Javier Vázquez Delgado recomienda: El verano en que Hikaru murió, de MOKUMOKUREN

El verano en que Hikaru murió

Edición original: Hikaru ga shinda natsu (Kadokawa, 2022)
Edición nacional/España: El verano en que Hikaru murió (Milky Way Ediciones, 2023)
Guion: MOKUMOKUREN
Dibujo: MOKUMOKUREN
Traducción: Natalia Mintegui Arrieta
Formato: Rústica con sobrecubiertas. 180 páginas
Precio: 9€

Los límites de la amistad

«Tú no eres Hikaru, ¿verdad?».

Las relaciones humanas son complicadas, y la amistad no es una excepción. Hay algunas que se rompen enseguida por ciertas diferencias, otras duran mucho tiempo. A veces, nos hacemos amigos de quien menos esperábamos porque tenemos poco en común; otras encontramos en ese vínculo un alma afín con la que compartir gustos e intereses. Y, por supuesto, las amistades cambian con el tiempo, pasan por diferentes fases: algunas se enfrían, otras se estrechan. Esos cambios no siempre nos gustan, especialmente cuando querríamos que las cosas fueran como antes y no sabemos qué hacer para conseguirlo. En ocasiones no nos queda más remedio que aceptarlos y aprender a lidiar con ellos.

El verano en que Hikaru murióSon estas ideas, a grandes rasgos, las que le sirven a MOKUMOKUREN como punto de partida para El verano en que Hikaru murió, un manga que está teniendo mucho éxito en Japón y que acaba de salir a la venta de la mano de Milky Way Ediciones. Hace unos meses, la editorial asturiana se sumó al anuncio mundial de la licencia: ¡va a publicarse en más de doce mercados! Y es que la relación entre Yoshiki y Hikaru —llena de incógnitas desde que el segundo viviera un acontecimiento que lo cambiaría todo— y las circunstancias que los rodean han conseguido atraer la atención de los lectores. No es para menos.

La vida de Yoshiki da un vuelco cuando su mejor amigo, Hikaru, desaparece de repente en la montaña durante varios días. Contra todo pronóstico, el chico vuelve, aunque no conserva ni un solo recuerdo de lo que le ha sucedido, todo un misterio. Pero hay un enigma más: Hikaru es… otro. Alguien nuevo. Por mucho que haya intentado imitar su personalidad, Yoshiki se da cuenta de que su amigo ya no está. Es entonces cuando se plantea qué debería hacer: ¿quiere seguir a su lado, a pesar de que ya no es el mismo, o las cosas deben cambiar entre ellos, aunque Hikaru se empeñe en decirle que quiere estar junto a él? ¿Es mejor hacer como si no hubiera pasado nada o perderlo de nuevo?

El verano en que Hikaru murió es una historia de misterio con toques sobrenaturales que intriga y resulta inquietante en ciertos pasajes. MOKUMOKUREN plantea muchos interrogantes en este primer tomo de la serie, pero no los responde: estamos tan sumergidos en los enigmas como el propio Yoshiki, que no entiende muy bien lo que está pasando a su alrededor. Ese es el recurso que se utiliza para suscitar interés en el lector: sumirlo de lleno en la incertidumbre del protagonista para que lo acompañe en ese viaje de descubrimiento, sin saber más que él.

El verano en que Hikaru murió

Y la verdad es que funciona bastante bien. En ocasiones, un desconcierto así confunde demasiado y hace que uno quiera abandonar la obra que ha empezado, pero no es el caso de El verano en que Hikaru murió. Lo poco que conocemos sobre el nuevo Hikaru —y otros fenómenos que, según se sugiere, podrían tener relación con él— nos anima a continuar con la historia para encajar las piezas del rompecabezas.

MOKUMOKUREN utiliza muchas cosas para reforzar el misterio y la sensación de extrañeza, desde un comienzo muy impactante —que, en apenas unas cuantas páginas, consigue captar nuestra atención y nos deja atónitos— hasta escenas más cotidianas en apariencia que nos permiten conocer poco a poco al nuevo Hikaru, ver cómo se esfuerza por encajar en una vida que no es la suya, adentrarnos en momentos del pasado para entender la relación que unía a Yoshiki y a su mejor amigo… Asimismo, nos ofrece ligeras pinceladas de otros fenómenos igualmente extraños que tal vez vayan a alterar aún más, si cabe, la realidad del protagonista. La conjunción de todos esos elementos da como resultado un manga interesante que uno no puede soltar hasta que ha terminado el tomo.

El verano en que Hikari murióPor otra parte, MOKUMOKUREN se vale de un dibujo detallado y, en general, bastante oscuro —en muchas escenas predominan las sombras y los grises— para crear un ambiente siniestro y, en ocasiones, opresivo, muy apropiado para su historia. También las expresiones de sus personajes —la seriedad de Yoshiki, las muecas del nuevo Hikaru, que se esfuerza por aparentar normalidad aunque ya nada sea como antes— y el uso de determinados recursos gráficos, como las onomatopeyas —que, a veces, invaden los dibujos— o ciertas viñetas metafóricas, hacen más intensa esa sensación de incertidumbre e inquietud.

A todo ello hay que añadir la manera tan interesante que MOKUMOKUREN tiene de plasmar la verdadera «esencia» del nuevo Hikaru desde el inicio de la obra. Esa particularidad del personaje, además de ser bonita desde un punto visual, refuerza nuestra extrañeza, ya que no es nada de lo que podríamos imaginar.

El primer volumen de El verano en que Hikaru murió constituye un comienzo muy potente para un manga prometedor. Aún es pronto para saber por dónde va a ir la historia —de hecho, solo lleva dos tomos en Japón—, pero, desde luego, si sigue en esta línea, nos ofrecerá muy buenos ratos de lectura.

Lo mejor

• La manera en que MOKUMOKUREN nos sumerge en los misterios que rodean a sus protagonistas y la intriga que suscita.
• El uso de ciertos recursos gráficos para generar determinadas atmósferas y reforzar dichos misterios.

Lo peor

• Al haber empezado hace poco su publicación en Japón, llevamos la serie casi al día.



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