Javier Vázquez Delgado recomienda: Acero de sol y luna 1, de MATSUURA Daruma
Edición original: Taiyou to tsuki no hagane (Shogakukan, 2020)
Edición nacional/España: Acero de sol y luna (Milky Way Ediciones, 2023)
Guion: MATSUURA Daruma
Dibujo: MATSUURA Daruma
Traducción: Susana Fernández García
Formato: Rústica con sobrecubiertas. 200 páginas
Precio: 9€
El obstáculo de una maldición
«Jamás pensé que desde aquello perseguiría un sueño inalcanzable por toda la eternidad».
Hace ya un tiempo que MATSUURA Daruma aterrizó en nuestro mercado de la mano de Milky Way Ediciones. Fue en 2016 cuando la editorial asturiana comenzó la publicación de Kasane, su primera obra, un manga de catorce tomos sobre la envidia, la ambición y el verdadero significado de la belleza. Con él, la autora consiguió despertar el interés de público y crítica —de hecho, fue nominado, por ejemplo, a los importantes premios Taishô—, y es que Kasane ofrecía una historia adictiva y con reflexiones muy sugerentes.
Por suerte, Milky Way ha seguido apostando por su trabajo. Hace poco sacaba al mercado Imakako, un tomo único sobre el duelo y la pérdida, y en el último Manga Barcelona anunciaba la licencia de su obra más reciente: Acero de sol y luna, un título de trasfondo histórico con tintes sobrenaturales —elemento que comparte con otros mangas de la autora— y muchos enigmas por resolver que se está serializando en la revista Big Comic Superior de la editorial japonesa Shogakukan.
Kônosuke Ryûdo es un samurái que lleva una vida humilde y llena de tristeza. Es incapaz de encontrar un trabajo y las pocas cosas que puede empeñar para sobrevivir van desapareciendo poco a poco. A ello se suman los terribles recuerdos de su pasado: perdió a su madre de una manera trágica y no ha logrado convertirse en el samurái honorable que tanto ella como su padre querían que fuera. Si tan solo pudiera empuñar una espada… Ese es precisamente su problema: por alguna extraña razón, su cuerpo rechaza el metal, así que no puede tomar la catana familiar ni tampoco morir por el acero de otro samurái. Un día, contra todo pronóstico, le llega una carta con una inesperada propuesta de matrimonio. Es entonces cuando la bella y misteriosa Tsuki entra en su vida para cambiarla.
Acero de sol y luna es una historia en la que se nos habla del fracaso, de las expectativas, de la soledad y la miseria, pero también del amor y cómo puede darnos fuerzas para seguir adelante. MATSUURA Daruma nos presenta a un protagonista con el que resulta sencillo empatizar por todo lo que ha vivido: las cosas no han sido, ni son, fáciles para él. La autora ahonda en sus sentimientos y consigue transmitírnoslos bastante bien, desde sus lamentos y su desesperanza al principio del tomo hasta el cambio que supone para él la llegada de Tsuki, de la que, por el momento, no sabemos mucho.
Ese es otro de los elementos fundamentales del manga: el misterio. Acero de sol y luna está lleno de preguntas desde el comienzo. ¿Por qué Kônosuke rechaza el metal? ¿Quién es en realidad Tsuki? ¿Por qué ha aparecido en la vida del samurái? A medida que avanzamos en la lectura, van surgiendo otras, que le confieren un mayor interés a la historia. Cuando terminamos el tomo, tenemos la sensación de que solo hemos visto la punta del iceberg, de que aún faltan muchas cosas por descubrir, y de ese modo la autora consigue engancharnos a la obra.
Por otro lado, Matsuura enriquece el manga con elementos dispares entre sí, y esos contrastes lo hacen más sugerente. El presente y el pasado de Kônosuke. La cotidianeidad de su ciudad, con su rutina, sin nada que se salga fuera de lo común, y elementos sobrenaturales que irrumpen en la obra para sorprender al lector, sin desentonar en la trama. Escenas sencillas del día a día —la limpieza de la casa, las comidas, la búsqueda de trabajo— con otras muy dinámicas y llenas de acción. Todo ello le permite mostrarnos a los personajes en sus diferentes facetas —especialmente a Kônosuke, de quien tenemos más información—, desarrollarlos un poco y ofrecernos los primeros mimbres de un manga que promete seguir entreteniéndonos en los siguientes tomos.
Por último, en Acero de sol y luna, al igual que en Kasane e Imakako, MATSUURA Daruma hace gala de un dibujo muy expresivo. Las emociones de sus personajes quedan perfectamente plasmadas en sus rostros: su frustración, su miedo, su desconcierto, su alegría… Así, conectamos mejor con lo que sienten. A veces, los detalles y los primeros planos le sirven para reforzar este aspecto.
Por otra parte, logra trasladarnos a la era Tenpô, el siglo XIX, gracias a la ambientación del manga. Los trajes, algunos entornos importantes —como la casa de Kônosuke o algunas calles de la ciudad—, las catanas…, están representados con cierto detalle. Si bien es cierto que en ocasiones los fondos son más sencillos porque lo que prima son las acciones o los sentimientos de los personajes, cuando Matsuura opta por transmitirnos una impresión de cómo era el Japón de entonces lo hace bastante bien.
Sin duda, Acero de sol y luna es una propuesta interesante, que engancha y emociona gracias a sus personajes, con los que es fácil conectar, y a los misterios que MATSUURA Daruma va sembrando en sus páginas. Desde luego, el primer tomo nos invita a continuar con la historia y ver qué les sucede a Kônosuke y Tsuki, cuya vida no va a ser tan tranquila como podía parecer en un principio… ¿Adónde los llevará la autora en las siguientes entregas?
Lo mejor
• La forma en que MATSUURA Daruma combina diferentes elementos para entretejer una historia rica y llamativa.
• La expresividad de su dibujo, con el que refuerza los sentimientos y la personalidad de sus protagonistas, además de trasladarnos al Japón de la era Tenpô.
Lo peor
• La espera hasta el siguiente tomo… ¡La historia se queda en un punto muy interesante!
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