Javier Vázquez Delgado recomienda: Una mujer y la guerra, de KONDO Yoko
Edición original: Sensou to hitori no onna (Seirin Kogeisha, 2012)
Edición nacional/España: Una mujer y la guerra (Gallo Nero, 2023)
Guion: KONDO Yoko
Dibujo: KONDO Yoko
Traducción: Yoko Ogihara y Fernando Cordobés
Formato: Rústica con solapas. 148 páginas
Precio: 18,50€
Vida en medio de las cenizas
«Desde que empezaron los bombardeos, dejé de odiar la guerra».
Uno de los escritores japoneses de posguerra más interesantes es, sin duda, SAKAGUCHI Ango. Sus experiencias vitales lo llevaron a plasmar en sus obras el desencanto y la desesperanza de una generación que se había enfrentado a situaciones horribles. Su inconformismo y su mirada crítica sobre las tradiciones y los valores de su país le granjearon el interés de muchos lectores, pero también hicieron que las autoridades censuraran algunas de sus obras por ser «inadecuadas».
Este es el caso, por ejemplo, de Una mujer y la guerra, publicado por Satori Ediciones —que también cuenta en su catálogo con otros dos libros del autor, En el bosque, bajo los cerezos en flor y el ensayo Sobre la decadencia, en el que el escritor ofrece una cruda reflexión sobre su sociedad—. En este volumen, se recogen varios relatos que nos abren una ventana a la desesperanza que la guerra trae consigo, con un punto de vista peculiar al respecto. Fue esto lo que llamó la atención de KONDO Yoko, mangaka ligada al círculo de la revista Garo, y la llevó a adaptar dos de esos relatos a viñetas. Así surgió Una mujer y la guerra, manga publicado por la editorial Seirin Kogeisha en 2012 y que ahora podemos disfrutar en nuestro mercado gracias a Gallo Nero, que no deja de sumar sugerentes títulos alternativos a su catálogo.
Una exprostituta que, tras saldar sus deudas gracias a uno de sus clientes, monta un bar. Un hombre que la desea, uno de los muchos con los que ella se ha acostado. Estas dos personas sin esperanza se unen cuando comienza la guerra: empiezan a vivir juntos, como un matrimonio, y se consuelan en los tiempos tan oscuros que están viviendo. A la mujer le gusta la guerra: los bombardeos, la destrucción, el miedo. De pronto, gracias a eso ve que se ha librado de una existencia anodina y sin sentido. Ahora tiene un objetivo: sobrevivir a los horrores que presencia a su alrededor. Ni ella ni el hombre saben cuándo terminará el conflicto, pero se atreven a imaginar, de vez en cuando, un futuro. Y de esa forma siguen con su vida, pese a todo, preguntándose si algún día verán el final de la guerra.
KONDO Yoko plasma en Una mujer y la guerra la vorágine de sentimientos que bullen en el interior de sus protagonistas, atrapados en un mundo de desolación. Ambos, y sobre todo la mujer, tienen ansias de seguir viviendo aunque la situación sea complicada. Ella, por su parte, encuentra en la destrucción un revulsivo: puede que a su alrededor todo desaparezca, pero pretende seguir adelante y no privarse de nada. La guerra, precisamente, la ha despertado de la vida gris e insatisfactoria que llevaba; ahora tiene algo por lo que luchar.
Estas contradicciones, estos sentimientos —que, en ocasiones, pueden parecernos crueles— son uno de los puntos más interesantes del manga. Kondo ahonda en la interioridad de sus protagonistas y, a través de una narrativa particular en la que nos deja espacio para sacar nuestras conclusiones e imaginar lo que ha sucedido en determinados momentos, nos ofrece un sugerente retrato de la realidad de la guerra, de cómo la vive la gente de a pie. Transmite a la perfección el sinsentido que la rodea, el nihilismo que trae consigo y esa pérdida de valores que SAKAGUCHI Ango evidenciaba en sus obras.
La forma de contar de Kondo es muy adecuada para hacernos comprender el caos exterior e interior de los personajes, con escenas cotidianas del día a día —algunas más corrientes, otras más íntimas— marcadas por la incertidumbre, saltos al pasado…, todos ellos conectados de una forma sutil. No obstante, puede que esta narrativa no convenza a algunos lectores porque puede resultar abstracta o compleja en determinados puntos.
Para contar su historia, KONDO Yoko se vale de un dibujo sencillo, pero no por ello menos expresivo, habitual en el manga alternativo y underground. Sus trazos delicados, aunque puede que no gusten a todos los lectores, muestran a la perfección los sentimientos de los personajes: los instantes de placer, el tedio que los invade de vez en cuando…
Destaca especialmente el contraste que establece entre las viñetas más luminosas y las más oscuras, en las que predomina el negro: no solo se corresponden con la división día-noche, sino que también diferencian los momentos más «aburridos» para la mujer protagonista —los instantes que comparte con sus vecinos y otros ciudadanos, por ejemplo, o el sexo sin placer— y aquellos que despiertan en ella las ganas de vivir —los bombardeos nocturnos, el deseo por su compañero en medio de la destrucción, incluso el relato de una antigua y misteriosa historia que puede compararse, de algún modo, con su situación—.
Es una alegría que Gallo Nero siga apostando por títulos de mangakas alternativos del círculo de la revista Garo. Una mujer y la guerra, además, es la primera obra de una autora en su colección, una interesante propuesta en la que queda patente la complejidad del ser humano y las diversas maneras en que puede afectarle vivir una situación tan horrible como la guerra.
Lo mejor
• La expresividad del dibujo de KONDO Yoko, que le saca partido a la sencillez.
• La forma de contar se ajusta muy bien al argumento.
Lo peor
• Puede que la sencillez del dibujo de KONDO Yoko o su narrativa no gusten a algunos lectores.
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