Javier Vázquez Delgado recomienda: La Cosa del Pantano – Infierno Verde Núm. 1
Edición original: Swamp Thing: Green Hell Book One USA (DC Comics, 2021)
Edición nacional/España: La Cosa del Pantano-Infierno Verde (ECC Cómics, 2021)
Guion: Jeff Lemire.
Dibujo: Doug Mahnke.
Entintado: Doug Mahnke.
Color: David Baron.
Traducción: Guillermo Ruiz Carreas.
Formato: Cartoné (216×276 mm). 48 págs. A color. 12,95€
El poder de las plantas
Black Label, ese sello interno de DC donde dar salida a historias fuera de continuidad, con un tono más oscuro, mirando de lleno a temas que de normal no se pueden o no se quieren mostrar en las series regulares de la casa, nos trae la propuesta de Jeff Lemire en la que se hace dueño y señor de uno de los personajes que más fascina a los escritores de DC: La Cosa del Pantano.
El primer tomo se publicó en mayo por parte de ECC. La primera entrega USA se publicó en diciembre de 2021. Es decir que estamos a punto de que se cumpla un año sin que se haya publicado la segunda entrega en USA y por lo que se puede ver por Internet, no hay visos de que se publique la continuación en breve. La segunda entrega estaba anunciada en USA para febrero de 2022, sin que se cumpliera, con un nuevo anunció de publicar en mayo de 2022, que tampoco se materializó. Hemos investigado, llegando incluso a ver lectores en USA que hablan de cancelación, y no hemos localizado información oficial al respecto por lo que, si alguien puede aportar más luz a este asunto, siempre será bienvenida.
Una reseña que nos pone de frente a una historia donde el lector asiduo a la editorial y otros trabajos de Lemire, reconocerá como suya sin problema alguno. El escritor vuelve a retomar sus particulares herramientas narrativas, sus temas recurrentes, familia, drama de pasado que acecha al presente, terror y violencia, al que le añade un componente que se filtra directamente de la actual crisis climática que vive el planeta, el colapso medioambiental.
La historia gira alrededor de un padre y su hija, que malviven en un pequeño islote amenazado por el creciente nivel del océano. Sus partidas de pesca se traducen en subir redes llenas de basura y plásticos, lo que recuerda a los lectores la importancia de mantener nuestro mares limpios y capaces de albergar una vida que en ese futuro descrito por Lemire, se muestran muertos y amenazantes.
Una situación que se ve agravada por el tradicional, el hombre es su propio lobo, su peor depredador, pues de forma periódica acuden a la isla una banda de asaltantes que exigen el pago de alimentos por la simple razón de estar armados. Un clásico de nuestra propia extinción.
Y en medio de esto, Lemire, recupera al Rojo, el Verde y la Putrefacción que tan buenos resultados le dieron en su trabajo en Animal Man en los Nuevos 52, para crear el tribunal que ha de juzgar a la humanidad con intención de eliminarla para empezar de nuevo.
Un cóctel que se mueve a caballo de la típica historia apocalíptica, con los resortes clásicos, a la que se añade el componente heroico y sobrenatural de los entes superiores que velan por el equilibrio medioambiental. El ser humano es un virus que hay que erradicar, pero también hay esperanza en medio de este caos, una luz que Lemire se preocupa por mostrar. La caracterización de los protagonistas, en manos de un escritor como Lemire, es certera e inmediata. Pronto se crean los puentes emocionales necesarios para que todo se integre bien y los protagonistas importen.
La dosis adecuada de misterio, con los tintes de terror natural con los que adereza este primer número logran completar un trabajo que se presenta sólido y contundente en su propuesta. Y lo mejor es que no es un proyecto dedicado a Batman o su cosmos cercano, que ya va sobrado de historias en Black Label.
Por supuesto, estamos ante un trabajo en el que el apartado visual es fundamental para poder transmitir todo el conjunto de intenciones que posee la historia. Aquí es donde entra el trabajo de Doug Mahnke, que firma un sólido dibujo, detallado, preciso, crudo incluso, sin concesiones, capaz de moverse a la perfección entre lo mundano y lo potencialmente mortal, sin desdeñar una narrativa fluida en todo momento. Es de justicia señalar que el color de la obra también es muy relevante, porque el trabajo de David Baron es el encargado de poner el trasfondo emocional a cada escena, que puede ir desde la extraña belleza de un mundo moribundo al momento más salvaje cargado de hemoglobina. Un juego visual que no deja de acompañar el lector en todo momento.
En definitiva, un prometedor trabajo que parece que puede quedarse inconcluso por razones desconocidas, que sabe explotar bien el espacio que da el sello Black Label para contar historias de corte más adulto, sin desdeñar nunca que estamos frente a un personaje con profundas raíces emocionales. Es de aplaudir el trabajo de Lemire para mostrar la crisis climática sin recurrir a la moralina, sino dejando todo sobre la mesa para que el lector lo asimile sin necesidad de convertir la trama en un panfleto. La realidad es la que es y ha llegado el momento de despertar de una vez, porque esa es la moraleja de todo esto.
Lo mejor
• Una propuesta con carisma dentro de un planteamiento ya muy conocido.
• El dibujo y color fundamentales para el tono de la obra.
Lo peor
• Que puede que quede inconclusa.
• Lemire siendo Lemire y eso puede no convencer a algunos lectores.
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