Javier Vázquez Delgado recomienda: Flash Núm. 13-15 Voidsong
Edición original:Aquaman & The Flash: Voidsong núm. 1-3 USA(DCComics, 2022)
Edición nacional/España: Flash Núm. 13-15 (ECC Cómics, 2022)
Guion: Collin Kelley, Jackson Lanzing.
Dibujo: Vasco Georgiev.
Entintado:Vasco Georgiev.
Color: Rain Beredo.
Traducción: Francisco San Rafael Simó.
Formato: Grapa, 48 págs. A color. 3,75 euros / ejemplar
El valor del silencio
«Las culpas después, ahora luchemos»
La serie de Flash en su formato actual llega a su fin en enero. Pero antes de que ocurra tal cosa toca hablar, no de su último arco argumental, sino de la miniserie que se ha incluido en colección, en la que Aquaman y Flash forman un particular equipo como los últimos defensores de la Tierra.
La serie de Flash con la llegada de Dark Crisis se cancelará en grapa y, tal y como ya ha explicado ECC en redes, se relanzará en otro formato. En enero diremos adiós a la grapa, pero de momento toca hablar de esta miniserie que viene a romper un poco la dinámica de la serie, pero que de no encartarse de esta forma es más que probable que hubiera quedado inédita.
No me escondo si digo que tener en una misma cabecea a Flash y a Aquaman formando equipo es algo que, de salida, me resulta atractivo. No en vano son dos de los personajes que más me interesan del Universo DC, por lo que las expectativas eran grandes.
Voidsong, que es como se titula la miniserie de tres números, nos pone al frente de una invasión alienígena por parte de una raza desconocida hasta ahora. Sus formas son muy distintas a lo que se puede esperar el lector, pues no hay un combate intergaláctico, sino más bien una colonización global a través de un armónico que posee a todos los seres humanos de la Tierra, incluidos los superhéroes. Todos salvo Flash y Aquaman, que por sus particulares circunstancias, quedan a salvo y deben hacer frente a estos invasores tan peculiares.
Al frente de la obra están los guionistas Collin Kelly y Jackson Lanzing. Nombres que de primeras pueden parecer ajenos al lector, pero están detrás de la serie de Capitán América: Centinela de la Libertad, para Marvel y en DC se han encargado de dar forma a Batman Beyond, Gotham City Garage y algunas entregas de Green Arrow. Sus nombres no son especialmente conocidos, por lo que pueden despertar algunos recelos, pero aquí lo que importa es que Aquaman y Flash hacen equipo.
El conflicto que plantea Voidsong es la excusa perfecta para poner a trabajar juntos a dos miembros de la a Liga que no se lleva especialmente bien. La seriedad de Arthur choca de lleno con la desenfadada forma de ver y hacer las cosas de Barry (porque aquí no tenemos a Wally West, protagonista de la actual serie), mientras deben encontrar la forma de superar a un enemigo que los supera ampliamente.
La relación entre ambos resulta algo forzada, pues los escritores juegan con solo un par de aspectos de la personalidad de cada uno. Son aquellos que más chocan, para crear esa tensa relación que también forma parte de la historia, y que en manos más hábiles no hubiera quedado tan reducida. Sin embargo, una vez superado el primer impacto, la trama se va asentando y crea el suficiente interés como para querer adentrarse más en la propuesta de Lanzing y Kelly.
La mente científica de Allen, la determinación y liderazgo de Arthur, son las piezas clave para ir desentrañando una historia que apenas aporta nada nuevo a los protagonistas. Entre le punto A, el de partida, y el B, el final, el recorrido de cada uno de los protagonistas apenas es palpable, pues no hay evolución más allá de la esperada por cualquier lector que lleve unos años en esto. Poca profundidad para tantos fuegos de artificio.
Algo que penaliza al conjunto de este trabajo, más de lo que debería, es el dibujo. Estamos ante Vasco Georgiev, que pone su estilo al servicio de la historia, donde lo digital se nota demasiado. Tanto que hay momentos de que el cómic parece haber sido realizado por un dibujante primerizo con planos y escorzos muy básicos y texturas digitales que se ven artificiales. Al mismo tiempo se pueden disfrutar algunos momentos de brillantez narrativa que desconciertan. Un apartado que resulta irregular y ajeno.
La obra tiene acción, conflicto, drama, incluso hay épica, pero carece de alma, de corazón, de carisma suficiente para anidar en uno y quedarse como una historia relevante. No disgusta, pero tampoco convence. No amarga, pero no se asienta, no endulza de alguna forma la experiencia. Una miniserie que cumple a la perfección, pero que está llena de lagunas, carente de simbolismo, de fuerza. Es complejo de expresar, porque es un trabajo que se lee sin problemas, no aburre, pero algo falla, algo que pica en el interior y que hace que al terminar uno no sepa muy bien como posicionarse respecto a lo que ha leído. Lo que los escritores plantean al lector como motivo por el que los alienígenas llegan a la Tierra, hace estallar la relación entre Arthur y Barry, pero es este punto donde la historia se muestra más sólida, donde las emociones son más genuinas, sobre el querer hacer lo correcto sin importar las consecuencias. Honestidad emocional. Por eso es tan difícil hablar de un mal cómic, pues no lo es. Pero tampoco es una obra especialmente rescatable. Se mueve con torpeza entre dos aguas, alumbrando un engendro de mil sabores que gusta a la vez que disgusta. Incluso para los más fieles seguidores de sus dos protagonistas. Queda abierto el debate.
Lo mejor
• La honestidad emocional que destila.
• Lo original de la propuesta.
Lo peor
• Un dibujo excesivamente digital.
• No explotar bien todo su potencial.
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