Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Héroes. La Patrulla-X: La Era de Apocalipsis Omega

Edición original: Amazing X-Men 1-4, Factor-X 1-4, X-Man 1-4, Weapon-X 1-4, Astonishing X-Men 2-4, Gambit & The X-Ternals 4, X-Men Omega, X-Men Prime y X-Men Riot USA (Marvel Comics, 1995)
Edición nacional/España: Marvel Héroes. La Patrulla-X: La Era de Apocalipsis Omega (Panini Cómics, 2016)
Guion: Scott Lobdell, Fabian Nicieza, John Francis Moore, Jeph Loeb, Larry Hama, Mark Waid, Terry Kavanagh
Dibujo: Joe Madureira, Andy Kubert, Adam Kubert, Steve Epting, Steve Skroce, Roger Cruz, Carlos Pacheco, Salvador Larroca, Bryan Hitch, Jeff Matsuda, Gary Frank, Mike McKone, Terry Dodson, Ben Herrera, Paul Pelletier,
Entintado: Tim Townsend, Dan Green, Al Milgrom, Karl Kesel, Chris Warner, Mike Sellers, Bud LaRosa, Harry Candelario, Scott Hanna, P. Craig Russell, Cam Smith, Mark Farmer, Mark McKenna, Tom Palmer, Hector Collazo, Will Conrad, Matt Ryan
Color: Steve Buccellato, Digital Chameleon, Marie Javins, Mike Thomas, Joe Rosas, Electric Crayon, Kevin Somers, Glynis Oliver
Traducción: Santiago García
Realización técnica: Estudio Fenix
Formato: Tapa Dura. 696 páginas. 42,00€

Nostalgia de la buena

Venid conmigo, esposa mía, hijo mío. Dejad que os ame antes de que el tiempo se escape

En primer lugar, antes de la reseña, creo que no está de más disculparse por la tardanza en reseñar este tomo. Marvel Héroes. La Patrulla-X: La Era de Apocalipsis Alfa fue reseñado en esta nuestra santa casa nada menos que en 2016 y hasta ahora, esta serie de dos tomos se había quedado colgada en nuestros archivos. Y, sin duda, este cross-over tiene suficiente empaque como para merecer volver a hablar de él.

Para los aficionados a los mutantes, el origen de La Era de Apocalipsis es bien conocido. El editor de la oficina X, Bob Harras estaba ayudando a los guionistas de la mítica serie de animación de la Patrulla X de los años 90 cuando dio con una trama que le pareció demasiado buena como para “regalarla” al show televisivo. Al más puro estilo What if…?, Harras se preguntaba “¿Cómo sería un universo Marvel en el que el Profesor Xavier hubiera muerto antes de fundar la Patrulla X?” A partir de esa premisa, el concepto creció hasta convertirse en el mayor cross-over hasta la fecha dentro de una misma familia de títulos: La Era de Apocalipsis. Al final, la avalancha de títulos incluía dos especiales de inicio y cierre (Alfa y Omega), un montón de miniseries que sustituían a las series regulares mutantes (X-Calibre, Gambito y los Externos, Próxima Generación -traducción espantosa donde las haya-, La Increíble Patrulla X, La Asombrosa Patrulla X, Arma X, Factor X, X-Man y Universo X) además de varios especiales por si con lo anterior no fuese suficiente. La mayoría de los one-shot se incluyeron en el primer Marvel Héroes así como el inicio de la saga con la historia “La búsqueda de Legión” que acababa con el viaje en el tiempo y la muerte accidental de Xavier, quien perece salvando a Magneto, de los intentos homicidas de su hijo, el citado Legión.

A nivel editorial, este segundo tomo contiene el “cogollo” de la saga, con la mayoría de las miniseries principales: Amazing X-Men #1-4, Factor-X #1-4, X-Man #1-4, Weapon-X #1-4, Astonishing X-Men #2-4, Gambit & The X-Ternals #4, X-Universe #1-2 y por supuesto X-Men Omega. Además, la edición de Panini, muy completa, incluye X-Men Prime, especial realizado por distintos equipos creativos mostrando el futuro para las colecciones X tras el cross-over, así como Marvel Riot, un último especial publicado a finales de 1995 centrado en el humor y distintas versiones paródicas de la saga.

Como buena realidad alternativa estilo Marvel, la Era de Apocalipsis presenta un mundo distópico y echo polvo en el que Apocalipsis y sus minions gobiernan la mayoría del planeta siendo parte de Europa el único foco de resistencia humana. La trama general del cruce se centrará en Bishop, el único personaje que recuerda (y no muy bien que digamos) qué la realidad ha sido alterada. Su plan, claro, será conseguir volver atrás en el tiempo e impedir la muerte de Xavier. Al mismo tiempo, Apocalipsis se prepara para darle el golpe definitivo a lo que queda de humanidad y acabar con todos los seres humanos. Magneto es aquí líder de la Patrulla X y, tras averiguar la verdad sobre el cambio de realidad cuando Bishop intente matarle en un ataque de locura, pondrá en marcha el plan para borrar y deshacer la Era de Apocalipsis.

Dadas las limitaciones del concepto -¿hasta qué punto tienen peso tramas cuyo destino es terminar borradas de la existencia como por ejemplo salvar a la raza humana?-, creo que todas las miniseries tienen algo de valor para rescatar, incluso la más floja que para mi gusto es claramente la de X-Man. Un breve apunte de cada una de las que podemos encontrar en el tomo y un análisis más general después.

De Gambito y los Externos aquí solo tenemos el último número, fundamental para la trama principal. Un equipo de ladrones “espaciales” liderados por Remy (Lila Cheney, Fortachón, Mancha Solar y Júbilo) busca hacerse con un trozo del cristal M’Kraan parte indispensable del plan Magneto/Bishop. Sustituta de X-Force, se trata de la excusa para hablar de la Marvel cósmica dentro del universo mutante y es resultona a pesar del muy mejorable dibujo, en los dos primeros números, de Tony Daniel (las caras de Daniel hacen parecer a los personajes no solo feísimos sino que padecen algún tipo de trastorno mental) que nunca ha sido santo de mi devoción. Afortunadamente, en este tomo contamos con uno de los dos números de la serie ilustrados por Salvador Larroca, que hace un trabajo muy meritorio.

Universo X es mi gran decepción con la saga. Con la cantidad de historias chulas que podrían haber salido de aquí, Scott Lobdell y Terry Kavanagh -el binomio del mal en la Marvel de los 90-, entregan unos cómics tremendamente sosos a pesar de lo intrincada que puede parecer la trama por lo que se refiere a los intentos del Alto Consejo Humano para resistir a Apocalipsis. Como lector, puedo comprar que en el Consejo compartan asiento Bolivar Trask y Emma Frost o que Tony Stark y el Doctor Muerte sean aliados, pero convertir a Gwen Stacy en una especie de luchadora por la libertad mezcla de Starlord y la Viuda Negra es demasiada suspensión de la incredulidad. Eso sí, es un auténtico caramelo disfrutar de una Gwen dibujada por nuestro añorado Carlos Pacheco, aquí en uno de sus primeros trabajos para la Casa de las Ideas.

X-Man es, para mí, la más floja de las miniseries del tomo. Sustituta de Cable, al guionista Jeph Loeb no se le ocurre otra cosa que convertir al hijo de Askani en un adolescente irritante. Nate Grey es más un monstruo genético que un hijo real de Cíclope y Jean Grey pero aún así se presenta como uno de los mutantes más poderosos del planeta. En esta serie tenemos a una troupe itinerante formada por Forja, Sapo o Sauron, además del propio Nate, que se dedica a dar vueltas por el yermo y sabotear las líneas de suministro de Apocalipsis. Lo más destacado aquí, el dibujo de Steve Skroce, todavía por pulir pero a años luz del guion de Loeb.

La Asombrosa Patrulla X es la sustituta de X-Men y tenemos un sólido tándem creativo en Fabian Nicieza y Andy Kubert. Título básico para la trama central, el equipo formado por Tormenta, Banshee, Dazzler, Hombre de Hielo, Éxodo y liderado por el hijo de Magneto, Mercurio, se enfrenta a sacerdotes de la secta, a uno de sus Jinetes e incluso se permiten una pequeña escaramuza con el mismísimo Apocalipsis. Sólido trabajo de Nicieza (al que le reescribieron diálogos y luego le darían la patada de la oficina X no mucho después de la saga) y excelente labor de Kubert, sin duda en un momento dulce de su carrera -su Magneto es, en pocas palabras, imperial-.

Arma X, es decir, Lobezno por si hay algún despistado en la salas juega con la idea de tener a Logan y a Jean Grey como espías/agentes del Alto Consejo Humano. Como buen cómic de Larry Hama, aquí tenemos acción, mucha acción y un ritmo casi siempre frenético. Y entre tanto movimiento, el escritor es capaz de desarrollar una interesantísima dinámica entre Logan y Jean que va mucho más allá de la atracción física. Por su parte, Adam Kubert, más exagerado e incluso podríamos decir cartoon que su hermano, borda el sentido cinético de la historia y las set-pieces de acción.

Factor X es una de las principales series a la hora de aportar una visión diferente de la distopía. En ella se narra el trabajo de los equipos de élite de Apocalipsis encargados de la seguridad de los campos de concentración y experimentación. Correcto trabajo de John Francis Moore (a pesar de telegrafiar a la legua la traición a los suyos de Cíclope y el enfrentamiento con su hermano Kaos) y muy sólido el dibujo de Steve Epting, si bien desentona con el estilo más noventero del resto de ilustradores del tomo.

Sin duda, la serie más “molona” es La Asombrosa Patrulla X y no puede ser menos con Scott Lobdell y Joe Madureira al mando. Entretenida y con algunos de los mejores diálogos que Lobdell haya escrito para los mutantes, es cierto que la trama, con la pelea entre los héroes y Holocausto, otro de los jinetes de Apocalipsis, está demasiado “decomprimida” y contiene detalles absurdos como presentar tres muertes fake de Dientes de Sable. Para los fans mutantes de los 90, el equipo formado por Pícara como mujer de Magneto, Dientes de Sable, Destello, Fuego Solar, Morfo y Chico Salvaje siempre tendrá un lugar en nuestro corazoncito.

Todo llega a su final en X-Men Omega en el que se suceden las muertes impactantes llevándose la palma la de Apocalipsis a manos de Magneto y Bishop consigue deshacer la muerte accidental de Xavier, volviendo todo a la normalidad y sin que nadie, ni el propio Bishop tenga un recuerdo claro de lo que ha pasado. Más allá de las muertes, como número unitario, este Omega es un tanto fallido. La trama se mueve a la velocidad de la luz sin dar tiempo a asimilar nada o que te importe la gente que muere que, por otro lado, son muerte de mentirijilla porque todo el mundo va a estar vivo en la realidad restaurada. Y eso por no hablar de intentar hacer creer al lector que Gambito puede matar a Coloso porque me da la risa. El dibujo de Roger Cruz aprueba con un 5 raspado lo que, teniendo en cuenta que el número acaba teniendo seis entintadores, creo que no es una crítica tan mala de su trabajo.

Leer o volver a leer La Era de Apocalipsis es volver a los 90, sí, pero no a los peores 90. Es cierto que recordaba la saga mejor coordinada de lo que realmente está (sin llegar a los desastres de cross-overs como Atlantis Ataca) pero sigue siendo una lectura entretenidísima. Cada serie tiene su propia razón de ser y funciona muy bien como piezas del puzzle que es esta realidad alternativa. No solo es un buen cross-over sino que la percepción de su calidad aumenta cuando recordamos los infames cruces mutantes de la década, desde La Canción del Verdugo hasta Atracciones Fatales. Creo que este cross-over es una de las escasas ocasiones en la década en la que las series mutantes, sobre todo las principales, se pudieron leer sin tener esa sensación de estar frente a esa versión “bastarda” y distorsionada del estilo Claremont que se impuso desde la oficina X tras la marcha del patriarca mutante.

La Era de Apocalipsis funciona entre otras cosas porque el núcleo del conflicto funciona; tener a un villano comportándose como un nazi y para oponerse a él tener precisamente a Magneto funciona; las versiones distorsionadas de héroes clásicos funcionan (aunque la bestia oscura parece que se ha reencarnado en el Hank McCoy de la actual X-Force); los nuevos personajes funcionan. Pero sobre todo hay un sentido de la tragedia que es parte del ADN de los X-Men. Esa misión suicida en la que Magneto y los héroes luchan para ver cómo se borran de la existencia todos sus amores, amistades y éxitos porque es lo correcto, por la esperanza de un futuro/realidad mejor… es puro X-Men.

Como fan de las ucronías del Universo Marvel, la Era del Apocalipsis es -faltaría más dada su extensión- una de las más conseguidas, trabajadas y absorbentes. Hecho de menos un one-shot dedicado a explicar el impacto histórico de la llegada de Apocalipsis en eventos clásicos de la Casa de las Ideas. ¿La llegada de Galactus? ¿La Guerra Kree-Skrull? El lore de la evolución de los mutantes (al menos de los más famosos) está muy detallado pero Universo X falla a la hora de extrapolar ese trabajo de world-building al resto de héroes.

El legado de la Era de Apocalipsis todavía llega a nuestros días. Algunos personajes como X-Man y la Bestia Oscura (esta con un absurdo retconeo en el que se la convertía en la fundadora de los Morlocks) saltaron directamente a la realidad del mundo 616. Otros fueron recuperados posteriormente como Destello en Los Exiliados. En 1996 y 1997 se publicaron especiales titulados Historias de la Era de Apocalipsis. En 2005, para el 10º Aniversario, tuvimos un one-shot pero sobre todo una miniserie de 6 números a cargo de Cebulski y Bachalo que pasaron por el mercado sin pena ni gloria. Mejor recuerdo dejó el regreso a este mundo que tuvo lugar en los Imposible X-Force de Rick Remender ya en 2011 y que desembocó en un nuevo one-shot un año después. Por último, el mundo de la Era de Apocalipsis tuvo un nuevo revival como uno de los Mundos de Batalla en las Secret Wars dirigidas por Jonathan Hickman en 2015.

Lo dicho, un legado duradero para una de las mejores historias que dieron los mutantes en los infaustos 90.

Lo mejor

• Un cross-over bien hecho. Y los lectores de cómics sabemos lo difícil que es

Lo peor

• Todo lo relativo a X-Man: Idea sin gracia, desarrollo pobre



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