados muy satisfactorios. Destaca la secuencia del intento de suicidio, un momento crucial de la obra, resuelto de una manera verdaderamente impactante.
La definición de los personajes es notable, todos tienen personalidad propia, se mueven con soltura y nos generan empatía. Las expresiones faciales están muy bien resueltas y el artista domina con soltura la anatomía humana. Los decorados, los paisajes y los fondos son escuetos, pero están bien definidos. Su uso del blanco y negro es atractivo, moderno con grandes manchas de tinta bien complementadas por tramas de grises estratégicamente seleccionadas para dar el tono adecuado de luz a cada escena. Además, sabe darle un estilo más agresivo y rabioso al conjunto cuando la escena lo requiere, en este caso durante los ensayos y las actuaciones musicales. Aritz Trueba posee una narrativa atractiva, limpia y eficaz que no renuncia a la espectacularidad, aunque en algunas secuencias – pocas – no esté del todo justificada. Su estilo moderno y atractivo nos recuerda al de grandes protagonistas del cómic europeo actual como Flavia Biondi o el extraordinario Bastien Vivès.
La edición física y técnica de este libro por parte de Nuevo Nueve Editores es excelente. El álbum tiene un tamaño idóneo, es en cartoné, está bien impreso y cuenta con un papel adecuado. No contiene apenas extras, ni en el apartado gráfico ni en el escrito, salvo una poética doble página realizada por los mismos autores donde exponen unos breves trazos biográficos. Su precio es muy aceptable. Existe también una versión en euskera publicada por la editorial Farmazia Beltza.
Natasha es una obra valiente, atractiva y llena de alicientes. La obra escrita por Almandoz y dibujada por Trueba propone un planteamiento sobre los delitos a la intimidad centrado en la víctima, nos relata sus consecuencias emocionales, sociales y profesionales y nos ofrece algunas opciones de salida. Por el tono exento de melodrama y por el excelente trabajo gráfico/narrativo del artista nos encontramos ante una obra muy valiosa que se merece una gran difusión. Esperemos que la colaboración entre estos dos magníficos autores no se quede aquí.
Salut!
Lo mejor
• Un final hermoso, abierto pero meridianamente claro.
• El arte y la narrativa de Trueba.
• Una gran edición de Nuevo Nueve.
Lo peor
• Algunas escenas demasiado enfatizadas.
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