Javier Vázquez Delgado recomienda: Otoñal, de Daniel Kraus y Chris Shehan
Edición original: The Autumnal 1-8 USA (Vault Comics)
Edición nacional/España: Otoñal (ECC, 2023)
Guion: Daniel Kraus
Dibujo: Chris Shehan
Color: Jason Wordie
Traducción: Felip Tobar Pastor
Rotulación: Luís Domínguez
Formato: Cartoné. 224 páginas. 26€
Pueblo pequeño, infierno grande
Los pueblos pueden ser sitios muy bonitos para vivir, donde crear una comunidad pequeña y unida que se ayuda en todo mientras mantiene una comunión con la naturaleza, pero también gustan de chismes, misterios y gozan de fama de falta de aceptación hacia aquellos que no son exactamente como se supone que deben ser, en un sentido tradicionalista. Y es que los pueblos gustan de la tradición, de lo de siempre, y son reticentes al cambio. Pero ¿hasta dónde son capaces de llegar para defender sus tradiciones? Es más ¿hasta dónde se remontan estas tradiciones? Así, a los pueblos les gusta jugar con la mitología, ya no solo con ese misterioso bosque que les rodea y lo que oculta en su interior, los sacrificios para mejorar las cosechas, la proliferación de radicalismos sangrientos, las sectas, las brujas, el satanismo… todo esto está a la orden del día en los pueblos.
Evidentemente es mentira, pueblos hay de todos los tipos y nada del párrafo anterior es cierto, o casi nada, pero al arte siempre le gusta tontear con todo ello para que el público, especialmente el urbanita, pase un poquito de miedo. El terror rural, o Folk-Horror como se ha denominado en las últimas décadas, ha vuelto al candelero gracias a propuestas curiosas como Midsommar o La Bruja, que han llevado a su vez a reivindicar obras como El Hombre de Mimbre, pero el cómic ya ha dicho mucho sobre esto sin necesidad de acudir al séptimo arte. Además hemos tenido mezclas muy curiosas, desde Harrow County, que no dudaba en volverse metafísica elevándose a niveles menos mundanos que su inicio, hasta Revival, donde se mezclaba el terror con el thriller policíaco, pasando por Muerdeuñas y sus asesinos en serie o Gideon Falls y su granero. Pero la propuesta de hoy se alza como la más pura de ellas, más en la línea de obras como Red Fork o You are obsolete, jugando con muchos elementos clásicos a la vez que toma un estilo narrativo muy moderno que seguro atraerá más a los adeptos a las películas antes mencionadas.
Otoñal es la historia de una chica que, tras la muerte de su madre, decide mudarse con su hija a su pueblo natal. De esta manera tontea con todas las ideas que uno se pueda imaginar sobre los pueblos. Lo dicho, monstruos, bosques, brujas, sectas, etcétera. Pero ¿cuánto de eso es real y cuánto está en la cabeza de Kat? Digamos que la grandeza de Otoñal no es tanto lo que nos cuenta, que resulta gratamente interesante, sino cómo nos lo cuenta y cómo sus autores nos llevan por la historia de una madre soltera poco común en un pueblo, de apariencia, abierto.
Entrar más a fondo en su trama sería imposible sin tocar spoilers, pero sí se puede hablar de sus bondades. Además de esa envidiable evolución que vamos viendo en Kat, y en cierta manera también en su hija, Otoñal juega mucho con qué puede ser real y qué puede ser ficticio, haciendo que nos preguntemos hasta dónde nos influencian las obras de terror para sacar conclusiones a priori de ciertas situaciones. Eso sin dejar de lado las escenas malrolleras, pero jugando con una pausa basada en el relato del día a día muy bien manejada por parte de los autores.
Los diálogos y pensamientos de Kat descritos por su guionista, Daniel Kraus, hacen que la obra genere un constante interés. Kraus es colaborador de Guillermo del Toro, con él creó Trollhunters o La forma del agua, y reconocido novelista, pero parece que esto de los cómics no se le da nada mal, no en vano Otoñal es una de las obras de Vault Comics que más ha llamado la atención de crítica y público al otro lado del charco. Lo cual no es poco, la editorial, aunque pequeña, ya atesora un buen puñado de obras más que interesantes.
Pero si la evolución de los personajes, en especial de Kat, ya se antoja como uno de los puntos fuertes de la miniserie que ECC presenta aquí completa, el dibujo no se queda atrás. Chris Shehan convierte una buena historia en uno de los cómics de terror del año. Sus líneas encajan muy bien en este tipo de cómic, mucho mejor que lo que habíamos visto en La Casa Slaughter, pero sobre todo es ese manejo de los tiempos que consiguen atensionarnos hasta en las partes de quietud. No es nada fácil hacer que unas simples hojas de árbol causen esas sensaciones solo por aparecer en la página. Aquí hay que elogiar al experimentadísimo Jason Wordie, el colorista da una viveza a la obra que potencia el trabajo de Shehan, dando especial énfasis precisamente a los paisajes, imprescindibles en un cómic como este.
En Otoñal el lector que guste del terror encontrará una historia más que satisfactoria, imprescindible para los amantes de la vertiente más rural, y con un final que deja un buen regusto. Los autores saben dedicar la mayoría del tomo a los personajes para romper con un final que sabe ir al grano sin ser precipitado. Se le podría sacar alguna pega a un momento en concreto, aunque también se pueden encontrar explicaciones para ello, pero no deja de ser un mero apunte en una historia que engancha.
Lo mejor
• Terror del bueno.
• Todo el pensamiento de su protagonista y cómo va cambiando de opinión suponen un desarrollo del personaje envidiable.
• Shehan hace un trabajo maravilloso en cada una de sus partes…
• …y Wordie acierta de pleno con el color.
Lo peor
• Hay una parte al final, no el final, que queda algo coja, pero ¿Qué son dos páginas dudosas en doscientas maravillosas?
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