Javier Vázquez Delgado recomienda: Corto Maltés. Nocturno berlinés, de Canales y Pellejero

Edición original: Corto Maltese 16. Nocturnes berlinois (Casterman. Septiembre, 2022)
Edición nacional/España: Corto Maltés. Nocturno berlinés. Norma Editorial. Octubre, 2022
Guion: Juan Díaz Canales
Dibujo: Rubén Pellejero
Color: Rubén Pellejero
Formato y precio: Cartoné, 86 páginas. 22€

Una yincana nocturna por tierras germanas

«¿Es usted judío?
Solo los sábados. ¿Y usted?»

Este nuevo episodio de la serie Corto Maltés, escrito por Juan Díaz Canales y dibujado por Rubén Pellejero, que lleva el sugerente título de Nocturno berlinés, es el mejor de los cuatro que han realizado estos autores españoles hasta la fecha. Si en las anteriores entregas pedíamos algo más de audacia a la hora de encarar la continuación de la serie creada por el italiano Hugo Pratt, aquí la encontramos.

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Corto Maltés. Nocturno berlinés se adentra en las atmósferas urbanas de la capital alemana en la época prehitleriana, durante la República de Weimar. El marino protagonista, acompañado del escritor Joseph Roth, pasea en dirección a la jefatura de policía donde tiene que sellar su permiso de residencia. Allí descubrirá el anuncio de la muerte de su gran amigo el profesor Steiner. La necesidad de saber las circunstancias de su fallecimiento y un encargo secreto, de extrañas connotaciones alquímicas, conseguirán que Corto conozca los desenfrenados ambientes del music-hall y del cine berlinés e incluso que emprenda un viaje hasta Praga, acechado por organizaciones secretas fascistas, misteriosos grupos esotéricos y otros fantasmas…

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Juan Díaz Canales teje una aventura atractiva, con una ambientación característica de las historias de espías y plagada de personajes reconocibles para el lector habituado a la serie, tanto históricos como creados por el maestro Hugo Pratt. La trama pivota entorno a un macguffin de manual que sirve de excusa para que nuestro marino maltés investigue las sospechosas circunstancias de la muerte de su amigo. Cobran especial interés los ambientes conspirativos, las escenas de tensión política – hermosísima la del discurso de Friedrich Ebert en medio de un mar de paraguas que son dispersados violentamente por los agresores nazis – y también los escenarios culturales de la época de entreguerras, especialmente los noctámbulos. La figura de Corto Maltés adquiere en esta aventura una personalidad más definida; es más audaz en el sexo, es más irreflexivo y no tiene tanta facilidad para las réplicas ingeniosas. Sin embargo conserva algo de la flema británica que heredó de su padre y mucho de la singular intuición de su madre. La mezcla de sucesos y personajes históricos reales con los de ficción está muy bien resuelta, con un resultado tan atractivo como instructivo.

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La realización gráfica y narrativa de la obra a cargo de Rubén Pellejero alcanza las cotas de excelencia que ya le conocíamos en obras como Dieter Lumpen, Cromáticas o El silencio de Malka, pero que nos había costado encontrar en los anteriores álbumes de esta serie.
Utiliza un esquema de página muy clásico con cuatro tiras de dos o tres viñetas cada una que le confieren al conjunto un ritmo sostenido, ágil y muy cinematográfico. Sus escenas eminentemente nocturnas, invariablemente húmedas y frías están perfectamente resueltas con densas y elegantes manchas de tinta adornadas por ágiles, desordenados y atractivos rayados manuales. Sus personajes tienen mucha personalidad, son fascinantes y carismáticos. Los decorados son misteriosos y sugerentes. Pero por encima de todo destaca el hermoso tratamiento del color que dota a cada escena de una atmósfera adecuada y que confiere al conjunto una ambientación urbana, una connotación excitante y un estilo de valiente inspiración expresionista.

El propio Pellejero lo explicaba claramente a Xavier Roca en el semanario El Temps, afirmando que se había producido una evolución gráfica lógica, pero que también había querido usar colores más planos, menos basados en la acuarela, porque eran mucho más adecuados para reflejar adecuadamente el juego entre luces y sombras.

La realización física y técnica del álbum a cargo de Norma Editorial repite las mismas características de capítulos anteriores y sigue siendo magnífica. El tomo es en cartoné, de un tamaño adecuado, excelentemente impreso y con buen papel. Cuenta con una introducción de Jean-Yves Tadié, profesor emérito de literatura de la Sorbona, ilustrada por hermosos bocetos y dibujos preparatorios de Rubén Pellejero. Existen dos formatos de edición, uno en blanco y negro y otro en color. Por las razones que hemos apuntado antes, la mejor opción es la coloreada, además su precio es mucho más razonable.
Se puede encontrar, también, una versión en catalán.

Corto Maltés. Nocturno berlinés es una obra muy interesante a nivel argumental y hermosísima a nivel gráfico-narrativo. Los dos autores españoles consiguen tomar las riendas de la serie para ofrecernos una aventura urbana, conspirativa y expresionista. Curiosamente, tanto Juan Díaz Canales como Rubén Pellejero han alcanzado los mejores resultados cuanto más se han alejado de la ortodoxia prattiana; siendo absolutamente fieles a su espíritu pero no a su letra. Por eso esta versión de la serie consigue que esperemos las próximas entregas con bastante interés y un punto de impaciencia. Y esto no es poco…

Salut!

Lo mejor

• El hermoso tratamiento del color y del arte en general.
• Una trama interesante y absorbente.
• Que los autores finalmente han dominado al personaje y a su entorno.

Lo peor

• La innecesaria edición en blanco y negro que confunde al lector menos informado.



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