Javier Vázquez Delgado recomienda: Okaasan, de Joan C.

Edición original/España: Okaasan (NORMA Editorial, 2022)
Guion: Joan C.
Dibujo: Joan C.
Realización técnica: Oliva Osanz
Supervisión técnica: Elena González de la Higuera López
Género: Historias de la vida/Drama
Formato: Rústica. 200 páginas. 9,00€

Madre solo hay una, la llames okaasan, haha o abuela

«¿Acaso intentas protegerme? Ayúdame… Por favor…»

Durante la cuarentena fueron muchos los que volvieron al rural por motivos de salud, económicos o de bienestar. Para algunos un paso atrás en sus vidas, para otros reencontrarse con sus raíces o hacer crecer un árbol recién plantado. En el caso de la protagonista Midori, aunque no estuviese relacionado con la pandemia, la vuelta al hogar rural no es un cambio que acoja con gusto y esperanzas para ella y su hijo.

Digna ganadora del primer puesto del concurso manga de NORMA Editorial 2021, Okaasan trata una historia cruda sobre la familia de los Kurosawa, quienes viven en las afueras del pueblo y sobre quienes pesan una serie de habladurías. La hija mayor vuelve al pueblo desde Tokio tras ser abandonada por su marido junto a su hijo sordomudo. Midori huyera de estas tierras y ahora tendrá que enfrentarse a este último recurso contando con el apoyo de su familia, con quien no llega a tender puentes del todo.

El tomo aunque sea único aborda una gran variedad de temas, combinándolos y ahondando en ellos. Desde la maternidad que aparece en el título, la vida rural con sus pros y contras, los lazos familiares, minusvalías, rescate durante un tifón e incluso suicidio.

La división de capítulos por los miembros de la familia Kurosawa hace que el lector centre el foco en un personaje en particular y encuentre la relación pasada y presente con Midori, así como sus fuerzas y flaquezas. El hermano pequeño es una persona enérgica y entregada, siempre con una sonrisa para su sobrino, pero distante con su hermana por haber dejado la casa cuando tuvo oportunidad. Su abuela es el pegamento que une a toda la familia, un ángel de bondad inagotable que hace lo que sea por proteger a su familia (gallinas inclusive). El abuelo se hace el reservado y misterioso pero es una persona que ama en profundidad a su familia aunque no lo muestre delante de ellos.

Todos ellos interactúan con la difícil Midori y el pobre Kennosuke, intentando volver hacer de esa casa su hogar, al mismo tiempo que intentan comprender qué ocurrió con el marido de Midori y por qué esta se encuentra tan afligida.

Aunque la presencia de los demás miembros de la familia sea imprescindible para el desarrollo de la trama, los dos personajes que más aparecen son madre e hijo, uno encontrando amparo a todos sus problemas y miedos en esta su nueva casa y su nuevo amigo, y la otra revolviéndose con uñas y dientes o buscando la redención y amparo a través de su hijo y sus recuerdos de la niñez.

Si le he de poner un fallo será que la historia pasada de los padres de la protagonista parecía una trama que se iría descubriendo a los pocos en el proceso de entender la forma particular de ser de esta y no una historia trágica que acompaña los mazazos finales de la historia al clavo de drama que se fue forjando; aunque también es cierto que el espacio es limitado y las demás tramas se desarrollan de forma espléndida.

Hablado sobre el guion comentar brevemente su dibujo. El diseño de personajes es muy vistoso, con unos ojos expresivos y muy redondos que dan tanto a personajes jóvenes como adultos una dulzura muy característica. La distribución de viñetas y la dinámica hacen que la trama se siga a la perfección haciendo la lectura avanzar rápidamente. Por otra parte, los fondos y diseño de escenarios se pueden percibir poco elaborados, más con la belleza que los terrenos campestres pueden aportar.

Siendo un ratón de campo mi vínculo con esta serie es un poco más personal que el de muchos otros lectores como puede ser vuestro caso. El conocer las dinámicas de pueblos ínfimos donde conoces a todo el mundo (y todo el mundo te conoce a ti) y haberme movido en términos semejantes al de los personajes de esta obra hace que la impresión me quedara grabada a fuego y haya soltado un par de lagrimones en el tren.

Okaasan es un bocado pequeño agridulce. Un bombón relleno de mermelada amarga que se devora en un instante y deja buen sabor de boca. Recomendado 100%, seas o no lector de manga y le hayas dado un tiento a la producción española o sea esta tierra ignota por descubrir.

Lo mejor

• Es un pasapáginas, la trama es interesante como un finde de vacaciones en el pueblo.
• La variedad de personajes y lo bien que se integran sus historias.

Lo peor

• Falta elaboración en los fondos.

Ver Fuente