Javier Vázquez Delgado recomienda: Spiderman 60 años entre redes y viñetas
Las razones por las que nos gusta Spiderman
El hecho de que te guste un personaje de cómic o te decantes por uno en concreto es meramente subjetivo. La verdad es que en muchos casos obedece al simple hecho de que te sientes más o menos identificado con él.
En mi caso siempre me identifiqué con Spiderman, mejor dicho, con Peter Parker. Desde sus inicios en el instituto, objeto de burlas, pasando por su crecimiento personal y consiguiente acceso a la universidad, siempre entendí a Parker como ese joven que tenemos dentro, lleno de inseguridades, temeroso, curioso, enamoradizo y fuerte ante la adversidad.
Todo lo anterior, sumado a unos comienzos en los cuales el amplio elenco de secundarios daba pie a argumentos alejados de la tónica super heroica, consiguió que quedase huella en mí y siguiese con avidez a nuestro amado trepamuros.
Han pasado sesenta años, seis décadas en las cuales la sociedad ha ido evolucionando a la par que Peter. Pero mi historia con el trepamuros, al igual que la de muchos de vosotros, no empieza con Amazing Fantasy, lógicamente. Mis comienzos son más noventeros, con lo bueno y lo malo que supone esa década; tampoco vamos a demonizar ni arrastrar esa etapa directa al trastero porque dentro de lo que cabe hay cosas peores.
Mi vida siempre ha ido a la par que el devenir de la serie o series de Spiderman. Mientras crecía Spiderman iba cambiando en cada grapa, en cada viñeta, en cada etapa. La serie me ha acompañado toda mi vida, más o menos desde los 13 años. El seguimiento regular de las colecciones de Spiderman fue más tardío, pero estuvo ahí, en lo bueno y en lo malo. La intención de esta entrada es, a título de homenaje, celebración o de canción de amor, dar cuenta de esos sesenta años de un personaje que es todo para mí en este mundo tan apasionante, e imagino que en igual medida para vosotros.
La gente dice que Spiderman es un héroe popular porque es identificable, es un héroe callejero dicen otros, pero no de los que tiene una fuerza abrumadora a nivel Hulk, Thor o incluso La Cosa. Sin embargo, ¿por qué Spiderman es nuestro gran héroe?, ¿por qué nos gusta tanto? Se trata de una reflexión hecha desde la opinión de un fan, claro está y desde luego algo interesada y partidista, pero puedo aseguraros que el arácnido tiene facetas innegablemente propicias para que se haya convertido en ese icono social y cultural que es a fecha de hoy.
Si acudimos a la distinguida competencia tenemos a Batman, que es un personaje que personalmente me encanta, si bien, Bruce ni de lejos es Peter. No podemos olvidarnos que el Cruzado de la Capa es la cabeza visible de DC Comics, pero podríamos decir que Wayne es un borde redomado y Peter es adorable. Así de claro. Tengo claro que me tomaría unas cervezas con Peter y un café con Bruce.
Superman es tan perfecto que repele, y Peter es un completo desastre a nivel personal y emocional. Su vida no es perfecta y eso nos gusta porque no somos ni queremos ser Clark. Yo por lo menos tengo bien claro que esa imperfección que emana Parker es la que le hace humano. Flash podría acercarse a lo que busco, pero no Barry, sino Wally, pero aún así nuestro trepamuros es muy especial, muy humano.
Spiderman es el héroe de Marvel más rentable de todos los tiempos por una razón, y es porque es el héroe más amable del Universo Marvel. Tiene una personalidad encantadora, relajada y carismática. Fijaros si su personalidad arrolladora es fuerte que incluso consigue aventuras magníficas con personajes más oscuros como Daredevil o Lobezno, ambos unos amargados de manual. Con los años esta personalidad se ha oscurecido en muchos momentos, y los guionistas, que no comprenden al personaje suele confundir el poner en aprietos a Peter con amargarle la vida. Pero en esencia nuestro arácnido es a todas luces uno de los personajes más afables que hay con el permiso del Sr. Grimm.
Sumado a ello podemos decir, y es innegable, que todos los superhéroes de Marvel no han interactuado con el Capitán América por ejemplo, pero os garantizo que todos han tenido una aventura o se han asociado con Spiderman. Y lo anterior no es solo por el hecho de que tuviese una serie como lo fue Marvel Team-Up, sino porque cualquier peligro para la humanidad es motivo suficiente para meter a nuestro querido Spiderman en medio con el resto de héroes.
La principal diferencia es que el Capitán América es un gran líder, es una institución que con solo una frase puede reunir a medio Universo Marvel. Pero Steve Rogers es tan distante, tan emblemático que realmente no puedes conectarte y hablar con él con esa cercanía con la que puedes hacerlo con Spiderman. Sin embargo, nuestro cumpleañero, al margen de los chistes más o menos cargantes que se suele soltar sin pudor, se trata de un héroe próximo y empático.
Spiderman suele ser el pegamento que mantiene unido a un equipo, y es una pena que por ejemplo Bendis no explotase esa vertiente cuando lo incluyó en Los Vengadores. Esto es curioso porque el trepamuros funciona mejor en solitario. A pesar de esto en la etapa del guionista de Cleveland al timón de Los Vengadores, fue incapaz de hacer uso de esta cualidad con un uso muy pobre del personaje. Si habláramos en términos de RPG podríamos decir que es una mezcla entre un bardo y un clérigo. Es la persona que mantiene alta la moral y ayuda al equipo a ganar la batalla en esos momentos en los que todo está perdido.
La primera razón por la que me gusta Spiderman es por su personalidad. Suele describirse de una manera simplista como un «superhéroe bufón». Maticemos ese calificativo. No es un bufón, solo tiene un especial sentido del humor. La pregunta que podemos hacernos es ¿tiene una tendencia a hacer bromas frecuentes para molestar a sus enemigos?, ¿se trata de un mecanismo para afrontar situaciones complicadas?, ¿es una persona que no es consciente de sus malos chistes? A mi personalmente me parece que es un mecanismo para afrontar esa situación complicada, quitando hierro al asunto.
En segundo lugar, Spiderman a diferencia de otros héroes como el Capitán América o en DC Comics, Batman, hace lo que hace impulsivamente, sin planificar. Cuando se enfrenta a sus enemigos es completamente instintivo. Esta cualidad o defecto, dependiendo del resultado, lo ha puesto en más de un brete a lo largo de los años, pero siendo justos, también ha permitido que salvase a la humanidad en muchas ocasiones. Es imprevisible, dentro de esa magnífica mente que tiene y que a veces planifica un camino que finalmente se tuerce entrando de lleno esa tendencia que tiene a la maleabilidad.
Finalmente, lo que me interesa de Spiderman es su sentido de la responsabilidad. Spidey no tiene miedo de hacer lo correcto. Hará cualquier cosa para salvarnos sin miramientos, aunque le cueste la vida, porque “todo gran poder, conlleva una gran responsabilidad”. Ese mantra ha identificado al personaje desde sus comienzos, de tal forma que, incluso sus versiones de otros universos, incluso cinematográficos, han sido marcados de una manera u otra con esta frase, siendo el núcleo duro de su personalidad y construcción como ser humano y héroe. Veamos un poquito la historia de su origen.
Antes del debut de Spiderman en 1962, los dos héroes por antonomasia del mundo del comic eran Batman y Superman. En esa época los héroes fueron retratados como dioses. Parecían seres omnipotentes y su físico era a todas luces un portento visual: musculados, guapos y poderosos.
Stan Lee y Steve Ditko, borraron ese canon de sopetón cuando su Spiderman hizo su debut en Amazing Fantasy vol. 1 #15. Ya anteriormente “The Man” dio en la tecla con Los Cuatro Fantásticos en 1961. En esta ocasión quería revelar a un héroe que se saliese de lo común. Su idea era sacar de lo cotidiano a su personaje y alejarlo de lo que se había visto.
Su voluntad y decisión eran imparables, aun así, como recordó en Son of Origins of Marvel Comics, su editor, Martin Goodman, se mostró muy escéptico. «Martin me dijo tres cosas que nunca olvidaré», dijo Lee. “Dijo que la gente odia las arañas, así que no puedes llamar a un héroe ‘Spider-Man’. Luego, cuando le dije que quería que el héroe fuera un adolescente, Martin dijo que un adolescente no puede ser un héroe, sino solo un compañero. Luego, cuando quise que no fuera demasiado popular con las chicas y no un chico guapo o fuerte con aspecto de macho, sino un estudiante de secundaria delgado y lleno de granos, Martin dijo: ‘¿No sabes lo que es un héroe?’ »
Y, aun así, pese a las reticencias, pese a ir en contra de la corriente, los lectores conocieron a un tal Peter Parker, un adolescente tímido, muy inteligente y acosado por sus compañeros. Nuestro “héroe” vivía con su cariñosa, y algo pesada, tía May y su tío Ben. Nuestro “héroe” era un paria de la escuela secundaria. Era además objeto de desprecio entre las chicas. Peter, un huérfano solitario, solo tenía dos amigos: su tía y su tío.
Decime por favor, si alguno de los que están leyendo este artículo no se identifican con algunos de estos rasgos. Pasar inadvertido del ojo de las chicas hasta los 15 o 16, o más, ser el empollón de clase, el torpe, el amante de los libros, el cliché perfecto para las burlas. Recuerdo perfectamente como un día, a la salida del colegio una compañera de clase me dijo de ir a pasear juntos. Yo sinceramente en mi ingenuidad estaba tranquilo, muy tranquilo, a pesar de ser preciosa y yo un «cuatro ojos». El tema de conversación lo comencé yo y lo acabé yo, mi tema para ganarme el afecto de la niña fue la clase de historia de la hora de la tarde. Ya no hubo más citas con ella.
La vida cambiará para Peter cuando es picado por una araña radiactiva, todos lo sabemos. A partir de ese momento tiene super fuerza y las habilidades y sentidos de una araña. Pronto se embarca, en secreto, en una carrera mediática que le llevará directo al sentido de su vida, ser conocedor de primera mano de lo que supone el mantra que hace del Spidey quién es: todo gran poder, conlleva una gran responsabilidad. Tenemos que ser justos con Peter. Imaginemos pasar de una total y anodina vida a una situación en la que tienes fuerza y poder. La reacción que tuvo, al margen de ser la chispa que lo convirtió en lo que es, fue normal, y eso es lo que lo hace tan humano, tan cercano. Equivocarse es de humanos y es el motor del aprendizaje y crecimiento.
Batman y Superman tomaron la decisión consciente de usar sus poderes para el bien, de dedicar sus vidas a luchar contra el mal, pero Peter se convirtió en superhéroe por accidente. En ese momento tenía entre 15 y 16 años y sus problemas eran numerosos, y de repente se encontró con unos poderes que en un momento inicial fueron un regalo. Yo desde luego hubiese actuado de la misma manera.
Todos podemos ser Peter Parker puesto que quién no ha alimentado su imaginación queriendo escapar de su vida real siendo otra persona. Sin embargo, un baño de realidad inundó al jovencito Parker, que solo una vez había sido irresponsable y le costó perder a su tío Ben. La vida muchas veces es así, un simple error, el único, pese a intentar siempre hacer lo correcto, puede costarte parte de tu vida, y Peter lo pagó muy caro.
Después de Spiderman, más héroes del Universo Marvel se encontraron con situaciones de tipo que podríamos denominar «normales». Por ejemplo Susan Richards se preocupaba de ser realmente invisible para su esposo adicto al trabajo, lo cual acabó de malas maneras. Tony Stark luchó contra el alcoholismo en la década de 1970. Bruce Banner no solo fue víctima de una explosión de rayos gamma, sino que fue víctima de abuso infantil. En definitiva, ejemplos de lo que es ser humano y padecer sufrimiento, que a veces va de la mano en el camino de la vida.
Peter Parker era el estereotipo de persona con el que todos se metían. No tenía fama ni era respetado. La soledad era parte de su vida. ¿No nos hemos sentido así antes? Yo por lo menos sí, y muchas veces, más de las necesarias. Sentirme incomprendido, mientras el mundo giraba alrededor y no conseguía encontrar mi sitio. ¿Quién no ha sido en algún momento intimidado por alguien en la escuela o fuera de ella? Todos, o gran parte de nosotros, hemos experimentado esa sensación en algún momento.
Por otro lado, el nacimiento de Spiderman fue pura casualidad o un cúmulo de circunstancias que llevaron a que una araña quedase atrapada en una explosión de radiactividad. No solo eso, sino que además encuentra la mano del joven Peter y la muerde. La araña de alguna manera transfirió sus habilidades a Peter Parker. Con los años esa pura casualidad fue matizada por J. Michael Straczynski y su etapa totémica, pero la esencia estaba allí.
Finalmente, la muerte del tío Ben fue el evento más desgarrador en el origen de Spiderman. Tal es la intensidad dramática de este origen que se ha propagado incluso por todas las versiones del multiverso de una manera o de otra, pero siempre orientado a ese mantra asociado al poder y la responsabilidad.
Peter quería su nuevo poder por la fama y la fortuna, pero esto hizo que perdiera a un pilar de su vida. La lección que ambos autores quisieron darnos es que el egoísmo debe desaparecer, siendo más desinteresados so pena de que sucedan cosas horribles en nuestras vidas.
Insisto, ¿puede existir un origen más potente que el de Spiderman donde confluyen tanta emoción y dramatismo? Que me perdonen los deceitas, pero a pesar de que la muerte de los Wayne es muy intensa y de fuerte carga emocional, la destrucción de Krypton también es una tragedia, el origen de Spiderman marcado por la muerte de tío Ben es a todas luces muchísimo más dramático por la culpa que arrastrará siempre Peter Parker.
Llegamos a la parte de los poderes del trepamuros. El dinamismo del despliegue de sus poderes arácnidos es flipante. Se trata de una combinación de fuerza, velocidad y agilidad acrobática. Spiderman es lo suficientemente fuerte como para lanzar un camión y es capaz de levantar 10 toneladas con su fuerza de araña. Puede ser un luchador rápido si quiere, lo que lo convierte en un objetivo difícil de herir y un atacante rápido. En segundo lugar, su sentido arácnido le ha salvado la vida en más de una ocasión. Mientras utiliza esta habilidad, puede sentir múltiples ataques desde cualquier dirección o encontrar un peligro inminente. Esos rayitos que salen de su cabeza no es que huela mal su máscara (que a veces también), sino que cualquier peligro activa ese super sentido. En definitiva en cualquier juego de rol es el típico personaje con un nivel porcentual alto en esquiva.
Finalmente, una de sus habilidades más famosas que no lo es a causa de la picadura es que lanza telarañas. ¿Por qué es tan famosa? Simplemente porque mola un montón y cuando eres crío vas a todos lados disparando con tus dedos y haciendo el ruidito característico. Pero no solo por eso, sino porque Peter es un genio, y el mismo diseña los lanzarredes y la propia sustancia que arrojan a modo de telarañas. Balancearse de un edificio a otro es lo que cuanto menos yo disfruté como un crío al verlo trasladado a las películas. Stan lee y Ditko estaban a tope de creatividad cuando se les ocurrió semejante despliegue de poderes y entre ellos el de poder llegar a la escuela balanceándose por Nueva York.
¿Veis?, os estoy dando muchos argumentos para considerar a Spidey vuestro héroe favorito.
Viajemos en el tiempo
Mi contacto con Spiderman ha sido un poco alocado en lo que a su línea temporal se refiere. Se trata de una suerte de viaje hacia delante y hacia detrás en el tiempo. En España como muchos lectores veteranos fuimos disfrutando de la historia del trepamuros según se encontraba en los quioscos. Afortunadamente en este mes Panini Cómics ha lanzado una serie de entregas con esas etapas más relevantes dentro de cada década de un personaje con 60 años en las espaldas. Tenemos la suerte de que casi todo del arácnido se ha publicado, si nos vamos a DC Comics nuestros colegas no son tan afortunados.
Centrándonos en lo que nos ocupa, el acceso a los cómics cuando empecé no era como hoy en día. Tiendas especializadas no había tantas y en concreto en Zaragoza teníamos una, Tajmahal Cómics. Si bien la descubrí más tarde, y eso cambió bastante la forma de seguir colecciones. No era lo mismo encontrar números sueltos en un quiosco o estar al loro de las publicaciones para no perderte nada que ir a la tienda especializada que incluso tenía los cómics de varios meses atrás.
Como lector de cómics nací en los noventa, finales de los ochenta. Para mi esa época fue dorada. David Michelinie que ha sido muchas veces criticado me dio lo que en ese momento me gustaba; un Spiderman con acción a raudales. Teníamos momentazos como Matanza Máxima, La Venganza de Medianoche, el regreso de los padres de Peter, la muerte de Tía May, y el inicio de la más odiada etapa, la saga del Clon.
Comics Forum consiguió unificar en una entrega las por entonces cuatro series de Spiderman en unos maravillosos tomos que sobrevivieron ni más ni menos que casi 30 años. Era una manera estupenda de seguir todo. Fue el comienzo de la etapa que he mencionado y se sincronizó todo tras la publicación de Triunfo y Tragedia y el cierre de la serie de Spiderman vol. 1 tras 314 entregas. Ese tomo azul con la trágica conclusión de la trama centrada en los padres de Peter supuso perder mucha diversión para pagarme esa indispensable entrega. Con los años se volvió canela en rama y en los mercadillos y ventas de segunda mano se cotizaba como el azafrán. Afortunadamente dentro de Marvel Héroes se recoge por parte de Panini Comics el mes que viene. Recuerdo como si fuese ayer el reservarme el dinero para comprar el tomazo en el que se iba a saber la dolorosa verdad tras el regreso de los padres de Peter. Ese tomo sigue siendo uno de mis favoritos y puedo aseguraros que no era la bomba en cuanto a argumento. A pesar de ello lo leí, lo devoré con tanta pasión que lo fundí en una tarde. Como precio sacrifiqué un fin de semana por mi arácnido favorito. El camino del jovial trepamuros se dirigió a la oscuridad e incluso el título de la serie cambió de rotulación.
Pero debo viajar un poco más atrás en el tiempo.
Mi historia empieza con una impactante imagen de un tricentinela. La portada en la que Spiderman estaba en un serio brete me llamo la atención de tal manera que le pedí a mis padres que me lo comprasen. Recuerdo perfectamente dónde fue, un quiosco que hay en un antiguo centro comercial de mi ciudad, “El caracol”. Por entonces los comics de Forum llegaban a los quioscos, pero había un problema serio, teníamos que estar a loro para seguir mes a mes la colección y en concreto el trepamuros tenía cadencia quincenal. Esto supuso para mí la casi imposibilidad de seguir mes a mes las aventuras del que se convirtió desde ese momento mi personaje favorito. Sumado a ello mis padres no podían pagarme a discreción un comic de 175 pesetas cada dos semanas, así que había que sufrir y ahorrar con el dinero de los abuelos. Eran otros tiempos y el teléfono móvil no era lo normal con once años.
El interior era fabuloso para un niño como yo. Un tal Erik Larsen dibujaba a Spiderman contorsionándose de manera increíble. MJ era un bombón. Los enemigos de Spidey se tornaban amenazadores y ese triple centinela era flipante. Dios mío recuerdo esas páginas como si las hubiese leído ayer, si bien mi última lectura de hace una semana debo recordarla para seguir con el siguiente tomo. ¿Me hago viejo o más bien ya no me impresiona nada?
Peter tenía una vida social en la que sus amigos eran importantes, su mujer era increíble, su trabajo le permitía congeniar su doble faceta y además era brillante, aunque lamentablemente no se explotaba esa faceta suya. También os digo que con los años el dibujo de Erik Larsen se aprecia con ojos diferentes. No me gustaba ese tal Todd que luego tuvo una serie con un demonio un poco raro que se contorsionaba al modo y manera de Spiderman en sus portadas. Era un tipo amargado que se cosía la cara con el cordón de unas zapatillas. Esa máscara que llevaba me sonaba de algo con otros tonos………
Pero la verdadera naturaleza de Peter la conocí más tarde, mucho más tarde. Entre tanto mi paso por bachillerato y acceso a la Universidad se iba compaginando con la locura de la Saga del Clon. Para mí fue una etapa muy chula. Tenía ganas de más y más. La gente demoniza este periodo y hablar del clon es como nombrar a Cristiano Ronaldo o Leo Messi en según qué foros. No voy a mentir, me gustó, y mucho. Ya está, lo he dicho, y aquí quedará hasta la posteridad. ¡Qué malas son las redes sociales que te fotografían para siempre! Podría haber sido mejor, eso desde luego, pero me encantó. Debo decir que soy de los que hubiese querido que Ben Reilly se hubiese quedado bajo el manto de Spidey.
Sin embargo, el desarrollo de la saga se tornó en un caos y al final se tuvo que llamar desde el mas allá a Norman Osborn para poner las cosas en su sitio y volver al status anterior. Los años posteriores aun fueron peores, eso sí, con un John Byrne en horas muy bajas que nos llevó al insufrible dolor de leer un completo bodrio en toda regla. Esta etapa es mucho peor que la del clon y nadie dice nada.
Iba creciendo y de repente encontré que Forum tiraba la casa por la venta y publicó lo que para mí es y será Spiderman en estado puro: la etapa de John Romita Sr.. En esos momentos un tal Raúl López empezaba a dar los pasos de algo grande, muy grande. Entre derecho administrativo y derecho penal yo leía como un ya universitario Peter se enamoraba de la mujer de mis sueños: Gwendoline Stacy. Llegamos a 2001 y mi vida da un cambio radical mientras el final de la saga de la Tablilla llegaba a mis manos. En ese momento la que sería la madre de mi hija llegaría a mi vida y todo cambiaría de arriba abajo. Mientras el mundo se conmocionaba y dos emblemas en la ciudad conde se balanceaba Spiderman eran derribadas antes nuestros ojos, yo leía la primera aparición de El Merodeador, y el Camaléon entraba en mi vida de una manera sublime de la mano de los maestros Romita y Buscema. Sin saberlo el mundo entraba de lleno en el caos, con un comienzo de milenio insufrible.
Había leído con anterioridad en Clásicos Marvel la muerte de Gwen, pero era en blanco y negro. Ojo, que John Romita Sr. y Gil Kane en ese formato son maravillosos, si bien en esplendor con una gran edición en la colección que os menciono consiguió romperme de nuevo el corazón. Siempre he pensado que ahí acabó Spiderman, que el resto que hemos leído durante muchos años es como el sueño de “Los Serrano”. Maravillosa, impresionante, épica y fascinante. De verdad que ese sentimiento de haber perdido el amor de su vida se transmite con tanta intensidad que con los años sigo sintiendo como se me erizan los pelos de la piel.
Durante esos años Forum, entre 2002 y 2004, nos ofreció dos coleccionables, uno azul y otro rojo que permitieron a los que no habíamos podido tener todas las grapas de Spiderman acceder a muchas historias. Tenemos que tener en cuenta que esa época no era la edad dorada que estamos viviendo donde todo el material clásico Marvel se recopila. Fue una gran idea a un precio muy aceptable. Pudimos leer sagas como la muerte de Jean DeWolff, el nacimiento de Veneno, el regreso de los Seis Siniestros, la aparición de El Duende, la edad dorada de Roger Stern y muchas joyitas más. En Diciembre de 2002 pude leer en una gran edición la etapa completa de Steve Ditko, puesto que la edición anterior que tenía de Clásicos la tenía hecha pedazos ya que los tomitos en los que se había editado, por lo que fuese, no estaban bien pegados y las páginas se caían. Me refiero a esa edición en la que se publicó la colección de Spiderman de McFarlane y Namor de Byrne.
Siguiendo con mi historia, habíamos dejado atrás una borrachera de clones. Tras una época de sufrimiento de la mano de John Byrne en horas muy bajas llegó una etapa que se ha ensalzado en exceso y que fue un buen soplo de aire fresco, me refiero la que estuvo bajo la batuta de Joe Michael Straczynski. Este inicio coincidió con mi licenciatura en derecho y colegiación como abogado.
Personalmente me gustó mucho sin ser la bomba como se ha pretendido en muchas ocasiones. Duró lo que duró y con un comienzo impresionante con mi adorado Romita Jr. (¿tengo algo de fijación con los Romita?) los guiones se fueron desinflando con uno de los momentos más insufribles del arácnido, que afortunadamente Nick “aburrido” Spencer ha solventado. Cuando leí Pecados del Pasado perdí el conocimiento ante la completa destrucción de mi adorada Gwen. Nunca se lo perdoné al guionista ni lo haré. Lo bueno del creador de Babylon 5 es que consiguió hacer madurar a Peter y centrarlo en su vida. Mientras Tía May por fin era conocedora de la faceta heroica de su sobrino, comenzaban mis pinitos en salas de juicio y despachos de abogados. Mi madurez iba a la par de la de Parker, o por lo menos eso es lo que pienso que pasó.
Al final llegó la solución, pero no la que queríamos todos en la forma en que se desarrolló. Tras un intento de refrescar al personaje con una muerte y renacimiento en el “El Otro”, el camino sin retorno del reconocimiento público de Peter en Civil War y la nueva muerte de Tía May, estábamos ante un abismo. ¿Pero qué c……s estaban pensando cuando le quitaron la máscara a Peter? No había salida salvo acudir al Doctor Extraño. Pero no, que va; la idea fue mucho mejor. Vamos a eliminar de la ecuación a MJ, pensaron. No los divorciaremos que está feo, haremos que Mefisto borre el matrimonio y tenemos de nuevo a Peter en modo “tengo cuenta en Tinder”. En fin…..
“One More Day” vio la luz en junio de 2008 en nuestro país, un año después me casé. Durante ese año lo que se nos ofreció no fue malo, para nada. Arcos pequeños con distintos equipos que permitieron poder ver diferentes tratamientos del trepamuros. Sin embargo, Peter iba de flor en flor e incluso veríamos a MJ en manos de Stark. En mayo de 2010 un tal Slott tocaba al arácnido y la historia del trepamuros cambió de pies a cabeza. Dan ya había hecho pinitos con el trepamuros junto a los 4F y en Hulka había estado graciosete. Dicen las malas lenguas que el quería guionizar Batman pero que no pudo, y cambió el murciélago por la araña. Un año después nacería mi hija mientras leía “A lo grande”.
Seguíamos creciendo, viendo la vida correr un poquito más deprisa, y la era Slott se asentó de tal forma que duró, duró y duró. Mi hija nació y junto a mis grapas mensuales entraron en mi vida pañales, chupetes, peluches, potitos, y lo más importante, el verdadero sentido de la responsabilidad que mi buen Peter tatuó en mi mente. Eso sí, lo que no falló era mi visita casi semanal a mi tienda de cómics. Iba siempre con un carrito de bebé puesto que mi mujer trabajaba los fines de semana y era cuando yo podía ir a por mi suministro de «mandanga» de la buena. Amigos míos cometí dos grandes errores en esa época. Uno de ellos introducir a mi bebé en este mundo, y el segundo perder su peluche preferido de camino a la tienda. «¡Dios mío Raquel no encuentro a Winnie Pooh!». La frase lapidaria de mi señora os la podéis imaginar. Rápidamente volví sobre mis pasos, con el corazón en un puño. Sin ese peluche el nexo de las realidades se quebraría y Morfeo dejaría en vela a una joven familia con incesantes lloros de un bebé. Me veía de nuevo al modo Peter en su pisito de soltero con una enorme figura totémica de un indio americano en la entrada. Afortunadamente mi sentido arácnido permitió recuperar el peluche, estaba en el suelo de la entrada de Tajmahal Cómics.
Para mí la odiada etapa de Dan Slott fue una muy positiva, con altibajos, pero en general desde la marcha de Dan no he vuelto a disfrutar en serio con Spidey. Nuevos proyectos, rupturas, crecimiento profesional, y lo que siempre deseé: tuve la oportunidad de enseñar todo aquello que había ido aprendiendo con los años dentro de una Universidad. Esa faceta vista al comienzo de la etapa de «Extradegüiski» (guiño Sr. Capote) era hecha realidad con chavales que hacían como que me escuchaban para llegar a ser juristas. Mientras Peter seguía en las manos de Slott y entraba de lleno Superior Spiderman, decidí emprender mi carrera profesional ya alejado de despachos ajenos. Puede ser que el ego de Octopus hiciese mella en mí y pensase “Soy una mente superior de la abogacía y nadie puede aprovecharse de mi intelecto”. Con el tiempo la humildad de Peter volvió a la par que recuperaba el buen nombre de Spiderman. Con la saga de la Conspiración del Clon temí que Slott se volviese loco y trajese de vuelta de manera definitiva a Gwen, pero solo nos dejó al resto de secundarios fuera del congelador…..
Y al final Dan dijo: “Hasta luego Marí Carmen”. El mundo se caía en pedazos, Wall Street amenazaba con la quiebra, Marvel se iba de nuevo a la ruina sin el guionista que nos había acompañado más tiempo que cualquier otro en el trepamuros. Llegaba la etapa de Nick Spencer. En septiembre de 2019 salía a la luz mi primera reseña en ZN. ¿Os acordáis de ese tal López, no el superhéroe, sino Raúl?, pues resulta que esa página que yo llevaba leyendo desde la universidad contaba conmigo. Mi primera reseña fue el primer arco de Spencer. ¡Qué cosas tiene la vida que mi acceso a este gran medio lo fuese con Spiderman! A final de año llegaban estornudos desde Asia y en marzo de 2020 se lio parda. Yo que me veía como Yorick hice acopio de tebeos y durante tres meses, sin casi papel higiénico, pude releer muchas etapas clásicas del trepamuros.
Como podéis ver nuestras vidas giran entorno a nuestros cómics. Spiderman ha sido parte de mí, y parte de todos. No solo leo al trepamuros, leo muchas cosas dentro del casi limitado tiempo libre del que dispongo, pero siempre en mi maleta hay alguna grapa o tomo donde Peter intenta llevar lo mejor que puede su vida. Se equivoca como nosotros, acierta, triunfa, fracasa, se divorcia, le divorcian místicamente, tiene hijos (porque por lo menos tuvo uno o una) y vive su vida como cualquier persona. Tiene sesenta años a sus espaldas y los que le quedan. Son décadas de aventuras y desventuras que siempre estarán ahí a nuestro lado. Feliz cumpleaños trepamuros.
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