Javier Vázquez Delgado recomienda: Liga de la Justicia Encarnada
Edición original:Justice League Incarnate núms. 1-5
Edición nacional/España:ECC Ediciones
Guion:: Dennis Culver, Joshua Williamson
Dibujo: Andrei Bressan, Ariel Olivetti, Brandon Peterson, Chris Burnham, Jesús Merino, Kyle Hotz, Mike Norton, Mikel Janin, Nik Virella, Paul Pelletier, Todd Nauck, Tom Derenick
Color: Hi-Fi
Formato: Cartoné, 176 págs. A color.
Precio:20,95 €
Camino a Dark Crisis
«Eres el eco de un susurro de mi momento más débil. Nunca caería ante ti.»
Enlazando con lo sucedido en Frontera Infinita, Justicia Encarnada es el siguiente paso en el camino hacia Dark Crisis, el gran evento del año en DC Comics. Antes de ello, queda una última parada, el Justice League #75, al que este tebeo emplaza en su última página, cuya publicación por parte de ECC está anunciada para el próximo mes de diciembre. Williamson y Xermánico comenzaban una odisea multiversal con muchos grupos y personajes de tierras alternativas, algo que también será la tónica general de este tebeo, pero a diferencia de Frontera Infinita, aquí hay una mayor atención a los personajes, también porque aparecen muchos menos, no son pocos pero lejos de la ingente cantidad del capítulo anterior.
El Superman de T-23 y El Batman de Flashpoint, Thomas Wayne, navegan por el multiverso en busca de un Flash para su equipo. Aquawoman de T-11, Captain Carrot T-26, Thunderer T-7, Mary Marvel T-5, Dino-Cop T-41 y la IA Harbinger forman el equipo al que se une un Flash de T-0, Avery Ho, creado por Williamson en su etapa guionizando al velocista escarlata (The Flash vol 5 #3). Rescatar a Barry (perdido en Frontera Infinita) es la misión principal. Bajo esta premisa comienza el interminable e incansable viaje entre universos.
En semejante travesía destaca la parada en Tierra 8. ¡Retaliators Ready! ¿Sabemos ya a que Tierra nos estamos refiriendo? Los héroes de “Marvel” se contraponen a Justicia Encarnada y resultan más egoístas que los del equipo multiversal de DC. No queremos ningún problema con la competencia, Pax americana. Un fanservice descarado que enfrenta a los dos grandes villanos del universo tiene lugar. Gusta. Darkseid tiene un papel tan protagonista como los héroes y se da espacio a sus “allegados”. Justicia encarnada tiene virtudes semejantes a Frontera Infinita, la exposición de héroes y villanos de la editorial no tan habituales en los últimos tiempos es un caramelo para el lector añejo, pero al mismo tiempo el vaivén multiversal continuo y estresante no deja lugar a una exposición con peso, quedándose la mayoría de ellos en una mera aparición de poster. También pretende homenajear a la editorial y al Multiverso de Morrison por el camino, evidenciándolo con mayor nitidez en su paso por Tierra- 13. Williamson y Culver son torpes balanceando el homenaje y la trama, por momentos enlazan bien ambos propósitos pero rara vez los llevan a buen puerto. La versión femenina del villano más recurrente de la editorial de los últimos años hace aparición y, para colmo ¿tiene un guantelete del infinito? Un tiro en el pie para la cordura del cómic. Incluso Kalibak está harto, lo expresa, dando voz al aficionado, pero lanzar un guiño cómplice sobre aquello que te exaspera no es suficiente, sobre todo cuando sigues haciéndolo. Después de esto las esperanzas por el cómic disminuyen, pero entonces baja la intensidad, el guion se permite momentos relajados, de una mayor construcción en las dinámicas personales del equipo y no deja que desconectes del todo. Alguna caracterización no termina de cuadrar, como Thomas Wayne apoyando un romance contra todo pronóstico (más en tan complicada situación) y es que este Batman ha cambiado mucho con respecto al que vimos en la etapa de King con el murciélago. Un acierto ver a los héroes en Tierra 33, esa que nos resulta tan familiar. Justicia Encarnada es capaz de sacarte una sonrisa, borrártela en la siguiente página y en la contigua conseguir que disimules la mueca. Bandazos constantes, con una necesidad imperiosa de molar y de sorprender sin entender que contrariamente a su objetivo solo consiguen sacar al lector de la historia.
Un momento de repaso editorial no deja de tener lugar, ocupando gran parte del cuarto capítulo. Convenientemente, los sucesos anteriores son narrados con el prisma apropiado a la futura Dark Crisis, abrazando la retrocontinuidad. Por mucho que se haga en “favor” de un concepto de Moore, no convence. Aunque es de alabar que no resulte excesivamente confuso, rasgo significativo de cada epopeya multiversal con visos de cambiarlo todo. Se nos deja un vistazo a la futura Dark Crisis y se emplaza la historia directamente al Justice League #75. El preludio está siendo largo, una costumbre en la editorial que se extiende en los últimos tiempos. No es malo dar contexto a tus grandes eventos, pero debes hacerlo bien, de lo contrario corres el riesgo de llegar al momento cumbre hastiado por el camino.
Un gran número de artistas trabajan en este cómic. En algún momento específico incluso viene bien tener a tantos implicados, representar cada universo con un estilo distinto evidencia sus diferencias. Sin embargo, tantos involucrados da una muestra de la importancia que la editorial le da a este preludio. Desde el primer número la cohesión artística brilla por su ausencia con Tom Derenick, Andrei Bressan y Brandon Peterson repartiéndose 30 páginas. Será la tónica habitual del libro con artistas como Ariel Olivetti, Chris Burnham, Mike Norton, NIk Virella, Pail Pelletier, Todd Nauck o los patrios Mikel Janin y Jesús Merino, además de los citados del primer número. El color de HI-FI entrega cierta homogeneidad en un cómic carente de ella, al que no le hubiese venido nada mal contar con los lápices del titular de la anterior “entrega”, Xermánico. A pesar del baile de dibujantes, el acabado es bueno, se representan bien los distintos héroes, así como los extraños parajes visitados y las escenas de acción están bien solventadas. Con todo, el arte del tomo, cumple.
Liga de la Justicia Encarnada es una locura de cómic, se haga de manera consciente o no. Odisea multiversal, homenajes, retrocontinuidad, molonismo noventero, metatextualidad. Sin duda, no se empasta bien todos los elementos, dejando un cómic fallido que sin embargo puede satisfacer a aquellos que gusten del multiverso, los cómics de acción o estén ansiosos por descubrir qué depara la futura Crisis Oscura. Un extraño ejercicio que deja un regusto complicado en el lector, entretiene y deja atónito al mismo tiempo. Su propósito principal lo consigue, plantea solventemente el escenario para el nuevo megaevento de la editorial.
Lo mejor
• Consigue su objetivo principal, plantear el escenario de Dark Crisis.
Lo peor
• No se empastan bien todos los elementos del cómic.
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