Javier Vázquez Delgado recomienda: Magazine Marvel España – Febrero de 2023
Con el invierno ya bien asentado en las calles (y en nuestros huesos), llega una nueva entrega de nuestro querido Magazine Marvel.
Este mes, os preparamos el contenido habitual que analiza las novedades más interesantes de Marvel en nuestro país para estos veintiocho días que no por ser menos de los habituales significan que traigan menos contenido interesante.
Hablaremos de sinergias entre cine y cómic, juzgaremos a nuestro querido Papi Claremont en su regreso dosmilero a la Patrulla X, destacamos otro regreso, el de Dan Slott (nada menos que con Mark Bagley) a las redes de Peter Parker, y ello sin olvidarnos de series muy destacadas como el Hombre Hormiga de Al Ewing o de nuestros queridos clásicos.
Así que si más dilación… ¡Dentro Magazine Marvel!
TITULARES
• Columna de opinión
• Juicio a…
• Análisis de novedades
• El cómic destacado del mes
• No te puedes perder…
• Hablemos de clásicos
• Aquellas maravillosas novedades
Columna de opinión
En este último año 2022 que como quien dice, se acaba de despedir, hemos visto como en la cuarta cinta del Dios del Trueno, Jane Foster cogía a Mjorlnir y contaba con el poder de Thor, uniéndose al Odinson que todos conocemos en la lucha contra la amenaza de Gorr, el Carnicero de Dioses.
Igualmente, y unos pocos meses antes, hace casi un año, vimos como Sam Wilson, ante la muerte de Steve Rogers, tomaba por fin el legado de su amigo y mentor, sin renunciar a sus alas y estilo de combate, pero reclamando para sí el escudo del Capitán América, junto con el ominoso manto que eso suponía.
Obviamente, ambas tramas, ambos legados superheroicos provienen del cómic, en concreto del Thor de Jason Aaron y del Capitán América de Rick Remender primero, y de Nick Spencer después. En las viñetas de aquellas colecciones, dentro del movimiento editorial que se conoció como All New All Different Marvel, vimos por primera vez a ambos personajes sustituir a Odinson y a Steve Rogers, en lo que generó no poca polémica desde el sector más conservador y machista del fandom.
Aquellos cambios, por mucho que funcionaran en ventas y que a la mayoría de los lectores nos parecieran adecuados, no solo por navegar en la dirección correcta, si no por la calidad de las historias que contenían, fueron como todo en Marvel Comics, revertidos tras pasar unos pocos años, y es que queda demostrado que la única forma de que este tipo de publicaciones mantengan su estatus en ventas es dando cambios constantes para el fondo no cambiar nada nunca.
Sin embargo, en la etapa actual del Capitán América, R.B. Silva y Tochi Onyebuchi capitanean, nunca mejor dicho la colección protagonizada por Sam Wilson como Centinela de la Libertad. Wilson, no porta el escudo tradicional, si no una versión del mismo, pero sí el manto de Capitán América, el cual comparte con Steve Rogers que sigue en sus funciones habituales en su propia serie.
De este modo, Marvel Comics pone a ambos personajes al mismo nivel y como portadores del mismo legado superheroico. Pero ¿Por qué ahora? ¿Por qué no se mantuvo esto tras Imperio Secreto en el año 2017? Porque en el cine y en la televisión, ha calado y está triunfando la idea de Sam Wilson como Capitán América.
Lo mismo podemos decir de Jane Foster como Thor, y es que a pesar de que la que fuera enfermera del Doctor Donald Blake dejara de ser Thor tras el número 700 de la colección, ha vuelto a aparecer como tal en una mini serie de Michael Dowling y Torunn Grønbekk que termina este mes en nuestro país. Y es que, no cabe duda de que Jane como Thor ha encantado a los espectadores, por lo que había que replicar dicho éxito en las viñetas.
Con esta digresión llegamos al quid de este artículo de opinión; que no es otro que la enorme influencia del medio audiovisual en los cómics. Y es que, hemos puesto dos ejemplos de estatus concretos de personajes que nacieron en las viñetas, pero que si han vuelto a las mismas es gracias al cine y a la televisión. Ello se debe a que por mucho que Marvel sea cómic mainstream sigue teniendo un público objetivo de lectores de cómic que es mucho menor que el público objetivo de cine blockbuster que llena las salas todos los años cada vez que el MCU nos llama a las mismas.
En este caso, hablamos de una influencia positiva del audiovisual en el cómic, ya que éste ha conseguido lo que la viñeta no logró: Que Sam y Jane vuelvan como Capitán América y Thor. Pero no siempre es así, y es que todavía tenemos muy reciente aquel evento llamado Axis que en el año 2015 sirvió entre otras cosas, para tirar por el retrete décadas de compleja continuidad, negándose que Mercurio y la Bruja Escarlata fueran hijos de Magneto. Y todo ello porque en aquel momento Disney no tenía los derechos de los mutantes pero sí de Wanda y Pietro como Vengadores y tenía que sacar a los mismos en la segunda cinta de los Héroes Más Poderosos de la Tierra pero sin que fueran homo superior.
El miedo de Marvel Comics a que el espectador de fuera del cómic llegara a éste buscando algo parecido a lo que había visto en el cine sin que lo encontrara hizo que este cambio tan innecesario y tan criticado, tuviera lugar.
Por tanto, podemos asumir que la influencia del medio audiovisual en el cine existe, y no la podemos negar, pero ésta no siempre es buena. No es que este artículo de opinión vaya a solucionar nada, pero para quien esto escribe, toda sinergia es buena si alimenta a ambas compañías (Disney como productora y Marvel Comics) pero debería siempre apoyarse en una buena historia que tenga calidad y que así pase lo que pase, siempre justifique los cambios, sean los que sean.
En un mundo en el que las editoriales llevan girando en torno a la televisión y al cine desde que Warner se hiciera dueña de DC Comics desde 1976 evitar este tipo de ifluencia es radicalmente imposible, pero al menos podemos departir a gusto acerca de los efectos que ello tiene. ¿Qué opináis vosotros?
Juicio a… La Imposible Patrulla X de Chris Claremont, Alan Davis y Olivier Coipel
Hace ya casi dos décadas, en el año 2004, mientras Joss Whedom y John Cassday llenaban de colorido a una Patrulla X que había vuelto a ganarse al público tras la buena labor de Grant Morrison y Frank Quitely, ocurrió algo que nadie esperaba. Chris Claremont regresaba a la serie. Y nada menos que a Uncanny, una de las cabeceras históricas de los superhéroes con Gen-X.
Además, no estaba solo. El legendario Alan Davis le acompañaba y a su lado, nada más y nada menos que Olivier Coipel, uno de los mejores dibujantes con los que ha contado la Casa de las Ideas en este siglo.
¿Pero… son los nombres suficientes para justificar la calidad de una obra? La respuesta la tenemos en nuestro tradicional juicio que comienza…. ¡Ahora!
A favor… Robbie R.
La historia de los tebeos superheroicos, cuando toca hablar de personajes, colecciones y aventuras, es un relato de naturaleza colectiva. Prisioneros permanentes de un eterno y cíclico retorno a los orígenes, los protagonistas de las distintas series que salen con periodicidad diversa al mercado han visto pasar un gran número de equipos creativos. Unos tuvieron más libertad; otros se vieron más controlados por sus editores. En el caso de Marvel, los componentes de sus principales escuderías captaron el interés de la afición porque evolucionaban: crecían, maduraban, se emparejaban y tenían descendencia. Era uno de los aspectos que favorecía su éxito, porque redundaba en la sensación de realismo (sin pasarse) y cercanía con el público. Sin embargo, cuando personajes como Spider-Man, familias como los Cuatro Fantásticos y grupos como la Patrulla-X pasaron la barrera de los treinta años, las vidas ficticias empezaron a ralentizarse y, como en la obra de Enrique Jardiel Poncela, echaron el freno y fueron marcha atrás. La progresiva conversión de los héroes en objetos de explotación a varios niveles -dibujos animados, figuritas, videojuegos y, por supuesto, películas- redundó en ese cíclico regreso a las esencias en el que, poco a poco, los tebeos han ido perdiendo protagonismo, a favor de versiones más rentables pues, como dijo el sabio, el negocio es el negocio. Las series regulares se estructuran en etapas, un poco como las temporadas televisivas, pero se mantiene el cambio de equipos creativos, en el marco de una industria cuyos currantes hace tiempo que asumieron que los personajes son de la empresa y que la conservación de los derechos de propiedad intelectual es una meta más accesible en las editoriales independientes.
Con todo, la historia de la casa de las ideas en su actual encarnación, tiene un buen puñado de ejemplos en los que un autor individual, un tándem o un equipo creativo consiguieron hacer de su paso por tal o cual cabecera una etapa memorable, cuando no definitiva, de su protagonista, ya fuera individual o grupal. De todos esos casos, destaca sobremanera el de Chris Claremont y la Patrulla-X. Quien fuera el asistente del guionista de una colección relanzada, después de un periodo de relego a las reediciones, convirtió aquella serie en la piedra angular de la que, quince años después, sería la más popular de las franquicias de Marvel. Durante esos tres lustros, hizo equipo con dibujantes que tuvieron en la colección patrullera un espacio para la consagración, un trampolín para la popularidad o una etapa más en el camino hacia el éxito profesional. Su aportación no debe ser en modo alguno desdeñada, pero el guionista fue la constante que llevó a la colección a ponerse al nivel de Spider-Man en cuanto a icono de la empresa. Cuando en 1991 se anunció la marcha del patriarca mutante, en el marco de un insostenible pulso con el editor mutante Bob Harras, se cerraba una época, en más de un sentido. El hecho de que sus sucesores definitivos solamente consiguieran regurgitar burdos remedos de los argumentos y diálogos claremontianos -a veces por excesivo rigor editorial, a veces por incompetencia creativa- hizo que la afición empezara a añorar al guionista y a ansiar su regreso.
Claremont regresó a la casa de las ideas seis años después de su marcha, pero no llegó directamente a la Patrulla-X. Unos tebeos protagonizados por Lobezno por allí, una etapa en los Cuatro Fantásticos por allá… hasta que, por fin, se produjo el ansiado retorno, en la época en la que la primera película dedicada al equipo veía la luz. Sin embargo, esta segunda etapa fue un tanto decepcionante. El escritor hizo un poco de borrón y cuenta nueva, presentó nuevas alineaciones, tramas por resolver -que levante la mano el que se acuerde de los Neo- y misterios de todo tipo, pero el asunto duró apenas un año. Según cuentan las crónicas nemedias, la editorial no percibía que el éxito cinematográfico hubiera sido aprovechado para la franquicia y el patriarca mutante dejó paso a la recordada etapa de Grant Morrison y Frank Quitely -más sus ocasionales sustitutos- y a la olvidada de Joe Casey e Ian Churchill. Sin embargo, esta vez la marcha no fue plena, sino que Claremont recibió una colección propia, con sus propios personajes, X-Treme X-Men.
X-Treme X-Men es especial por varios motivos: en primer lugar, porque permitía a la afición a la franquicia y a su mayor guionista tener su periódica dosis. En segundo lugar, y esto va para la parroquia lectora patria, porque tenía a Salvador Larroca de dibujante, lo cual llevó a una deliciosa aventura en la que la Patrulla-X visitaba valencia, Bishop conocía el café con leche y los panquemaos y descubríamos que la tecno-meletérica tenía a distinguidos latinistas en sus filas. En tercer lugar, porque aquí Claremont parecía recuperar sus esencias y, más importante, tratar a los personajes con su inimitable estilo y darles la solidez de la que habían carecido durante su ausencia. Tormenta volvía a ser la carismática líder que conocíamos pero, además, consiguió dar cierta profundidad a un héroe tan plano como Bishop. El experimento se prolongó durante cuatro años y enlazó con el regreso a la colección principal, en una tercera etapa que es la que tenemos aquí.
De nuevo, tenemos en acción a Claremont, demostrando que conoce mejor que nadie a estos personajes. En sus manos, vuelven a ser los elementos familiares de siempre, sin que por ello se reniegue de todo lo acontecido durante su ausencia o en colecciones que se desarrollan de forma paralela, como Astonishing X-Men -deudora del trabajo del patriarca mutante en muchos aspectos-. A su lado está Alan Davis, recuperando al equipo fundador de Excalibur y cumpliendo el viejo sueño de una colaboración entre ambos autores. Al contrario que en su segunda etapa, el guionista se mantiene cerca del punto en que dejaron la serie sus predecesores, para desarrollar a continuación una serie de argumentos nuevos, en los que hay espacio para el desarrolle de algunos personajes poco explorados -y explotados- en la franquicia mutante. Es una pena que sus problemas de salud truncaran una etapa que estaba siendo muy interesante y que dejaba patente que quien tuvo, retenía. En una franquicia que pronto cumplirá sesenta años de existencia y a cuarenta y cinco de la llegada del patriarca mutante, sigue siendo válida la afirmación de que un Claremont a medio gas sigue siendo más recomendable que la mayoría de sus colegas a plena rendimiento.
La verdad, nada más que la verdad.
En contra… J.J.J.
Muchas veces en la vida se producen situaciones como la que apreciamos en este volumen. Cuando un autor, artista o personaje relevante llega a lo más alto, casi siempre, se produce este éxito durante un determinado ciclo o etapa. Es decir, estar en la cresta de la ola es difícil, pero todavía lo es más mantenerse.
El problema radica cuando ese autor no es consciente de que su momento ya pasó, y esta situación se agrava cuando encima, el fan, el seguidor del autor, aun tiene la esperanza de volver a disfrutar con su trabajo como lo hacía en aquella dulce y pasada época.
Chris Claremont lo fue todo para la Patrulla-X. Su larga etapa de casi 15 años marcó una edad dorada llena de altibajos claro está, pero con un nivel altísimo, incluso en algún momento olvidable. El juguete del autor le fue arrebatado para su pesar, y dejó de ser el Patriarca Mutante. Nos guste o no, cuando se nos quita lo que hemos levantado con sudor desde cero y se lo entregan a otro, la reacción que sentimos no es positiva y deseamos ese pasado que se escapa entre nuestros dedos.
El genial guionista ya había vuelto anteriormente a los guiones de la Patrulla-X en una etapa que no sabemos si llamar coitus interruptus o simplemente olvidable. Aquí en los números que conforman este tomo insistió en volver a la que ya no era su casa. A veces dejar el pabellón alto es lo más digno, y esto no es lo que al final ocurrió.
Volver a conceptos ya denostados, personajes que en su momento habían sido bien llevados, pero habían sufrido mutaciones que los convertía en extraños, e incluso tirar de la renovada nostalgia que supuso Xtreme X-Men supuso un tedio terrible que al final abocó a una mini etapa de 29 números que era la reutilización de conceptos que ya habían formado parte de la gloriosa etapa de los 80. Es decir, que la vuelta de Chris Claremont en estos números fue únicamente permitir al autor volver a jugar con unos juguetes ya rotos por el abandono, maltrato y uso indiscriminado de los mismos durante los años 90.
Por no ser excesivamente duro, salvaría la buena labor que hizo como siempre Alan Davis que, seamos sinceros, sin sus lápices y con el apoyo puntual de autores como Oliver Coipel o Chris Bachalo, estos números serían para guardar en el baúl de lo infumable junto con la etapa de Jason Aaron en Los Vengadores.
He dicho.
Análisis de novedades (grapas y tomos)
Novedades de Panini Cómics para el mes de Febrero de 2023.
Thanos: Death Notes
Con guionistas de gran talento como Torunn Grønbekk, Christopher Cantwell, J. Michael Straczynski y Kyle Starks; además de dibujantes excelentes como Andrea Di Vito, Travel Foreman, Geoff Shaw y Ron Lim; se nos brinda una serie de historias cortas sobre Thanos que revelan datos oscuros sobre el futuro que está por venir, además de lo que ocurre actualmente con él y su plan. Además, todo esto iría hilado con un trama conducida por Thor y su miedo a la visión del Invierno Negro que generará más interés por todo lo que estamos leyendo.
Sin duda alguna, Marvel Cómics ha preparado un número único totalmente imprescindible tanto para la colección de Thor como para aquellos que buscan seguir la pista a Thanos, pues no solo sabremos lo que está tramando y lo que puede ocurrir en el futuro, sino más cosas de su pasado.
Nuevos Mutantes 28
Los Nuevos Mutantes siempre ha sido un grupo revolucionario y de mutantes jóvenes. Si bien estos ya han ido creciendo con el tiempo y se han quedado con el nombre porque los lectores les hemos cogido mucho cariño, eso no quiere decir que en algún momento eso pueda cambiar. Y eso es justo lo que pasa ahora, pues el protagonismo pasa al Club Perdido y, en especial, a la nueva incorporación del equipo de los Nuevos Mutantes: la mutante transexual Shela Sexton — alias, Escapada —.
En este número vemos cómo el peso del protagonismo recae más en Escapada para que controle más sus poderes, ya que estos son especiales y tienen un gran potencial, además de para escapar de un futuro peligroso. Sin embargo, una expedición con mutantes y un amigo sale mal, por lo que tendrán que utilizar su ingenio, confiar en sí mismos, y no darse por vencidos.
Sin duda alguna, es un número muy destacable, no solo por cómo introducen un nuevo personaje LGTB y le dan importancia, sino también por cómo cambia la mecánica respecto a los números pasados al cambiar el reparto de personajes protagonistas.
¿Se mantendrá así después de este arco argumental? ¿O mezclarán personajes? Pese a que lo desconocemos, este número marca un punto de inflexión que es necesario acentuar.
Puño de Hierro 1. Los Fragmentos de la Espada Sagrada
A veces, la mejor forma de revitalizar a un personaje es… cambiarle por completo. Sí, el bueno de Danny Rand apenas si ha tenido colecciones protagonizadas por él teniendo en cuenta sus años de vida editorial, pero sea como fuere se trata de un personaje que ahora mismo (y como casi siempre) apenas cuenta con adeptos dentro del fandom.
Es por eso quizás que Alyssa Wong y Michael Yg comienzan un nuevo volumen de Puño de Hierro protagonizado por un misterioso joven que en busca de ayuda acaba por empuñar el poder de Shao Lao, mientras que poco a poco se va desgranando el misterio de dónde está Danny Randy por qué ya no es Puño de Hierro.
Un tomo muy curioso que creemos merece la pena destacar.
Marvel Now! Deluxe. La Guerra de los Reinos
Jason Aaron y Russell Dauterman nos contaron por fin en el año 2019 en qué consistía y cómo se desarrollaba esa gran ofensiva que Malekith venía preparando contra los diez mundos sostenidos por Yggdrassil desde el año 2014 en el que fuera mencionada por primera vez.
Ahora, y una vez ha pasado el tiempo correspondiente desde su publicación en grapa, llega el momento de disfrutarla en tomo como parte de la genial recopilación del Thor de Jason Aaron que está llevando a cabo Panini Cómics y que con este tomo, y otro más, terminaremos de completar.
Marvel Omnibus. Magneto de Cullen Bunn y G. Hernández Walta
El propio título del tomo ya lo indica. Magneto, uno de los ¿villanos? más interesantes del Universo Marvel y del cómic superheroico. Cullen Bunn, guionista capaz de grandes fiascos pero también de grandes proezas cuando se emplea a fondo. Gabriel Hernández Walta, dibujante que solo sabe darnos alegrías y dejarnos embobados con sus potentes ilustraciones.
Metes todo eso en un voluminoso tomo y ya tienes disfrute para varias horas, días, meses o años, si como nosotros estáis dispuestos a releer esta magnífica etapa una y otra vez.
Un must indiscutible para este mes de Febrero.
El cómic destacado del mes
Spiderman 1, de Dan Slott y Mark Bagley
A veces no hay pitch como tal para una serie. Es decir, está claro que cuando Dan Slott le contó a C.B. Cebulski su idea para El Fin del Universo Spiderman, el Editor-Jefe quedó encantado y movió toda la maquinaria para asegurarse de que esa historia tenía lugar de la forma adecuada. Había una base para empezar, desde luego. Pero podría haber sido cualquier otra, porque esto no es lo importante. ¿Os habéis fijado en quien dibuja? Mark Bagley listo para la acción. Repetimos los nombres: Dan Slott. Mark Bagley. Repetimos la serie: Spiderman. ¿Qué más pitch hace falta que juntar a dos auténticas leyendas del arácnido y dejar que hagan lo que mejor saben hacer? Eso es todo lo que hace falta.
Quien se aventure a comprar este grapa se encontrará con dos artistas en pleno estado de forma. Slott se gusta, demostrando desde el minuto uno que clava la caracterización de Peter tan bien como siempre, pero sin olvidar los desarrollos que están teniendo lugar en la serie principal. Bagley no se queda atrás, demostrando su mejor nivel de los últimos años y dejando claro que da igual en qué década estemos porque ha nacido para dibujar a Spiderman. El concepto de Universo Spiderman transcurre bajo parámetros conocidos, aunque hay pie para la sorpresa. Sota, caballo, rey. Sabe a algo conocido porque es algo conocido. Aquí vienes a tu restaurante favorito a disfrutar tu comida de siempre. Si no te gusta, directamente ni entras. Pero si te gusta, acabas dejando los cubiertos sobre un plato vacío que te ha llenado de felicidad.
No te puedes perder… Hombre Hormiga: Siempre Hombre Hormiga, de Al Ewing y Tom Reilly
El guionista Al Ewing (Defensores) y el dibujante Tom Reilly (La Cosa) han unido fuerzas para celebrar el 60º aniversario del Hombre Hormiga con una miniserie de cuatro números que Panini publica este mes recogida en un único tomo. Hombre Hormiga: Siempre Hombre Hormiga supone un viaje a través del tiempo para conocer a todos los héroes pasados, presentes y futuros que han usado la identidad de Hombre Hormiga. Empezaremos con Hank Pym, el Hombre Hormiga original, y luego pasaremos por Scott Lang y Eric O’Grady hasta llegar a un lejano futuro en el que descubriremos a la última y más novedosa encarnación del diminuto héroe. Los autores han sido muy hábiles con esta historia de viajes en el tiempo, ya que cada número se centra en uno de los Hombres Hormiga y reproduce el estilo característico de sus aventuras, capturando la época en la que se publicaron originalmente. De esta forma, el primer número nos sumerge en la despreocupada ingenuidad propia de los cómics de los años sesenta. Después tocará revisitar el tono melodramático de la década de los ochenta y la gamberra acidez de los primeros dosmiles antes de entrar en una nueva y asombrosa era para el Hombre Hormiga.
El estilo retro del arte de Tom Reilly resulta muy apropiado para este viaje a través de la historia marvelita, adaptándose con soltura a cada una de las épocas que visitamos. No es fácil capturar las sutilezas que diferencian a estos personajes tan parecidos, pero el artista logra dotarlos de una estética y una personalidad gráfica propias y muy características. Si nos quedamos en lo estético, Hombre Hormiga: Siempre Hombre Hormiga es un cómic muy disfrutable y dinámico. Mientras que otros viajes en el tiempo similares (pongamos, por ejemplo, Historia del Universo Marvel) están repletos de información y su lectura se puede hacer algo pesada y engorrosa, el trabajo de Ewing y Reilly se aleja de los detalles concretos y pretende capturar la esencia general para hacer que la lectura sea mucho más ligera y agradable. De hecho, esta puede ser una buena lectura tanto para los lectores más veteranos como para los nuevos lectores que no conozcan a las distintas encarnaciones del Hombre Hormiga o que vengan de disfrutar con su versión cinematográfica.
A veces una celebración pequeñita hecha con mimo y sin hacer ruido resulta mucho más especial y memorable que una por todo lo alto que se anuncia a bombo y platillo. Así ha celebrado la Casa de las Ideas el 60º aniversario del Hombre Hormiga: con un cómic hecho con conocimiento y cariño que quizá no aparezca en las listas de lo más destacado, pero que sin duda se siente como algo especial.
Hablemos de clásicos
Con la línea Marvel Héroes entrando de lleno en los 90 en los casos de El Asombroso Spiderman y Los Vengadores, Panini continúa expandiendo el cosmos mutante, en formato Omnigold también a las puertas -en estas reediciones- de la década fatídica. Si el año pasado tuvimos el primer volumen del muy demandado por el público Excalibur, este febrero tenemos el “primer” Omnigold dedicado a Lobezno. Y pongo primero entre comillas porque justo hace 10 años, en 2013, ya se publicó un tomo en Marvel Héroes centrado en los primeros años de Larry Hama como guionista del personaje que bien podría ser reeditado con el tiempo que ha pasado desde entonces.
En este tomo tenemos el primer serial de Logan en Marvel Comics Presents a cargo de Chris Claremont, John Buscema y Klaus Janson, así como los primeros 16 números de la primera serie regular de nuestro mutante con garras retráctiles favorito. Claremont juega con relatos en clave noir, narrando en primera persona las desventuras en Madripur de un Logan que responde al nombre de Parche y que muestran un estimulante estilo retro o casi podríamos decir intemporal.
Los últimos números del volumen constituyen la saga El caso de la joya Gehenna, con Peter David a los guiones y el tono pasa a ser el de una película de aventuras estilo Indiana Jones, con mucho humor y grandes dosis de acción. Desde Zona Negativa, no podemos sino congratularnos de que Panini continúe reeditando en este formato etapas fundamentales de Marvel de los 80 y 90.
La nueva Biblioteca Marvel alcanza su tercer mes de vida y es la hora de la segunda ola de personajes marvelitas, aquellos que terminaron por asentar el nuevo universo concebido por Stan Lee y Jack Kirby. Es el caso de Iron Man, convertido en icono popular masivo merced a su importancia en el Universo Cinematográfico Marvel.
Este primer volumen incluye los Tales of Suspense #39-47 y destaca sobre todo por la historia de origen del héroe, uno de los relatos fundamentales de la Marvel moderna. Se trata de un cómic que ha resistido relativamente bien el paso del tiempo a pesar de toda la parafernalia de la guerra fría que le sonará a chino a muchos lectores novatos. El origen de Iron Man con su perfecta ejecución y sencilla pero potente moraleja mantiene su fuerza 60 años después.
El resto del tomo es menos interesante, no tanto por la labor de Kirby y Don Heck sino más bien por lo lento que desarrolla Lee el entorno y los secundarios de Tony Stark como Pepper Potts y Happy Hogan. Lejos de las grandes obras de Lee y Kirby de la década, BM Iron Man 1 sigue siendo una parte fundamental de la leyenda Marvel que podemos releer en glorioso color y tamaño comic-book.
Aquellas maravillosas novedades
¡Oh, ya estás aquí! ¡Pasa, pasa! Si has llegado hasta el final de este magazine y estás leyendo esta sección te mereces nuestras mejores atenciones. ¡Acomódate! ¿Te ponemos algo? ¿Una cervecita? ¿Un piscolabis? Es que, verás, últimamente no viene mucha gente por aquí. A nadie le importan ya nuestras historias sobre tebeos viejunos y empezamos a sentirnos un poco… obsoletos. Como los tebeos sobre los que nos toca hablar, jeje. ¿Por casualidad no te apetecerá que te contemos alguna cosilla? ¿Sí? ¿Te apuntas a una pequeña visita al pasado? Pues písale al pedal de la máquina del tiempo, que vamos a viajar…
… un año atrás: En febrero de 2022 arrancó la etapa de Christopher Cantwell como nuevo y flamante guionista de Iron Man. En su momento hubo algunos lectores muy entusiastas respecto a esta etapa, que para nosotros sigue siendo una de nuestras grandes pendientes (¿o acaso has visto alguna reseña sobre ella en esta santa web?). Sin embargo, nos da la sensación de que un año después aquel entusiasmo se ha enfriado hasta casi desaparecer y nos preguntamos por qué. ¿Fue por lo breve que ha sido la estancia del guionista? ¿Quizá no convenció la decisión de emparejar a Tony Stark con Patsy Walker? ¿O es que no gustaron las movidas cósmicas de Cantwell? Es que si el veredicto final de esta etapa que pintaba tan bien resulta ser malo, el de la próxima que viene por ahí y ya pinta bastante regular va a ser catastrófico.
… cinco años atrás: En febrero de 2018, la colección de Thor alcanzó su número 700 USA y se adentró en el que sería el último arco de Jane Foster como Diosa del Trueno, ominosamente titulado La muerte de Thor. En su día fue muy comentado, porque la pobre Jane tenía todas las papeletas para acabar estirando la pata. Ya fuese por el cáncer, la quimio o un gigante de hielo con malas pulgas, parecía claro que la Diosa del Trueno tenía las horas contadas. Al final la conclusión nos sorprendió bastante, aunque mejor no te preguntamos qué te pareció a ti. Después de todo, sabemos que el nombre de Jason Aaron se ha convertido en anatema para los lectores de esta página y que mencionar la época de Jane portando el martillo provoca úlceras de estómago y súbitas descargas de bilis. Tampoco diremos que a nosotros nos encantó, claro, no vaya a ser que tú seas uno de ellos y tengamos que ir corriendo a traerte un antiácido.
… diez años atrás: En febrero de 2013, terminó Spidermen, el en su momento ansiado cruce entre Peter Parker, el Spiderman de Tierra-616, y Miles Morales, el entonces Spiderman de Tierra-1610, es decir, el viejo Universo Ultimate. El tiempo no ha tratado nada bien a esta historia de Brian Michael Bendis y Sara Pichelli, ¿verdad? En su día podía resultar especial, pero hoy, después de tener a Miles durante tanto tiempo en Tierra-616, leer una aventura suya junto a Peter no parece nada del otro mundo. Además, el final nos presentaba el misterio sobre quién podría ser la contrapartida de Miles en Tierra-616, un misterio que prometía ser algo sorprendente y radical pero que al final se quedó en una revelación de chichinabo poco tiempo después. No, el tiempo no ha tratado nada bien a Spidermen, pero no pasa nada. Seguro que el bueno de Bendis ha escrito muchos buenos tebeos desde entonces, ¿verdad? ¿VERDAD?
… veinte años atrás: En febrero de 2003 cierta película sobre cierto Diablo Guardián de la Cocina del Infierno llegaba a las salas de cine. ¿Te acuerdas de Ben Affleck como Daredevil? ¿De Jennifer Garner como Elektra? ¿De la empalagosa banda sonora de Evanescence? Para celebrarlo, Planeta lanzó uno de esos coleccionables económicos para kioscos tan populares en su época. No estaba nada mal, ya que empezaba con los primeros trabajos de un primerizo Frank Miller en la colección del cuernecitos. Lo curioso es que además de incluir el nombre de Daredevil en el título, también incluía como subtítulo el nombre mucho más viejuno de Dan Defensor. ¡Dan Defensor! ¡Sólo los más mayores del lugar seguían usando ese nombre! ¿Puede que aquella fuera una de las últimas veces que se ha utilizado el apelativo de Dan Defensor en un tebeo de nuestro mercado? ¿A quién se le ocurriría usarlo? Y lo que es más importante: ¿sigue quedando algún lector de la época Vértice entre nosotros o ya se han convertido todos en polvo?
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