Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Must Have. La Imposible Patrulla X 1. El Fin de la Historia

Edición original: Uncanny X-Men 444-449 USA (Marvel Comics, 2004)
Edición nacional/España: Marvel Must Have. La Imposible Patrulla X 1 (Panini Cómics, 2023)
Guion: Chris Claremont.
Dibujo: Alan Davis.
Formato: Tomo en tapa dura. 160 páginas. 20€

El Regreso del Patriarca Mutante

Dentro de esa eterna rueda que nunca para de girar que es el cómic mainstream USA, hay autores que por una razón u otra dejan su marca, por encima del resto, haciendo que años después, se les considere como los creativos definitivos de la colección en cuestión.

Precisamente por ello, por esa tónica habitual del cómic superheroico en las dos grandes, si hablamos de Daredevil es casi imposible no pensar en Frank Miller, del mismo modo que tratar de separar a Alan Moore de la Cosa del Pantana o a La Patrulla X… de Chris Claremont.

Durante la década de los ochenta, en el que luego sería llamado Patriarca Mutante, convirtió una colección sometida a constantes cancelaciones y a la que nadie prestaba atención, en la serie más popular de la Casa de las Ideas, aquella que igualaba en ventas a Spiderman y sobre la que se cimentaría la gran explosión cinematográfica a la que llegó Marvel Comics al final del siglo pasado y comienzos del presente.

Cuando en 1991, Claremont abandonó la colección su marcha se hizo sentir, costando mucho que los mutantes de Marvel recuperara el brillo que otrora deslumbrara a sus lectores. Y es por eso que, de vez en cuando, Papá Claremont volvía a la franquicia.

Lo había hecho unos años antes de esta colección con X-Treme X-Men y volvía a hacerlo ahora, tras el éxito de la etapa de Grant Morrison para desarrollar una serie coetánea a la de Joss Whedom y John Cassaday en la que Claremont cerraba los frentes abiertos en aquel X-Treme X-Men que no gozó de la suficiente atención del público y abría otros para quienes se consideraban sus absolutos fans.

Y precisamente ahí está la diferencia entre esta serie y otras etapas mutantes de la misma época o cercanas a ésta. Mientras que cualquiera puede leer la etapa de Morrison (a pesar de las extravagancias de le autore) o la de Joss Whedom sin conocer de nada a los personajes de los que trata y disfrutarla, leer estos cómics sin haber leído nada de los mutantes de Claremont, u otros cómics de la Patrulla X, que en mayor o menor medida se basan casi siempre en lo que Claremont construyó para el grupo, puede llegar a ser un error.

Claremont parte de unas dinámicas de grupo que llevan construidas varios años y utiliza a Tormenta, Rachel Summers, Rondador Nocturno, Lobezno y otros de sus personajes fetiche en una trama que va desde el enfrentamiento a nuevos villanos, a conexiones con ese futuro de Lucas Bishop que nunca llegamos a vislumbrar del todo.

Ello no quiere decir que estemos ante un mal cómics, si no ante un cómic para lectores más cafeteros de lo habitual.

En otro orden de cosas, debemos decir que Claremont adapta su estilo sin problemas a la forma de escritura del Siglo XXI, más directa y apoyada en las imágenes que en esas soporíferas ditascalias en las que el autor solía apoyarse en su época y que necesarias entonces, ya no tenían sentido ni cabida en el Siglo XXI.

De este modo, Claremont, como Mark Waid, otro autor que sabe perfectamente adaptarse a cada época del cómic superheroico en el que trabajan, conoce el medio en el que desarrolla sus guiones y se pone al servicio del mismo y no al revés, lo que siempre es de agradecer.

En cuanto al apartado gráfico, tenemos aquí a Alan Davis, una leyenda viva del comicbook USA que además ya había trabajado en no pocas ocasiones con Chris Claremont, recordándose especialmente ese comienzo de la inigualable Excalibur. Verlo aquí en plena forma significa ver a uno de los grandes haciendo lo que mejor sabe y regalándonos uno de los mejores cómics de la pasada década en lo que a dibujo se refiere.

Un auténtico Must Have, valga la redundancia para quienes se consideren fans absolutos de la Patrulla X o del trabajo previo de Claremont con el grupo.

Lo mejor

• Claremont no pierde el pulso y se adapta a una nueva época.
• El dibujo del legendario Alan Davis.

Lo peor

• Una obra demasiado centrada en los lectores habituales de un Claremont que llevaba mucho tiempo sin pasarse por la colección.



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