Javier Vázquez Delgado recomienda: Reseña DC USA – Batman: One Bad Day – Clayface #1

Edición original: Batman: One Bad Day – Clayface #1 USA (DC Comics, 2023)
Guion: Jackson Lanzing y Collin Kelly
Dibujo: Xermanico
Entintado: Xermanico
Color: Rómulo Fajardo Jr
Formato: Grapa. 64 páginas. 7,99€

¡Qué grande es el cine!

«I’m everyone»

Clayface es un villano clásico de Batman. Debutó en 1940 (Detective Comics #40) de Bob Kane y Bill Finger como alter ego de Basil Karlo, entonces se trataba de un simple ladrón enmascarado. A lo largo de su historia, ha adoptado otras identidades por reboots del personaje, revisiones, nuevas versiones y personajes que han adoptado su identidad como Matt Hagen en la edad de plata (Detective Comics #298), Preston Payne (Detective Comics #478), Sondra Fuller (Outdiders #21), Cassius Payne (Batman #550), Peter Malley (Batman #550), Todd Russell (Catwoman #1), Johnny Williams (Batman: Gotham Knights #60) con los Nuevos 52 y Renecimiento se recuperó la identidad de Karlo que ya es la que parece definitiva. Algo que no debió perder nunca. Pocos villanos tienen un anombre tan magnético como Basil Karlo, homenaje a dos actores legendarios como son Boris Karloff y Basil Rathbone .

No en vano, Karlo también es actor. En su origen definitivo, es un actor de relativo éxito. Hijo de un artista de maquillajes cinematográfico, se hace actor para agradar a su padre con el que el que tenía una relación distante. Cuando se entera de la muerte de este, Karlo desesperado coge el coche y sufre un accidente que le deja deformado. Para compensar las secuelas utiliza el producto Renu de industrias Dagget, este empeora su situación. Batman se ofrece a ayudarle para poder denunciar a la compañía, pero Karlo toma la decisión por si mismo de adquirir pruebas. Esto provoca otro accidente químico lo que convierte definitivamente a Clayface.

Un origen muy del gusto de Morrison, en el que vemos que el auténtico malo es una corporación maligna. Clayface es uno de esos villanos que no son malvados de origen, una mala relación paternofilial y la maldad que hay tras un balance de resultados empresariales le han hecho así. Eso no quita que tenga que responder por sus crímenes. Lo que no se merece es que se le confunda con un trozo de mi… excremento como ocurrió en DC vs Vampires.

Sin embargo, no ha dejado de tener sus intentos de redención llegando a participar en un grupo de héroes como los Caballeros de Gotham.

Clayface es un ser formado por una especie de barro. Los poderes que le otorga su condición, son más o menos canónicos. Puede transformar su cuerpo a voluntad de manera que puede golpear con su fuerza sobrehumano adoptando formas de diferentes armas de impacto como mazas, martillos y hachas. Además es capaz de imitar el aspecto y la voz de otros seres humanos (por algo es un actor en origen) suplantando su identidad.

A pesar de venir de la edad de oro y de su presencia más o menos constante como enemigo de Batman, se trata de un antagonista algo menos conocido. Sus poderes son difíciles de encajar en el contexto realista-criminal de Gotham.

Llegados a este punto, puede sorprender que se le incluya en la galería de villanos que van a ser “homenajeados” en la iniciativa One Bad Day. De hecho, puede dar cierta pereza su especial (por favor, si hay una legión de fans de Basil Karlo, que lo indiquen en los comentarios).

Bueno, pues estamos ante uno de los mejores One Bad Day, por no decir el mejor. Ahí, ahí con el del Acertijo. Quién iba a decir que Clayface iba a dar tanto juego y a adelantar a auténticos titanes del crimen como el Pingüino, Míster Frío o Dos Caras.

La trama va de lo siguiente: Basil Karlo es un camarero aspirante a actor. Él y su mejor amigo se presentan a un casting para ser Red Hood en The Killing Joke (detallazo). Karlo hace un papelón en la prueba pero es descartado por su pronto y mal carácter. Sin embargo, su colega Corey sí consigue el trabajo. Karlo comete un pequeño asesinato y suplanta a su amigo. De esta manera entra en una espiral de asesinatos y suplantaciones sin fin, como un adicto buscando esa dosis que le llevará al éxtasis que nunca llega. No añadiremos nada más para no hacer Spoiler y no reventar la sorpresa.

Este especial es una radiografía del mundo del cine. Los autores aprovechan para despacharse a gusto con la fauna de Hollywood. Se nota cierto resquemor o al menos un sentido de la ironía afinadísimo.

También tenemos una crítica descarnada a la obsesión por la ascensión profesional y por una industria arbitraria que o te lanza al estrellato o te deja en la cuneta. Una crítica al camino fácil. Está guay que como contraposición a Karlo tengamos a Batman, un ejemplo indiscutible de la cultura de la meritocracia.

El guion de Jackson Lanzing y Collin Kelly (Joyride) es como el bolero de Ravel, empieza suave y va creciendo hasta le climax final. Un recorrido de muerte, destrucción y barro que dura un día. Pero qué día. Los autores hacen ejercicio de mesura y precisión. Se toman el tiempo para situarnos, crean las situaciones y el espacio como lo hacen los maestros, con economía de medios. Frases precisas, situaciones bien explicadas. Además consta de detalles metanarrativos como los clips que referencían a un guion cinematográfico.

Karlo está tan bien escrito que no puedes sentir más que simpatía por él, a pesar del serial de crímenes que comete. Llegas a pensar que los actores, productores y directores asesinados se lo tienen merecido.

¿Horrible, verdad?

Pues sí, mucho. Pero solo hace que confirmar la excelencia del guion de Jackson Lanzing y Collin Kelly.

En el apartado gráfico tenemos al caballero Xermanico con el que posiblemente sea su mejor trabajo para DC. El trabajo del ilustrador gallego muestra un nivel muy por encima de la media. Ajustado y medido en la trama más realista. El autor sabe dibujar a un gran nivel a personas con ropa de calle, trajes, en entornos de oficinas y casas. Todo encaja y fluye. Cuando la trama se acelera y la acción estalla, la página explota en planos extremos que llenan las viñetas. Vemos al Clayface más letal y terrorífico. La presencia de Batman es escasa y por ello mucho más poderosa.

La narrativa es precisa y económica. No necesita Xermanico de alharacas y fuegos artificiales. Las cosas explicadas con sencillez pero sin eludir la riqueza de recursos del dibujante. Ojo a los Eastern Eggs como esa vitrina con premios… ¿Goya?

Se trata en definitiva, de un gran cómic, de un número entretenido y disfrutable, con muchos niveles de lectura que toca la comedia ligera y el terror, pasando por la acción y la crítica social.
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Muy, muy recomendable.

Si quieres revisar el resto de reseñas de Batman One Bad Day:

– El Acertijo.

– Dos Caras.

– Pingüino.

– Bane.

– Catwoman.

Lo mejor

• El entorno hollywoodiense.
• Guion bien estructurado y contenido.
• La capacidad de Xermánico para dibujar cualquier cosa.

Lo peor

• Nada.

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