Javier Vázquez Delgado recomienda: Question vol 2: El epitafio de un héroe

Question vol. 2 de 4: El epitafio de un héroe

Edición original: The Question núms. 14-20, Detective Comics Annual núm. 1, Green Arrow Annual núm. 1
Edición nacional/España: ECC Ediciones
Guion:Dennis O´Neil
Dibujo:Denys Cowan, Klaus Janson, Rick Maygar, Tom Artis, Tony DeZúñiga
Color:Tatjana Wood
Traducción:Jaime Valero Martínez
Formato: Cartoné, 288 págs. A color.
Precio:32 €

Atrapado por la oscuridad

«“¿Quién eres tú, el hombre sin cara?
No, soy el hombre sin paciencia con los idiotas»

Segundo tomo de este estimulante viaje que nos proporcionan unos inspirados Dennis O´Neil y Denys Cowan. La calidad no decae y las piezas de este triste ajedrez se siguen moviendo por un tablero de breves pasajes, pero de contundente mensaje.

Es decir, en tono menos poético, que seguimos con la estructura de episodios auto-conclusivos (máximo dos grapas) en los que los personajes y algunas tramas (como la carrera a la alcaldía de Myra) siguen madurando por detrás. Pero el tono gris y deprimente continúa dominando las historias.

Myra por donde

Eso sí, ahora O’Neil se atreve además, y debo decir que con bastante éxito, a lanzarnos interesantes debates morales. Ese deje más inocente que mencionábamos en los comentarios de la anterior reseña (son muchos años escribiendo tebeos de superhéroes para el maestro) va perdiéndose y los planteamientos no son en absoluto aleccionadores ni demasiado obvios. Como por ejemplo haciendo héroes de personajes odiosos y que quisiéramos ver arrastrados por el fango o despedazando sin tapujos el manido honor por encima de todas las cosas.

Y el que también está que se sale es Cowan, que no hace sino afianzar su estilo. Cada vez más cómodo con los personajes, los rostros son cada vez más expresivos, a veces caricaturescos sin resultar deformes. Las peleas siguen siendo pura coreografía y su estilo para retratar la violencia resulta crudo sin llegar a ser explícito. Su magnífico entintador habitual, Rick Maygar, se atreve a dibujar en solitario el último número regular del tomo, aunque la aventura flaquea bastante en los últimos compases. Las portadas Cowan/Sienkiewicz, al magnífico nivel habitual.

Patadaca

Guionista y dibujante nos siguen ofreciendo historias desoladoras en las que pululan corruptos, no ya sólo políticos, si no jefes de campaña, empresarios sin escrúpulos, policías vendidos, criminales sin moral, perdedores enamorados de muñecas, racistas orgullosos, payasos obscenos… Seguimos agarrándonos a la poca luz a través de escasas muestras de dignidad, filosofía y poca, muy poquita, esperanza de un futuro mejor (spoilers: no llegará).

Por cierto que entre medias nos encontramos el nada velado homenaje de O’Neil a Watchmen. En una historia con nuevas paradojas aleccionadoras, el autor derrocha humildes cumplidos a la obra de Moore y Gibbons a través del que era su personaje reinventado a partir de Question, Rorschach.

Homenatchmen

En este tomo también se mezcla otro superhéroe del universo de ficción al que pertenece el protagonista y que resultará bastante recurrente, Green Arrow. Era en parte lógico por la unión del guionista con el personaje (cómo olvidar su legendaria etapa junto a Neal Adams) y por la conexión de ambos personajes.

Violentos, duros, de una heroicidad fuera de duda, pero de unos métodos más cuestionables, y sin ningún tipo de poderes. Al menos era así como retrataba Mike Grell por la misma época de publicación al arquero esmeralda. Por tanto, y en base a la continua aparición de dicho invitado por la colección, esperaba algún tipo de compadreo entre los autores. De hecho, también compartieron la segunda etapa de aquella mítica Green Lantern/Green Arrow.

Sin embargo, las únicas declaraciones que he podido encontrar al respecto de alguno de los dos son de O’Neil. En ellas, aunque muestre su aprecio y cierta amistad con Grell, deja claro que ese Green Arrow no es el suyo (ni tendría por qué serlo, aclara al menos). Dejémoslo pues en que seguía enamorado del personaje y le pareció perfecto para compartir aventuras con su nuevo fetiche.

De hecho, al final del tomo comienza un experimento a tres bandas al que se suma el otro personaje por antonomasia de O’Neil, Batman (y otro de creación propia, vuelve a asomarse Lady Shiva). El guionista se encargó de tres especiales, los primeros anuales de cada una de las tres colecciones (Detective Comics, Green Arrow y The Question), para relatarnos una fábula muy zen, al estilo de la serie que nos ocupa. Aunque cada uno se podría leer de manera independiente (atención a ese Klaus Janson primerizo al dibujo en Detective), es más satisfactorio poder disfrutarlos juntos.

Pero… Atención que ECC vuelve a la fórmula del continuará, dejándonos sin saber la conclusión de la trilogía. La verdad es que una vez podría ser error, pero dos son costumbre. Así que ahora, tampoco aplaudo, pero al menos apruebo la iniciativa de acercarnos a las publicaciones de otros tiempos haciendo que los tomos no sean totalmente cerrados.

Por cierto, en la anterior reseña se me olvidó mencionar que esta vez la editorial española ha hecho los deberes y las portadas se ofrecen al principio de cada episodio y a tamaño completo. Además, esta vez el tomo, si bien no incluye ningún texto introductorio, sí que está aderezado con las fichas de los protagonistas de esta magnífica serie sacadas del ochentero Who’s who in the DC Universe. Esas cosas… vale, ¡nos molan!

Viaje a la oscuridad

Si has seguido hasta aquí, felicidades, ya sabes que estás atrapado por la oscuridad. Si tenías honor, te has dado cuenta de lo poco que sirve. Si tenías orgullo, se habrá hundido en busca de alguna baja satisfacción. Y si esperabas un cómic de superhéroes, ya no volverás a mirarlos de la misma manera. Seguimos en The Question.

Lo mejor

• Los autores mantienen, sino mejoran, el nivel del tomo anterior.

• Hay material que no veíamos desde 2006 y nunca a ese tamaño.

Lo peor

• Puede producir atracción por la oscuridad.



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