Javier Vázquez Delgado recomienda: Reseña DC USA – GCPD – The Blue Wall #1
Edición original: GCPD – The Blue Wall #1 USA (DC Comics, 2022)
Guion: John Ridley
Dibujo: Stefano Raffaele
Entintado: Stefano Raffaele
Color: Brad Anderson
Formato: Grapa. 32 páginas. 4,99$
La versión de Gotham Central del Black Lives Matter
«I’m not lucky. I’m screwed»
George Floyd murió en mayo de 2020 en Minneapolis a manos de unos agentes de policía cuando estos intentaban inmovilizarlo. El caso de violencia y abuso policial no era ni nuevo ni excepcional, sin embargo fue filmado por varios teléfonos móviles de los presentes lo que provocó que tuviera una repercusión y un impacto global.
Floyd se convirtió en un símbolo de protesta contra la violencia policial en Estados Unidos, una violencia que afecta de manera muy significativa a la minoría negra. La indignación recorrió el país y supuso el inicio del movimiento Black Lives Matter.
Los casos de violencia y abuso se hicieron más visibles. En muchos casos se trataban de sobreactuaciones policiales que cruzaban toda línea de prudencia yendo mucho más allá de lo que se supone que es su deber.
El movimiento BLM trascendió a diferentes ámbitos como el deporte y la cultura.
También llegó a los cómics y hemos podido ver como en los últimos años en DC se ha subido el nivel de la crítica a posicionamientos racistas y discriminatorios. Cada vez hay más autores que pertenecen a minorías y que ya no se dedican simplemente a dar continuidad a la aventuras de los superhéroes si no que han incorporado elementos de protesta y denuncia en sus cómics.
Llegados a este punto, tenemos el primer número de GCPD The Blue Wall con el oscarizado guionista John Ridley (12 años de esclavitud y La otra historia del universo DC) que se caracteriza por una visión crítica y racial de la sociedad americana y uno sus elementos más populares como son los cómics de superhéroes.
La serie se centra en la comisaría de Gotham. La protagoniza Renee Montoya, pero aquí la detective no deja de ser un mero mecanismo para desarrollar la trama.
La agente Samantha Park, en su primer día de patrulla, se encuentra ante un chaval de color que huyendo se dispone a sacar algo del bolsillo. Park le está apuntando con su revólver pero… no dispara.
El chico no iba armado y Samantha Park se convierte en una heroína y adquiere relevancia pública como ejemplo por no haber disparado, por evitar la vergüenza sobre el departamento de policía de Gotham y por haber demostrado que el cuerpo no es un nido de homicidas sedientos de sangre. Los altos mandos la adoptan y la proyectan públicamente para limpiar la imagen de la comisaría.
Sin embargo, Ridley no quiere caer en el moralismo fácil. Park no disparó no porque diera una oportunidad al chaval, no porque no tuviera prejuicios raciales… no disparó por cobardía y sufre la pena de ser la única de saberlo, de ser consciente de que es una farsante.
Ridley nos trae un guion con aristas y matices, que nos incomoda y que no nos lo va a poner fácil con un argumento maniqueo que sitúe ante un posicionamiento simplón. La crítica es poliédrica y va mucho más allá de los hechos individuales de unos agentes que a pesar de sus actuaciones, no dejan de ser víctimas de un sistema ultracompetitivo que perpetúa y premia determinados roles y actitudes.
El dibujo corre a cargo de Stefano Raffaele (Batman). De estilo detallado, realista y dinámico. Se trata de un autor parecido a Bryan Hitch que tiene la capacidad de dibujar cualquier cosa de manera armónica y fluida. La narrativa es expresiva. Potencia y dinamiza el guion facilitando una lectura trepidante. Los personajes y los escenarios están perfectamente caracterizados. Se trata de otro autor italiano de mucho nivel que por si mismo justifica el precio del tebeo. Tengamos en cuenta que se trata de un cómic de trama realista y urbana por lo que el autor puede encontrarse limitado por escenarios y exigencias más contenidos que dificulten su capacidad de lucimiento.
En definitiva, tenemos un tebeo que nos retrotrae a la excelente Gotham Central con crítica social y drama racial, un comic interesante e incómodo con un guion muy notable, un dibujo poderoso y un subtexto tan evidente como un puñetazo.
Lo mejor
• John Ridley nos explica su manera de ver el Black Lives Matter.
• El dibujo de Stefano Raffaele.
• La demostración que se pueden hacer comics en las grandes editoriales con mensaje y significación.
Lo peor
• Que se abstengan aquellos lectores que no quieran cómics con repercusión y crítica social.
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