Javier Vázquez Delgado recomienda: Vanilla Essence, de YAMATOGAWA
Edición original: Vanilla Essence (Akaneshinsha, 2015)
Edición nacional/España: Vanilla Essence (Ediciones Babylon, 2022)
Guion: YAMATOGAWA
Dibujo: YAMATOGAWA
Color: YAMATOGAWA
Traducción: PTC (LLC Shinyuden)
Género: Hentai/Escolar
Formato: Rústica. 216 páginas. 13,95€
¿Que está cara la calefacción en invierno? Pues hentai
«Nadie puede vernos, es como una habitación bajo el cielo azul.»
Si por algo suele asociar la gente corriente y moliente al país nipón es con su particular erotismo. A menudo bizarro y ligado a personajes en 2D como podemos ver desde videojuegos hasta en las almohadas. El hentai ha de ser la disciplina que más se reconoce y que más fama alberga, siendo por ejemplo el término más buscado en PornHub del año pasado o llegando a tener más búsquedas en Google en todo el mundo que el mismísimo Marvel. Igual Rosalía también ha ayudado a inflar un poco las cifras de este año. Poca explicación necesita este arte así que pasemos al tomo que nos ocupa.
Un instituto plagado de adolescentes en plena ebullición, cuando el despertar sexual llama a la puerta y comienzan los primeros amoríos (para los más afortunados) y las primeras fantasías y placeres secretos (para todos y todos los demás). Encontramos jóvenes con gusto por el voyerismo, quienes encuentran tentadoras las horas de actividades extraescolares, quienes aprovechan el tiempo en la enfermería o durante un resfriado y así hasta 10 historias cortas.
No es una obra que destaque particularmente. En su estructura narrativa son todo calentones hechos cómic, y en el dibujo, aunque cuidado y con gran detalle, no impacta ni se desmarca del canon. Antes hubiese traído Nana to Kaoru (publicada también en Italia y Alemania) o Nozoki Ana, pero entiendo que la cantidad de tomos de ambas obras es una apuesta arriesgada.
Tiene un dibujo muy.. fluido.. en más de un sentido. Como en todo manga, pero en los eróticos en particular, el conocimiento anatómico es primordial. Y en Vanilla Essence Yamatogawa-sensei muestra una gran pericia a la hora de dibujar los cuerpos de los personajes, variando las posturas y perspectivas constantemente. Se trata de un autor que ha diseñado las armaduras de varios de los Soul Calibur (si luego decís que están sexualizadas las personajes femeninas en estos juegos es porque contratan autores de eromanga para ello). En este sentido podemos ver como la ropa se funde con la escena y funciona también sumando a la escenografía, cubriendo y descubriendo los cuerpos a la vez que los perfila. No llega al punto del ahegao pero se nota que pone también especial atención en las expresiones de los personajes tanto durante las escenas de presentación como en las de “acción”.
Quien haya leído novela erótica sabrá que el lenguaje puede ser muy sugerente a la hora de crear escena, en este sentido la traducción de P. constituye un trabajo exxxcelente, no quedándose en un lenguaje burdo y erótico sino también armonizando todos los diálogos de parejas y dándole un empaque a la relación que ambos integrantes tienen.
Sigue siendo hentai enfocado al público masculino como la gran parte del que se genera, poniendo más en el foco el físico y el placer de las chicas que aparecen en viñeta, reforzando sus atributos naturales y deformando sus expresiones en un éxtasis constante. Así con todo encontramos personalidades muy diversas entre las susodichas, todas con un corte canónico eso sí pues en 20 páginas no es posible ahondar en mucha personalidad (menos si la mitad se las pasan en menesteres de alcoba).
El manga, aunque escenifique lances de adolescentes en el instituto, evidentemente es para mayores de 18 años. Por si se le da a algún menor de leerlo (pillos siempre hubo y habrá), esto es una fantasía. Pura ficción e imaginación como la vuestra de estar de hormonas hasta los topes. Ni el sexo es tan sencillo y simple ni todo sucede como puede suceder en las páginas de un hentai o un vídeo erótico. Y para los que digan que esto es tóxico, que afecta a la imagen del manga y no sé qué más sarta de tonterías, aquí nadie obliga a leer nada. Os ahorráis el dinero que no os paga la Iglesia por beatillos.
En la variedad está el gusto, y yo celebro que una editorial arriesgue con demografías tan poco habituales. Que se publicaron algunas obras en los 90 y 2000, pero de eso hace ya casi 20 años, con lo que los estilos han variado y actualizado. Siempre con la diferenciación del resto de obras para todos los públicos, tampoco es necesario exponerla como una obra común y moliente. Y que venda bien significa que hay curiosidad y gustos diferentes. Simple, seca y llanamente (bueno… o húmedo y abultado).
Lo mejor
• El arriesgarse con demografías por las que se les ve poco el pelo y la ropa.
• Un dibujo detallado y lleno hasta rebosar de detalles (jeje).
Lo peor
• Al ser historias cortas son un mete-saca con poca profundidad (argumental).
• No es para todos los públicos, 18 años mínimo eh, que os vigilo.
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