Javier Vázquez Delgado recomienda: Animosity 6, de Marguerite Bennett, Rafael de Latorre y Elton Thomasi

Edición original: Animosity 25-28 USA (Aftershock)
Edición nacional/España: Animosity 6 (Planeta Cómics, 2022)
Guion: Marguerite Bennett
Dibujo: Elton Thomasi y Rafael De Latorre
Color: Rob Schwager y Juancho!
Traducción: Marina Borrás Ferrá
Formato: Tapa dura. 136 páginas. 14,95€

¿El final de Animosity?

Era agosto de 2020 y en Estados Unidos aparecía el número 28 de Animosity, el cual acababa con un “Fin”. No, no es lo habitual. Quien tenga los tomos que ha ido publicando Planeta Cómic verá que al acabar tenían un “continuará”, pero llega el sexto y tiene un “Fin”. Animosity estaba llamada a ser una de las series del momento, con una apertura estupenda y un desarrollo muy interesante, pero su final pasó sin pena ni gloria. ¿Se debe a que nadie se cree que este sea el final o es por el agotamiento de la historia? Probablemente un poco de ambas.

En su origen Animosity se mostraba como una serie postapocalíptica que bien podría ser una sucesora espiritual de The Walking Dead, solo que con esa original idea del despertar de los animales y su venganza contra la humanidad. Personajes atractivos, un buen misterio, peligro constante… esta serie lo tenía todo, incluso sus arcos argumentales, lejos de ir en línea recta, iban contando pequeñas historias muy bien ejecutadas, que nos describían cómo se iban recomponiendo las microsociedades resultantes, con sus abusos, sus discriminaciones o sus nuevos modelos de negocio. Hasta llegó a dar vida a un spin-off de diez números, Animosity Evolution, y dos especiales, The World of Animosity y Animosity The Rise. Así, la serie de Marguerite Bennett y Rafael de Latorre creaba un mundo inmenso, con infinitas posibilidades que ambos, y otros dibujantes como Eric Gapstur and Juan Doe, sabían explotar bastante bien.

No a todo el mundo le gustó de la misma manera el avance de esta serie. Quienes preferían una historia más directa se encontraron con un viaje variopinto, aunque parecía cada vez más que lo importante realmente era el desarrollo de Sandor y Jessie, cosa que alegró a aquellas personas que buscaban una acción un poquito más introspectiva. Dicho esto, Animosity nos ofreció cinco tomos con algún altibajo, sí, pero de una calidad bastante alta.

Y fueron cinco, no seis. Este último dista mucho de lo ofrecido en los anteriores. Es apresurado, su narración es confusa, se deshace de personajes a su antojo y sin motivo… da la impresión de que Bennett quería deshacerse de esto, de que ya no tenía ideas, y que Rafael de Latorre cada vez estaba más alejado del proyecto, hasta el punto de que ni siquiera es el dibujante principal del tomo. Este trabajo recae sobre Elton Thomasi, que era entintador de la serie y ya se había encargado del final del anterior tomo, el cual nos ofrecía un argumento algo repetitivo pero funcional. En este tomo Thomasi lleva un mayor peso y eso hace que la serie decaiga, no por su estilo, no es Rafael de Latorre pero tampoco lo hacía mal, sin embargo la narrativa de algunas partes es terrible, confusa como pocas, plana y falta de expresividad. Todo un reflejo de un guion apresurado que da saltos de gigante sin explicación alguna, sin motivo y, por ello, dejando al lector una sensación de «resumen final» realizado con muy poco interés.

La historia del circo de gladiadores no es que aparte a los personajes principales para dejar solo a Sandor, es que no deja espacio para conocer ni a sus secundarios ni a los villanos. En los cuatro números que componen este tomo hay un poco de todo, secuestro, esclavitud, intentos de rebelión, búsqueda de refugio… todo como si estuviésemos ante una carrera a muerte por ver cómo acabar antes la serie.

El desarrollo de Jessie se terminó en el anterior número. Aquí no se ve apenas nada de ella, sin embargo su viaje da un giro final inexplicable e incoherente con lo que se había leído hasta ahora. Era un personaje que no paraba de crecer para empezar a tomar sus propias decisiones. Esta última ni se entiende ni se explica.

Si a esto añadimos que el final de Sandor no es el que se anunciaba prácticamente desde el primer tomo (y que se han dejado intencionadamente varias cosas en el aire) todo parece indicar que hay un agotamiento absoluto por parte de la guionista y el dibujante, que o bien no les apetecía seguir con su idea o no sabían qué más hacer. Ante esta situación, y teniendo en cuenta que esto no es Marvel ni DC donde están “auto-obligados” a sacar un cómic al mes, lo mejor es siempre parar, madurar las ideas y volver (véase el parón de Saga por ejemplo) con fuerzas renovadas. Eso hubiese sido mejor que sacar un tomo de baja calidad como este que tenemos en las manos. Por no hacer no consiguen ni transmitir esa emotividad de la que Animosity hace gala desde sus primeras páginas.

Desde aquí esperemos que este no sea el final, la serie y sus seguidores se merecen algo mejor que esto.

Lo mejor

• Es entretenido pero…

Lo peor

• …ni la mitad que los anteriores tomos.
• El dibujo no es ni una sombra de lo que era.
• Los personajes están desdibujados, su avance no tiene sentido y se hace de manera rápida, como si los autores quisieran quitarse esta historia de en medio.



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