Javier Vázquez Delgado recomienda: Sola en el espacio, de Tillie Walden
Edición original: Alone in Space: A Collection USA (Avery Hill Publishing)
Edición nacional/España: Sola en el espacio (La Cúpula, 2022)
Guion: Tillie Walden
Dibujo: Tillie Walden
Traducción: Rubén Lardín
Rotulación: Iris Bernárdez
Formato: Rústica con solapas. 232 páginas. 24,50€
La evolución de una artista
Repetimos y repetiremos hasta la saciedad la grandeza de Tillie Walden y la magnífica colección de obras que ha ido realizando en los últimos años. Es una autora a reivindicar, aunque ya ha alcanzado una fama en ciertos círculos, y en la que La Cúpula ha sabido apostar, lanzando las imprescindibles Piruetas, En un rayo de Sol o ¿Me estás escuchando?, todas altamente recomendables. Pero lo cierto es que la autora natural de Texas ya fue calificada como “joven promesa” antes de todas estas y gracias a historias algo más cortas. Debido a ello este mismo año La Cúpula editaba El final del verano, su primera obra larga, y lo hacía en un tamaño mucho más grande del habitual aprovechando para celebrar el veinticinco aniversario de SD Distribuciones.
Pero Tillie Walden tenía más material anterior. Hay que recordar que la autora lleva trabajando en pequeñas cosas desde los dieciséis años y muchas de sus historias ya no estaban al alcance de nuevos lectores, que la conocieran a raíz de las últimas publicaciones. Para ello, en Estados Unidos, se lanzó un recopilatorio titulado Alone in Space: A Collection, que es básicamente este Sola en el espacio, con una ligera diferencia. La edición estadounidense incluye El final del verano, por lo que es un pedazo más grande que esta, que evidentemente prescinde de ella dada su reciente publicación.
La parte negativa de esta edición es precisamente esa, al no tener la historia más larga, y que además es muy buena, este tomo se convierte en un recopilatorio para los más cafeteros. Cien por cien recomendable para quienes sigan a la autora, eso sí, pues en él se ve su crecimiento como artista desde una edad temprana, pero solo tiene dos historias que superan las cincuenta páginas, mientras que la segunda mitad del tomo se dedica a relatos muy breves y primigenios, aderezados por una buena introducción, algunas ilustraciones y unas pequeñas explicaciones de cada historia por parte de la autora, lo cual siempre está bien pero aquí le da más ese tono de obra con la que profundizar en su arte.
A ese El final del verano le siguió ese mismo año Me encanta esta parte (I Love This part), una historia más contenida en la que Walden narra la historia de amor de dos chicas jóvenes a razón de viñeta por página, donde sigue haciendo gala de su gran capacidad para transmitir emociones con muy poco. También continúa su época de dibujar edificios grandes y escenas algo más surrealistas. Es una historia de descubrimiento realizada por una chica de diecisiete años con la que cualquiera puede empatizar y en la que demuestra ya una expresividad preciosa. Eso sí, se lee en un suspiro, y no será porque sus páginas no sean tan atractivas como para pararnos un rato en ellas.
El siguiente relato es Una ciudad interior (A city inside) y ya se nota que ha pasado un año entre esta y las dos anteriores, pues vemos una Walden más cercana a la actual, con viñetas más pequeñas, mejor narrativa y algo más intimista. Prescinde de los grandes paisajes o edificios, a pesar del nombre, pero sigue con sus elementos fantásticos de una manera en la que mezcla realidad y pensamiento. Se ve que aún le falta dar un paso, que aún está algo contenida, pero esto se subsana con su siguiente trabajo, que sería Piruetas. No obstante la melancolía está menos presente que en la anterior historia y eso que trata un inevitable tema que resulta duro para todos.
De ahí en adelante ya tenemos esas pequeñas historias que van desde las quince páginas hasta las dos y que la autora realizó entre los dieciséis y los veinte años. En cierta medida es completismo puro y duro para sus seguidores, pero lo cierto es que en su mayoría se disfrutan, pues hay varias que tratan esos temas tan intimistas que se le da tan bien desarrollar. La apertura con Fogonazo pone los pelos de punta, especialmente si se conoce algo más su historia personal narrada en la ya mencionada Piruetas.
Todas ellas son entretenidas y da hasta miedo pensar en cómo la artista no baja el nivel, incluso cuando parte del material va desde encargos para exposiciones hasta ideas para concursos a los que nunca se presentó, pero lo más interesante de estas historias es ver cómo va aprendiendo, ve su evolución, cómo experimenta con los colores y sentir pedazos de lo que vendrá después. Es sí, una vez más es algo que se disfruta si se conoce bien su obra, ya que desde el presente se valora más por ver cómo ella iba haciendo y creciendo.
Si estás leyendo esto y eres fan de Tillie Walden, tienes todas sus obras y te encantan sus trabajos, hazte con Sola en el espacio sin dudarlo, porque no te decepcionará lo más mínimo. Ahora bien, si no es así mejor empieza por Piruetas o cualquiera de sus otras obras. Por suerte aquí se disfruta mucho de los cómics de la autora y Sola en el espacio resulta toda una experiencia.
Lo mejor
• Tanto Me encanta esta parte como Una ciudad interior son dos historias de las que se quedan en la cabeza.
• Ver la evolución de la autora a lo largo de sus primeros años.
Lo peor
• Es un tomo para quien siga a la autora, pues no deja de ser un compendio de historias cortas de sus primeros años.
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