Javier Vázquez Delgado recomienda: Jonna y los Megamonstruos, de Chris Samnee, Laura Samnee y Matt Wilson

Edición original: Jonna and the Unpossible Monsters 1-4 (Oni-Press, 2022)
Edición nacional/España: Jonna y los Megamonstruos (Editorial Astronave, 2022)
Guion: Chris Samnee y Laura Samnee
Dibujo: Chris Samnee
Color: Matt Wilson
Formato: Cartoné. 112 páginas. 15,50 €

HAN LLEGADO LOS MEGAMONSTRUOS

Rainbow lleva un año buscando a su hermana Jonna. La última vez que vio a Jonna fue también la primera vez que vio a uno de los monstruos que ahora vagan por el planeta. Son criaturas grandes, feas y peligrosas que han llevado a la humanidad al borde de la extinción. Aunque no tiene muchas esperanzas de sobrevivir por su cuenta en medio de la naturaleza, Rainbow sabe que su hermana está ahí fuera, en algún lugar, y hará lo que sea para encontrarla.

Publicada originalmente por Oni-Press para el mercado norteamericano en 2021, el sello Astronave nos trajo esta obra en español en noviembre del año pasado. Mencionar que este tomo recopila los cuatro primeros números de la serie, que terminó hace poco con su número 12. Se espera por tanto que a España vayan a llegar 3 tomos en total.

Jonna y los Megamonstruos es un cómic muy curioso por varias razones. Para empezar, llama inmediatamente la atención que los encargados de realizarlo sean Chris Samnee y Laura Samnee. En contra de lo que suele ser habitual, Chris se pone al mando del guion junto a su esposa Laura para contarnos la historia de Rainbow, una chica que lleva más de un año buscando a su hermana Jonna, a la que vio por última vez cuando unos monstruos enormes y peligrosos comenzaron a aparecer por todo el planeta. Ahora, la humanidad está al borde de la extinción y los pocos sitios medianamente seguros que quedan son asentamientos en los que Rainbow se niega a quedarse. Sabe que su hermana está ahí fuera, en alguna parte, y si algo tiene claro es que no piensa rendirse.

Otro aspecto fundamental que condicionó la creación de esta obra fue la pandemia. Según el matrimonio Samnee, este cómic surgió como una forma de intentar compaginar su vida laboral con la tarea de cuidar a sus tres hijos. De este modo, no solo las dos hermanas protagonistas están muy basadas en sus dos hijas mayores, sino que el propio proceso creativo que han atravesado para ofrecernos esta historia ha consistido en una actividad familiar por sí misma. Al parecer, la mayoría del cómic fue surgiendo sobre la marcha, en pequeñas conversaciones que los miembros de la casa iban manteniendo en la cocina. Mientras Chris y Laura pasaban tiempo con sus hijos, les iban contando la historia de Jonna y Rainbow, acompañada a menudo de bocetos rápidos para ilustrarla. A esta dinámica se sumaban encantados sus hijos, quienes también aportaban ideas para la trama y dibujaban junto a sus padres para expresar los locos conceptos que revoloteaban por sus pequeñas cabezas y, sobre todo, para pasárselo bien.

El proceso creativo arriba explicado se refleja en las páginas de Jonna y los Megamonstruos de muchas formas distintas. A nivel temático, la obra gira en torno a la familia. Esto ocurre a varios niveles, desde el más superficial de que la trama va sobre una chica buscando a su familia perdida hasta otros ligeramente más profundos como los distintos significados de familia que existen y la importancia que pueden tener para cada uno.

Otro ejemplo de cómo este proceso se ve reflejado en el cómic es con la relación entre las hermanas- Esta se representa de una forma muy natural, con pequeñas interacciones que, lejos de quedarse en detalles sin importancia, aportan una capa de credibilidad y empatía esencial para la lectura. El hecho de que los Samnee se hayan inspirado en sus hijas de verdad aporta esta clase de momentos genuinos que parecen más sacados de un viejo álbum de fotos que de una ficción.

Pequeños detalles como este resultan especialmente relevantes dada la reducida densidad de texto con la que cuenta el cómic. Esto significa que el espacio del que no dispone para desarrollar su historia, su mundo y sus personajes con palabras debe compensarlo a base de narración visual. Por suerte, este equipo creativo es más que capaz de ello.

Y es que el principal reclamo de esta nueva serie es el dibujo de Chris Samnee, garantía siempre de una narración visual exquisita con la que deleitarse los ojos. Concretamente en este cómic, la premisa le permite pasárselo en grande con la creación de esos “monstruos imposibles” a los que se refiere el título. El propia Samnee ha dicho que esa es la parte que más le ha gustado idear. A su lado tiene a un Matt Wilson que ya parece una parte inseparable del dibujo de Samnee, quien realiza un gigantesco trabajo con su color tanto a nivel de narración como puramente estético.

De este modo, tenemos diseños muy atractivos, tanto del mundo como de las criaturas y los personajes. Los diseños de los personajes resultan especialmente importantes porque Samnee pretende decirnos mucho con ellos, del mismo modo que sus expresiones están mimadas al detalle para denotar rasgos importantes de su personalidad con una simple mueca.

A nivel de ritmo, como ya es común en las obras de Samnee, el ojo del lector pasa de viñeta en viñeta como llevado por una especie de impulso. El dinamismo visual de cada página y la poca densidad del texto hacen que las páginas de este cómic vuelen estrepitosamente de principio a fin. Quizá, incluso, demasiado estrepitosamente, pues este tomo de cerca de 100 páginas se puede leer perfectamente en tan solo unos 20 minutos.

En su primer tomo, Jonna and the Unpossible Monsters apenas nos deja entrever una pizca de lo que puede acabar siendo. Estamos ante una lectura exprés, de esas de visto y no visto con la que es difícil sacar conclusiones. Lo que sí sabemos por ahora, sin embargo, es que esta es una obra con la que nos divertiremos y con personajes que despiertan mucha empatía. Una obra nacida del cariño de una familia que buscaba cómo lidiar con unas circunstancias extraordinariamente difíciles, como el resto del mundo. Está hecha desde el corazón, y eso es algo que se nota en todo momento.

Lo mejor

• El espectacular apartado gráfico de Samnee y Wilson.
• Los personajes transmiten mucha autenticidad y empatía.

Lo peor

• Se lee en un suspiro.
• Teniendo en cuenta su número de páginas y lo rápido que se lee, su precio podría haber sido algo más ajustado.



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