Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Gold. Excalibur 1
Edición original: Excalibur Special Edition, 1-11, Mojo Mayhem y material de Marvel Comics Presents 31-38 USA (Marvel Comics, 1987-1989)
Edición nacional/España: (Panini Cómics, 2022)
Guion: Chris Claremont, Michael Higgins
Dibujo: Alan Davis, Ron Lim, Marshall Rogers, Arthur Adams, Erik Larsen
Entintado: Paul Neary, Mark Farmer, Josef Rubinstein, Terry Austin, Bob Wiacek
Color: Glynis Oliver, John A. Wilcox, Tom Vincent, Greg Wright, Michael Rockwitz
Formato: Tapa dura. 464 páginas. 44,95€
Mutantes en UK
«¿Estás diciendo que sólo porque la Patrulla X haya muerto deberíamos rendirnos?»
Una de las grandes alegrías que nos llevamos los amantes de los clásicos Marvel en 2022 fue el inicio de la reedición del Excalibur de Chris Claremont y Alan Davis. Durante años solicitada por una parte del fandom, Panini ha optado por el formato Marvel Gold, al igual que ha ido haciendo con el resto de las cabeceras mutantes de los 80, desde La Patrulla X hasta Factor X y, en este 2023, también Lobezno. Teniendo en cuenta la extensión a la que se está llegando con el formato Marvel Héroes (más de 800 páginas tanto el 4º tomo del Capitán América de Mark Gruenwald como el Espectacular Spiderman de Dematteis y Buscema), estas poco más de 450 acaban sabiendo a poco, aún más cuando solo se incluyen los primeros 11 números de la serie original más dos especiales, Excalibur Special Edition y Excalibur: Mojo Mayhem.
En 1987 Marvel quería continuar ordeñando la gallina de los huevos de oro, AKA la franquicia mutante, así que inició los tanteos para una nueva serie que acompañara a La Patrulla X, Los Nuevos Mutantes y Factor X en los puntos de venta. Inicialmente nombrada X-Calibre, Excalibur nace del deseo de trabajar juntos que existía entre Claremont y el dibujante británico Alan Davis. Conocido era el “pánico escénico” que tenía Davis a ser nombrado dibujante regular de La Patrulla X, algo que Claremont le había pedido en numerosas ocasiones. X-Calibre pasó a ser Excalibur, un proyecto “menor” con el que Davis se sentiría con la libertad deseada, no con el foco puesto en ser el dibujante de una de las colecciones más vendidas del mercado USA.
La tarea de determinar el roster del equipo tampoco fue fácil. Aunque la acción se desarrollaría en Gran Bretaña, solo dos de los héroes serían «British»: el Capitán Britania, viejo conocido de Claremont y Meggan, una mutante cambiaformas entre otras habilidades. El resto del equipo lo conformarían Gatasombra, Rondador nocturno y Rachel Summers/Grey -Fenix-. Inicialmente, Claremont pensó en incluir también a Coloso pero finalmente renunció a la idea al tener ya un “tipo fuerte” en el grupo, en este caso el Capitán Britania. La excusa argumental para juntarles incluía las secuelas de la Masacre Mutante pero al final del especial “prólogo”, la realidad es que crean el equipo un poco porque sí. A modo de nota histórica, hay una serie de proyectos relacionados con Excalibur que se quedaron por el camino. Una miniserie contando las vivencias de Rachel en el Mojoverso por Claremont y Rick Leonardi (que acabó convirtiéndose en X-Men: Amigos Verdaderos), y la segunda miniserie de Longshot por el mismo equipo que la primera –Ann Nocenti y Arthur Adams– donde Rachel también debía aparecer.
En Excalibur, Claremont juega a su gusto con muchos de los personajes creados o desarrollados por Alan Moore en Capitán Britania como Saturnina, la Banda Loca y, sobre todo, Meggan. Crea también a los Lobos de Guerra, unos antagonistas que permiten a Davis lucirse y que pueden ser tan divertidos como terroríficos, los cuales centrarán los primeros números de la serie, mientras los héroes se acostumbran a trabajar (y vivir) juntos. En los #4-5, Excalibur tendrá que lidiar con una de las trampas de Arcade, mientras que en los #6-7 tendremos el cruce con Inferno, otro tour de force de Davis que tendrá consecuencias inesperadas para la química del grupo. Tras un descanso para que los personajes asimilen sus últimas aventuras (#8), los #9-11 suponen la presentación -y enfrentamiento- con una versión nazi de Excalibur, prólogo a su vez de la larga saga en la que los personajes quedarán atrapados en el multiverso.
El estilo de Claremont, lejos de sus mejores momentos, es difícil de obviar. Largas parrafadas en los bloques de texto, una redundancia de lo onírico pero aquí, sobre todo, un constante juego de personajes “cambiados” ya sea Kitty con el lobo de guerra, los intercambios de personalidad entre Excalibur y la Banda Loca o las versiones nazi de los héroes -demoniacas también de algunos en el cruce con Inferno-. Excalibur se publicitó como una comedia loca mutante y durante la mayor parte del tiempo, al menos en este tomo, cumple esa promesa. El ritmo es frenético, por momentos parecido al de las comedias mudas de Buster Keaton o Charlie Chaplin, con gags casi ininterrumpidos mezclados con acción trepidante marca Alan Davis. Eso no quita que (estamos hablando de Claremont) haya tiempo también para el desarrollo de personajes -Kitty y Meggan en especial-; brillando el guionista sobre todo en la construcción de Courtney Ross, viejo amor de Brian y que, tras un trabajo brillante del escritor, es asesinada por Saturnina fuera de plano dejando al lector -al menos a mí- un tanto frustrado. Sorprende lo que considero un fallo de Claremont y es la nula presentación de la historia de Brian y Meggan, apenas dejando caer su conexión con la Patrulla X a través de la hermana del Capitán, Mariposa Mental/Betsy Braddock.
Que haya humor en Excalibur no quiere decir que la colección no se permita toques realmente oscuros y siniestros como la forma en la que los lobos de guerra matan a humanos para vestir sus pieles o detalles espeluznante en el Excalibur nazi como esa Gatasombra con la estrella de David tatuada en la frente y que ha quedado relegada al papel de esclava/vampira. ¿Y quién consigue que tanto el humor como el drama funcionen sin aparente esfuerzo? Sobre todo el dibujante, Alan Davis.
Poco novedoso puedo contar ya de Davis, un excelente ilustrador, con una carrera larga y llena de éxitos, decano de dibujantes y profesional como la copa de un pino. Excalibur, tanto su etapa con Claremont como la que hizo en solitario, es uno de sus trabajos más importantes y es un gustazo poder tenerlo reeditado en tomo en España. La capacidad de Davis de moldear a los personajes y jugar con sus expresiones faciales y con sus alteraciones físicas es asombrosa. Nunca dejará de sorprenderme la facilidad del británico para construir unos personajes de una expresividad superlativa. En esta época, Davis utiliza más viñetas por página de lo que hará una o dos décadas más tarde (evolución que se puede ver mejor en la recopilación integral de su Clandestine), algo que no solo no perjudica sino que afianza su excelente narrativa -ver el ritmo que imprime al #5 en el mundo Arcade-. No es raro tampoco perderse en algunas de sus ilustraciones, como la preciosa página que da inicio al #4 con Courtney mirando una foto de ella y el Capitán Britania besándose.
A Davis le ayudan un Ron Lim simplemente correcto pero que resiste mejor la comparación con el maestro que el trabajo de Marshall Rogers, tremendamente estático para lo que Davis nos tiene acostumbrados en el título. Excalibur: Mojo Mayhem es más una historia de los Bebes-X que de Excalibur y se puede disfrutar de la labor de Arthur Adams pero no afecta en prácticamente nada a la serie principal. Peor aún es el serial de Marvel Comics Presents a cargo de un mediocre Michael Higgins y un Erik Larsen que dibuja a todos los héroes como si acabaran de inyectarse esteroides.
En este 2023 se publicará el segundo tomo de esta recopilación, que debería alcanzar el #30 USA, ya fuera de la etapa Claremont-Davis. ¿Continuará Panini la edición cronológica de Excalibur o saltará directamente a la etapa de Davis en solitario? Mientras esperamos la respuesta disfrutemos de estos cómics que tanto tiempo esperábamos (re)leer.
Lo mejor
• La compenetración Claremont-Davis
Lo peor
• El serial de Marvel Comics Presents
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