Javier Vázquez Delgado recomienda: Entrevista a Paco Plaza
Introducción
La organización del FANT (Festival de Cine Fantástico de Bilbao) tuvo a bien entregar dos premios honoríficos en su XXIX edición. El veteranísimo Zorion Eguileor (El Hoyo) recogió el suyo en la ceremonia inaugural celebrada en el Teatro Campos Elíseos, mientras que Paco Plaza alzó su galardón junto a Belén Rueda (premiada como Estrella del Fantástico) en la sesión de clausura que tuvo lugar en la Sala BBK el pasado 12 de mayo. Un día antes, nos citamos con el director valenciano en el Hotel Carlton para una distendida charla que tuvimos el placer de llevar a cabo. Amable a más no poder, Paco Plaza responde a todas nuestras preguntas como si de un debutante se tratara, pero, lo cierto, es que nos encontramos ante uno de los mejores cineastas de nuestro país.
Licenciado en Ciencias de la Información y graduado en la ECAM (Escuela de Cine de Madrid), Paco Plaza comienza rodando cortometrajes como Tropismos, Abuelitos o Puzzles. En 2002 dirige su ópera prima, El segundo nombre, por el que logra el premio Mèliés de plata al mejor largometraje de género fantástico europeo en el Festival de Sitges. Dos años más tarde rueda Romasanta: la caza de la bestia, pero su consagración definitiva llegaría en 2007 gracias a [•REC] junto a su inseparable Jaume Balagueró. Desde entonces, además de dedicarse al estudio de los muertos vivientes, Paco Plaza ha firmado cintas como Verónica, Quien a hierro mata y La Abuela. Además, escribió el guion del cómic Maldito Viernes y participó en Películas para no dormir con Cuento de Navidad y en Historias para no dormir con Freddy. Su próximo trabajo, Hermana Muerte, podrá verse en Netflix el presente año.
Al acabar la entrevista, regalamos a Paco un ejemplar de Fantastic Factory: El cine de los condenados escrito por nuestro compañero Juan Luis Daza. De ese libro, tocará hablar algún día con su autor. Mientras tanto, solo queda agradecer al FANT, a Naiara, a Itxaso y, sobre todo, a Sandy, todas las ayudas prestadas para que este encuentro fuese posible. Un auténtico lujo que ahora podemos compartir con tod@s vosotr@s.
Entrevista a Paco Plaza
Quiero hacer una peli de vampiros. No sé ni cuándo, ni cómo, ni cuál y Maldito Viernes, como los vampiros, no está muerto, puede volver a la vida en cualquier momento.
ZONA NEGATIVA (ZN): Jaume Balagueró y tú habéis tenido en muchos sentidos carreras paralelas. Ambos debutasteis adaptando novelas de Ramsey Campbell. En tu caso El Segundo Nombre. ¿Cómo surge la posibilidad? ¿Por qué Ramsey Campbell?
PACO PLAZA (PP): Pues por Jaume (Balagueró). Después de que Jaume hiciera Los sin nombre, en el Festival de Oporto se proyectó Los sin nombre con el corto Abuelitos que había hecho yo. El productor de Jaume lo vio y me dijo «hostia, ¿tienes alguna peli lista?». Era un momento como que había mucha efervescencia por el género (a principios del los 2000) y él me dijo «yo me llevo muy bien con Ramsey Campbell, si tienes alguna novela suya que te guste, es fácil el contacto con él.» Y entonces leí esta que se llamaba El pacto de los padres y con Fernando Marías, que en paz descanse, escribimos el guion y esa fue mi primera peli. O sea, más que casualidad, fue una consecuencia de que Jaume ya hubiera hecho ese primer contacto que fue fácil seguir esa estela.
ZN: Ahora que mencionas a Fernando Marías, que, como comentabas, murió el año pasado, Astiberri va a publicar este mes un trabajo suyo junto a Javier Olivares: El enigma Pertierra. ¿Qué recuerdos guardas de él?
PP: Pues mira, era una de esas personas que hacía mejor la vida a todo el mundo con el que tenía contacto. Nosotros solo trabajamos juntos en esa película, pero, periódicamente, nos seguíamos viendo, por lo menos, una o un par de veces al año porque era un placer estar con él. Fernando tenía un cerebro privilegiado y, sobre todo, era una persona espectacular. Yo, vamos, tengo un recuerdo… Me puedo emocionar si hablo de él porque era una persona extraordinaria.
ZN: Has comentado que en el rodaje de El segundo nombre utilizaste ratas y no tuviste ganas de repetir. Agiganta mi trauma con estos roedores, ¿qué pasó?
PP: Había varios animales, pero sí, con las ratas es que era… Además había que teñirlas, luego todo olía fatal, se escapaban mientras estabamos rodando y te pasaban por los pies y pfff. Yo no soy una persona especialmente aprensiva con nada, pero creo que no he vuelto a trabajar con ratas desde entonces, voluntariamente (risas). Alguna ha habido, pero porque se te cuelan, pero no ser tú el cabrón que lleva las ratas porque la verdad es que no, no fue súper agradable.
ZN: Echando la vista atrás, como cineasta, ¿cuál fue el principal aporte de rodar OT: La película?
PP: Trabajar con Jaume. Creo que si no hubiéramos hecho Operación Triunfo no habríamos hecho [•REC]. Descubrimos que nos lo pasábamos muy bien rodando juntos. Nosotros éramos amigos de hacer cortometrajes, de vernos en festivales… pero OT fue cuando de verdad compartíamos tiempo, compartíamos sala de montaje… Si no hubiéramos tenido esa primera experiencia no habríamos hecho [•REC] porque, realmente, es como que nos apetecía pasar tiempo juntos y pasárnoslo bien.
ZN: Vamos con Romasanta. ¿Cómo fue la experiencia de hacer la película dentro de la Fantastic Factory? ¿Cómo de importante fue tu paso por la productora en tu carrera?
PP: Bueno yo creo que tanto para mí como para muchísimos amigos y profesionales que trabajan hoy en día, Filmax y la Fantastic Factory fueron determinantes. Tú imagínate, cuando empezó la Fantastic Factory yo estaba en la escuela de cine y, de repente, un día haciendo los cortos de vampiros y tal, leo en El País de las Tentaciones que abrían una productora de cine de terror en Barcelona. Me acuerdo perfectamente, con veintipico años, quieres hacer cine y dices «joder, me ha tocado la lotería». Creo que para mí y para muchos fue como una escuela el poder trabajar con Brian Yuzna, que era alguien a quien admirábamos muchísimo (y ahora, incluso, más que entonces). Entrar en contacto con el mundo profesional, la idea de Filmax, tremendamente ambiciosa y que tuvo muchísimo éxito de hacer películas desde Barcelona para el resto del mundo… no sé, de alguna forma supuso como que nos daban la alternativa confiando en gente tan joven. Ahí teníamos a Jaume que tiene un par de años más que yo y andaría por los treinta y poco y yo tenía veintitantos… Y no solo nosotros. Xavi Giménez, David Gallart, Bernat Vilaplana, que es el montador de J.A. Bayona, por ejemplo… Pues claro, trabajar de esta forma… Éramos niños a los que nos dejaban jugar con los mayores y, encima, haciendo cine de terror. Pues imagínate.
ZN: Tanto Balagueró como tú sois los únicos directores que, tras participar en Películas para no dormir, hicisteis lo propio en Historias para no dormir. ¿Cómo fueron aquellos primeros contactos con Chicho Ibáñez Serrador?
PP: Recuerdos inolvidables. Esas reuniones de trabajo con Jaume, con Álex (de la Iglesia), con (Enrique) Urbizu y con Chicho, aunque físicamente no estaba muy bien, pero de cabeza estaba extraordinario. Esas reuniones que teníamos de brainstorming con Guerrica (Jorge Gerricaechevarría), por ejemplo, que también venía a hablar… a contarnos historias… Pues imagínate, tener aquella oportunidad… es como sentarte con Gandalf a tomar algo (risas). Para nosotros era un lujo. Uno de nuestros grandes maestros… tener la oportunidad de estar sentado con él y, encima, trabajando en el mismo proyecto… pues una pasada. Fue súper, súper, bonito y creo que hicimos un buen trabajo. Fue una experiencia de la que saqué muchísimas cosas a nivel profesional y personal. Empecé a colaborar con gente que hoy día sigue trabajando conmigo y hace ya casi veinte años de esto.
ZN: Y entonces llegó [•REC]. Un éxito sin precedentes en la historia del género de terror en España. ¿A qué crees que se debió este fenómeno?
PP: Mira, yo creo que el azar juega un papel importantísimo y caer de pie en el momento apropiado. Es que hay muchos factores, muchísimos. Uno es que era una película que se percibía muy nueva, sin ser tan nueva, porque estaba El proyecto de la bruja de Blair, estaba Holocausto Caníbal… había precedentes no españoles. Luego, el que El Orfanato hubiera sido un éxito tan grande dos meses antes de estrenar nosotros… Había una corriente de simpatía hacia el terror español. Social, quiero decir. Todo el mundo había visto El Orfanato y, de repente, sale otra peli de terror española, que dicen que está muy bien, y la gente se anima a verla. Es decir, la coyuntura era la apropiada y luego es una película que creo que transmite esa libertad y esa diversión. Yo creo que es una película muy divertida de ver porque lo pasamos muy bien haciéndola y es una peli tan loca gracias a que nos animamos a hacerla… En el documental ([•REC] Terror sin pausa) lo decimos un montón. La hicimos porque sabíamos que si salía mal le podíamos echar la culpa al otro (risas). En plan de bueno, si sale mal, yo digo «Jaume es que tiene unas cosas…» y él lo mismo. Ese espíritu que había en el rodaje de no sabemos muy bien lo que estamos haciendo pero creemos que esto mola, que esto le va a gustar a la gente y esa vocación de cine espectáculo de feria, de barraca, de tren de la bruja que tiene, creo que eso ayudaba a generar una simpatía que traspasaba la pantalla.
ZN: En el documental, precisamente, comentáis cómo surge la primera secuela de [•REC], pero ¿en qué momento decidís que tú te encargarías de la tercera parte y Jaume de la cuarta?
PP: Pues las secuelas siempre surgen por el éxito. Hasta que una cosa no tiene éxito, no tiene mucho sentido pensar en hacer secuelas. Entonces, la tercera y la cuarta fueron una consecuencia de una comida con los productores que vieron que como la segunda había funcionado muy bien y dijeron «oye ¿por qué no hacemos más?» y nosotros llegaba un momento en que ya pensábamos que había que darle otro aire y, sobre todo, no teníamos la misma idea de por dónde continuar, ni de estilo, ni narrativa, ni nada. Así que decidimos «mira, pues hacemos cada uno una peli». Los productores encantados porque así tenían dos pelis en vez de una y nosotros también felices. Jaume quería hacer Mientras duermes, así que yo rodé [•REC] 3, más o menos a la vez, y después Jaume ya hizo [•REC] 4. La verdad es que fue muy guay. Ahora estamos hablando de la cinco, pero lo decimos como de coña siempre. Y siempre digo «yo la hago si la llamamos [•REC] 5, por el culo te la hinco.» (risas) Se lo está pensando Jaume. Si acepta, nos lanzamos (risas).
ZN: En la primera entrega creo que os tuvisteis que gastar en postproducción algo que no estaba presupuestado por “culpa” de Javier Botet. ¿Qué ocurrió?
PP: Bueno, pues que se intuía que no era una niña, por decirlo de una manera elegante (risas). Las bragas que llevaba eran muy holgadas y hubo un momento que había un pequeño desliz ahí y hubo que intervenir (risas).
ZN: Después de trabajar codo con codo tantas veces con Balagueró seguro que os habéis retroalimentado a nivel creativo, cinematográfico… pero ¿en ningún momento habéis tenido choque de egos?
PP: No, nunca, porque tenemos muy claro que [•REC] era un cacharro de los dos y teníamos una norma que era que no íbamos a discutir. Que si uno tiene una idea que al otro no le gustaba, pues buscamos otra. Una cosa que decía Jaume, que es muy amante de los titulares, «la película no es 50% de cada uno, es 100% de los dos» y eso es verdad que era así. No hay nada en la película que no nos entusiasme a los dos porque, de lo contrario, no estaría en la peli. No intentábamos convencernos, ni había ningún problema de ego. Si yo decía una cosa y a Jaume no le parecía bien, pues buscábamos una que nos gustara a los dos.
ZN: Tras realizar un falso trailer de Maldito Viernes, acabas guionizando un cómic de idéntico título con la idea de que se convirtiera en película. Algo, que no acabó ocurriendo. ¿Por qué?
PP: Aún no ha ocurrido, pero puede ocurrir. Bueno, ahí se mezclaron muchos temas, pero más que el proyecto en concreto de Maldito Viernes, el hacer una película de vampiros es una aspiración. Quiero hacer una peli de vampiros. No sé ni cuándo, ni cómo, ni cuál y Maldito Viernes, como los vampiros, no está muerto, puede volver a la vida en cualquier momento.
ZN: De hecho tenía pensado preguntarte si tenías que quitarte la espinita o la estaca, en este caso, con una peli de vampiros pero ya me has respondido.
PP: Es que hay que hacer una película de vampiros, joder. No me queda mucho tiempo de tener las ganas y me apetece un montón hacerla.
ZN: ¿Y te gustaría volver a guionizar un cómic o eso sí que pasando?
PP: No, no me veo capaz. Lo de Maldito Viernes ocurrió por el empeño de Joseph Díaz, que era el dibujante, que era un entusiasta del guion, de la peli… y él dibuja muy bien y tenía ganas de hacer un cómic y me lo propuso, pero fue una cosa súper puntual. Me parece que es una disciplina en sí misma, que no es mi terreno.
ZN: Ya que estamos hablando de cómics, si pudieses adaptar uno que todavía no haya tenido su versión cinematográfica. ¿Cuál sería?
PP: Black Hole (no deja terminar la pregunta). Adaptaría Black Hole (Agujero negro) pero, vamos, de cabeza. De hecho, lo he intentado pero los derechos no están fáciles. Lo que pasa es que después de It Follows ya se me hace más raro porque It Follows pienso que tiene muchas cosas en común con Black Hole.
ZN: De hecho, nosotros grabamos hace poco un podcast sobre Charles Burns y divagamos sobre una posible adaptación a cine de Black Hole. Pensamos en David Cronenberg y David Lynch, pero creo que también mencionamos a David Robert Mitchell.
PP: Tenía David Fincher los derechos. La esencia de It Follows es muy similar a la de Black Hole. Luego estuve coqueteando con la idea de hacer Lo que más me gustan son los monstruos.
ZN: ¿El de Emil Ferris?
PP: Sí, lo que pasa es que había problemas con los derechos también. Sí que han habido varios cómics que he leído y he pensado… mira ¿Cómo se llama este autor de comic francés? Tú seguro que sabes de quién hablo. El tío de la polémica de Angouleme, el de La blusa.
ZN: Bastien Vivès.
PP: ¡Ese! Tiene uno que se llama Una hermana y, a mí, me flipa ese cómic. Cuando lo leí dije «ahí hay una peli». Y luego, ¿la adaptación que hizo Jacques Audiard de (Adrian) Tomine, Paris, Distrito 13?
ZN: No la he visto
PP: Es espectacular, y yo que había leído mucho Tomine en la época de Sonámbulo, que era un cómic que me pilló a mí por generación y a todos nos marcó muchísimo y es la hostia.
ZN: Tomine y tú tenéis un sentido del humor similar.
PP: ¿Sí? (risas) Tomine siempre me ha gustado mucho. Estoy pensando más… porque sí que he leído varios cómics últimamente que he pensado «joder, anda que no molaría hacer una peli de esto». Y bueno, el sueño de mi vida sería hacer Hellblazer.
ZN: Pero Hellblazer de verdad.
PP: ¡Ojo! a mí no me disgusta la peli, eh? Pero es verdad que es otra cosa, o sea la adaptación que hicieron (Constantine, dirigida por Francis Lawrence en 2005) que de hecho se la ofrecieron a Jaume, el guion no era… A mí es una peli que me parece que está bien, pero es verdad que no hace justicia a Hellblazer, pero bueno es que es muy difícil cuando un cómic es tan icónico. Empecé a ver la adaptación de Sandman que han hecho en Netflix y, claro, yo Sandman era un cómic que seguía en cuanto salía, en real time y ¡hostias! es muy difícil no decepcionar. Aunque esté bien… es que aunque lo que hagas bien, es como que tenemos todos tan claro nuestro Sandman; o sabes quién es Morfeo, sabes que lo ves y dices «ese no es Morfeo» ¿Lo hace mal? No, no lo hace mal. ¿Está bien? Sí, sí está bien pero falla algo. Entonces yo creo que con Hellblazer pasó eso. Que todos los fans teníamos una idea de Constantine que no era el personaje de Keanu Reeves.
ZN: Hace unos cuantos años recibiste un encargo para escribir la serie Hamelin para FOX Studios. ¿Es un proyecto que se encuentra parado?
PP: No del todo.
ZN: ¿Y alguna otra propuesta que te hayan hecho que hayas dicho, «mira no» y que luego a lo mejor te hayas arrepentido?
PP: Sí, pero esas no las puedo contar porque queda muy feo, porque luego las ha hecho alguien (risas); pero mira, hay una cosa que no pude hacer que no sé si lo puedo contar. Supongo que sí porque ya ha pasado mucho tiempo. Yo quise hacer Underworld 4, pero o hacía Underworld 4 o hacía [•REC] 3. En Hollywood van con unas fechas muy concretas, y me acuerdo el momento de tener que decidir aunque tampoco sé fijo si me la hubieran dado. Pero vamos, se estaba hablando sobre ello. Yo me acuerdo, perfectamente, de estar andando por Madrid un día mirando los tejados y estar pensando «Dios mío es que no puedo, no puedo no hacer [•REC] 3, pero hostia cómo me gustaría hacer Underworld 4» y no pudo ser. Me quedé la espinita porque es un universo que a mí me me atrae y fíjate que no es que me gusten mucho las pelis de Underworld, pero las veo varias veces, sin que me gusten. Pero es que me gustan los vampiros con los hombres lobos. Hay una mitología como primera temática y después Kate Beckinsale con su traje de látex, que es como «bueno, pues ya está». Sí que me hubiera gustado hacerla, pero no fue una decepción porque, bueno, hice [•REC] 3 que es la peli favorita de las que he hecho.
Fue una pena que no se pudiera cuadrar. ¡Joder! porque son vampiros y hombres lobos. Es como hacer dos pelis en una.
ZN: Como mezclar Romasanta con Maldito Viernes.
PP: Sí (risas).
ZN: Verónica hablaba sobre lo complicado que es dejar de ser niña y La abuela sobre lo complicado que es envejecer. ¿Te planteaste la segunda como espejo de la primera?
PP: No, no había una reflexión sobre las edades de la mujer en mi cabeza.
ZN: Esto podría ser como una trilogía y te quedaría la crisis de la mediana edad como segunda parte. (risas)
PP: Esa es con la que más me identifico, quizás, ahora mismo (risas). Pero es interesante esto que comentas. Miedo a crecer, miedo a envejecer. Supongo que en el fondo, las dos son de alguna forma reflexiones sobre el paso del tiempo y de cómo te afectan en un momento u en otro. Desde luego, lo que sí sé, es que La abuela no la habría hecho hace diez años. Todas las películas, de alguna menera, obedecen a lo que en ese momento ocupa tu cabeza, o te inquieta, o te interesa… o temas que te parece necesario para ti abordar. Mira, yo hice el corto de Abuelitos que, en realidad, estaba hablando de la vejez y la muerte de mis abuelos y más de dos décadas después hago La abuela que en realidad está hablando de mis tíos y mis padres desde el envejecimiento y muerte de otra generación. Supongo que en el fondo sí que siempre acaban saliendo las cosas que en ese momento son para ti importantes. Ponte ahora a hacer una peli de adolescentes… me pilla súper lejos. El mundo del folleteo en un instituto… pues no sé que hacer. Vamos, es que me da igual.
ZN: Salvo en el caso que has comentado de Una hermana, de Vivès, porque es como muy atemporal.
PP: Es que es precioso. Es Call me by your name, pero mejor. Si no mejor, diferente, pero me gusta ese cómic muchísimo. Pero ¿Sabes que pasa? Que no tenemos tiempo de hacer muchas pelis. Yo he hecho nueve o diez y yo creo que haré otras nueve o diez si va bien la cosa, si me respeta la salud. Entonces, claro, cada una que no haga de terror, estoy dejando de hacer una peli de…
ZN: ¡De Vampiros! (risas)
PP: Exacto, de vampiros y eso sí que me pesa muchísimo en el ánimo cuando me ofrecen cosas. Bueno, esto me gusta mucho, pero es que en ese tiempo podría estar haciendo una peli de terror que es lo que, de verdad, quiero hacer.
ZN: Precisamente en Quien a hierro mata dejaste el terror para meterte de lleno en un thriller. ¿El cuerpo te pedía un cambio?
PP: No, el guion. Es que fue leer el guion y pensar «la quiero hacer». Me encantó lo bien escrita que estaba, me encantó el personaje y me gustaba el final muchísimo. De hecho cuando hablé con Emma Lustres, la productora, le pregunté «¿pero Antena 3 nos va a dejar ese final, la teta, la sangre, el bebé mamando?, digo porque si no, no la hacemos»; y me dijo «Sí, sí, sí. La peli acaba así» y dije «venga que la hacemos».
ZN: Es muy coreana la peli.
PP: Es muy coreana. Es que es que yo estaba en la etapa ahí de fascinación con Bong Joon-hoo y con Park Chan-wook y todo el rollo. Sí, sí es muy coreana, porque creo que los coreanos tienen algo de lo que a mí me estimula y que yo lo noto. En Verónica ya había un poco. Cuando rodaba Verónica, yo ya veía Old Boy todas las noches porque era el único Blu-ray que me había llevado al hotel y, entonces, tenía como un proyector y antes de dormir me ponía un trozo de la peli. O sea, que ya estaba un poco fascinado. Creo que los coreanos tienen algo que es el uso poético de la imagen más allá del narrativo, que es algo que yo he intentado de alguna manera traducir a nuestro entorno y hacer por ejemplo una cosa que empezó un poquito en Verónica, en Quien a hierro mata se exageró mucho y en La Abuela a tope y la siguiente que haga mucho más; que es que la cámara nunca se mueva siguiendo la acción, sino que se mueva solo siguiendo la emoción y eso es algo que hace mucho Bong (Parásitos) que es una de mis debilidades.
Y sí, me han influido mucho en la manera de abordar la narrativa. De lo atrevidos que son formalmente Hace poco vi la de Decision to leave, la última de Park y claro es que es alucinante lo libre que es. Lo poco esclavizado a patrones narrativos occidentales… Le pasa un poco como le pasaba a (Akira) Kurosawa: que es muy digerible por nosotros, porque su influencia es occidental pero su mirada no lo es. Entonces, por eso son los directores asiáticos que a nosotros nos convencen, porque de alguna forma tenemos una cultura común. A Bong Joon-ho le flipa al cine europeo y el cine americano y eso se nota mucho en su manera de contar pero no deja de ser coreano Sin embargo otros directores como el director de El Extraño…
ZN: Na Hong-jin, que es menos conocido que estos otros de los que estamos hablando.
PP: Claro, porque es más lejano a nosotros. Es más exótico. Maneja un código que es muy bizarro y muy freak para nosotros. Es como el teatro Kabuki o el teatro Noh, que te puede fascinar un poco pero no lo entiendes, no lo sigues, porque es otra manera de expresarse. Y entonces, estos directores coreanos como Kim Jee-woon (Encontré al diablo) sí tienen esa cultura de educación occidental audiovisual, pero consigue mantener parte de su raiz y eso a mí me ha inspirado mucho. Por eso, cuando hice Verónica miraba mucho a Cría cuervos y a (Víctor) Erice para intentar ser muy español en la manera de encuadrar. Vamos, de hecho yo siempre veía a Verónica como la secuela de Cría cuervos y se lo decía a Ana Torrent siempre. Le decía «es que eres tú. Es Ana, la niña, que ha crecido, se fue a Vallecas, pasó esto pero es Cría Cuervos«.
ZN: La edición de coleccionista en BR de Verónica que comercializó la FNAC contaba con un pequeño cómic sobre Hermana Muerte guionizado por El Torres ¿Qué nos puedes contar sobre, tu último trabajo, Hermana Muerte? ¿Tiene algo que ver con aquel relato?
PP: No, la historia no tiene que ver con la del cómic. Hermana muerte será una precuela. Es un personaje enigmático de Verónica que me gustaba mucho. Como era ciega me decía para mí «vamos a ver cómo se ha quedado ciega». Nos permitía construir una especie de «veroniverso» (risas) y contar esa historia que comparte y tiene puntos en común con Verónica que cuando la veais, descubriréis. Está ya terminada y pendiente de emplazar en algún momento.
ZN: Muchas gracias por todo, Paco.
PP: Nada, a ti.
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