Javier Vázquez Delgado recomienda: Entrevista a Paul Urkijo

Introducción

Hace exactamente un lustro, Paul Urkijo Alijo recibía el premio FANTROBIA como figura emergente dentro del género fantástico en la ceremonia inaugural del FANT XXIV. En aquella misma edición, el festival tuvo a bien proyectar Errementari en la capital bizkaina por vez primera con un público entregado que llenó hasta la bandera la sala con más aforo de los cines Golem Alhóndiga de Bilbao. Desde entonces, Urkijo ha conseguido alcanzar la cima del cine vasco gracias a Irati, que tiene el honor de haberse convertido en la película en euskera más taquillera de la historia. Este hecho no es baladí, puesto que el cine vasco ha demostrado en los últimos años estar en muy buena forma. Cintas como Handia o Akelarre cosecharon un buen número de cabezones en los Goya habiendo sido rodadas en euskera. Nos sobraban los motivos para entrevistar a Paul Urkijo, pero el éxito de Irati, con sus raíces comiqueras, nos obligaba a hacerlo.

Entrevista a Paul Urkijo

El acto de la narración requiere también de pasión y para que la historia funcione, tienes realmente que sentirla

ZONA NEGATIVA (ZN): ¿En qué momento Paul Urkijo supo que se quería dedicar al cine?

PAUL URKIJO (PU): Pues, bueno, en realidad no lo supe hasta que empecé a hacer cortos ya en la universidad. A mí, desde niño, siempre me ha gustado contar historias. Dibujaba y hacía mis cómics, escribía mis historias… pero, a mi alrededor, el mundo del cine era una cosa completamente ajena a mí. Es cierto que siempre había visto películas. Salíamos todos los viernes y alquilábamos películas. En mi adolescencia incluso había veces que íbamos al cine porque tenía uno debajo de casa. Siempre he sido amante y muy asiduo del cine, pero para mí era algo imposible pensar que yo me pudiera dedicar a algo así. Por ello me metí a estudiar Bellas Artes, en principio para hacer ilustración, cómic y demás. Allí descubrí asignaturas de audiovisuales y de cine, donde empecé a aprender a hacer guiones, a entender el lenguaje del formato cinematográfico y, poco a poco, comencé a hacer cortometrajes. Me di cuenta de que era el medio que más me gustaba para contar historias. Así que, poco a poco, fui haciendo películas más ambiciosas, viendo que, realmente, incluso podría llegar a hacer películas de genero fantástico que era lo que me gustaba, y que en un principio no me imaginaba que yo pudiera hacer, porque es el tipo de cine que se hace fuera, y poco a poco, pues, hasta que lo conseguí. Ya en la universidad decidí que me quería dedicar a ello y peleé por ello año tras año haciendo cortos hasta mi primer largometraje.

(ZN): Tu obra es tremendamente atmosférica, lo que facilita la inmersión en sus visionados ¿Quiénes fueron tus referentes en este aspecto?

PU: Bueno, yo creo que a un nivel cinematográfico tampoco te podría decir… pero porque tampoco es una película (Irati) a nivel de golpe visual, tampoco es una película de género fantástico como otras… Es verdad que puedes encontrar películas parecidas en ese sentido como Excalibur de John Boorman, por ejemplo. Casi me fijé mas en las pinturas románicas, en algunos casos incluso en las Pinturas Negras de Goya también, pero la verdad es que me he dejado un poco guiar más por lo que son los relatos mitológicos que hemos recibido de la mitología vasca y luego cuando ya íbamos a los entornos naturales, que la apuesta fue hacerlo en los entornos naturales más bellos posibles para que tuviese ese golpe épico y visual, y dejar que la propia naturaleza nos diera el tono atmosférico, pero, bueno, siempre fue esa la apuesta: que la naturaleza arroparse la película.

ZN: ¿Qué tiene el género fantástico para que te encuentres tan a gusto en él?

PU: Primero porque me encanta. Es el género que más me gusta, es el género que más consumo y, sobre todo, es con el que más disfruto trabajando o haciendo. Con el proceso creativo de lo fantástico disfruto mucho, me lo paso muy bien diseñando las situaciones y diseñando las criaturas porque, también, yo soy ilustrador. Entonces, bueno, pues todo lo que es el proceso de diseño, paralelamente a la escritura de guion, lo disfruto mucho. En principio quiero seguir dedicándome a ese género y es con el que más disfruto, la verdad.

ZN: ¿Te ves haciendo alguna película que no sea de género?

PU: Pues así de primeras no, pero también disfruto mucho haciendo secuencias de acción, la verdad, y luego también me gusta mucho el humor, sobre todo el humor negro. Pero si en esas escenas de accion, o de peliculas de humor, hay monstruos, pues siempre es mejor (risas).

ZN: Grabaste Errementari en euskera antiguo y comentaste que así la leyenda era más auténtica y remota. Tú eres euskaldun, pero, ¿hasta qué punto resultó complejo escribir los diálogos de aquella forma?

PU: Al final fue una cuestión de proceso creativo. La leyenda de Patxi Errementaria es un cuento muy sencillito. Lo que hicimos fue desarrollarlo, ampliarlo, añadir personajes, ubicarlo en una época histórica porque el cuento, en principio, es una época rural estándar y yo decidí ubicarlo en el siglo XIX. Aprovechando que iba a rodarlo en un pueblo ambientado en Álava que es de ese siglo XIX, pues decidimos recuperar un poco la zonalidad de ese euskera. Yo creo que ese tipo de euskera le da un mayor realismo y credibilidad a la película y una textura que hace que sea todo más auténtico. Hicimos un trabajo hablando con lingüistas y demás. La verdad es que yo pienso que a la película le quedó muy bien.

ZN: Muchas veces te han preguntado por qué has apostado por el euskera para rodar las películas, pero ¿alguna voz dentro de la industria te ha recomendado que no lo hicieses?

PU: Muchas veces. Al final, los productores siempre dicen de hacerlo en castellano o en inglés porque piensan que es más rentable o porque la gente va a consumirla más. Pero, creo, que de cara a que la obra sea más auténtica, funcione realmente mejor la narración y sea mucho más absorbente y que el espectador pueda sumergirse en esa atmósfera… creo que el lenguaje siempre ayuda. Entonces, bueno, sí que ha pasado pero siempre he sido cabezón en ese sentido y, por ahora, he podido hacerlo como he querido.

ZN: ¿Concebiste tanto Errementari como Irati con la idea de dar a conocer la mitología vasca más allá de Euskal Herria?

PU: Bueno, es un añadido. Yo, en principio, lo hago porque es algo que me apasiona y sí que es verdad que es algo que quiero compartir, pero partiendo de que yo como espectador también lo quiero ver. Porque yo dirijo como si fuera espectador. Yo soy público, yo voy al cine y hago lo que me gustaría que me hicieran para ver. Y, da la casualidad, de que las leyendas que he recibido yo a través de la transmisión oral, la verdad es que disfruto mucho compartiéndolas y dándolas a conocer tanto aquí como fuera. Respondiendo a tu pregunta, la verdad es que no fue nunca mi primera necesidad, pero lo cierto es que es una gozada ver que la gente disfruta tanto con eso que yo disfruto. Esas leyendas si no se transmiten, terminan desapareciendo, como la propia lengua.

ZN: Tu carrera, como quien dice, acaba de comenzar. ¿Qué no estarías dispuesto hacer bajo ningún concepto?

PU: No estaría dispuesto a hacer una historia que realmente no me llenase, que no pudiera transmitir a través de la película lo que yo sintiera. Creo que el acto de la narración requiere también de pasión y para que la historia funcione tienes realmente que sentirla; entonces si me dieras por encargo algo que no vaya para nada conmigo y que no me toca en algún lado, pues no lo haría, porque probablemente lo haría mal.

ZN: Tanto en Errementari como en Irati has rodado con Eneko Sagardoy ¿le consideras tu actor fetiche? ¿Hasta dónde crees que puede llegar?

PU: Hemos hecho dos películas. Tampoco podría decir que es mi actor fetiche, pero sí que es un actor con el que disfruto muchísimo rodando, porque es un actorazo. Espero seguir trabajando con él porque como actor me da todas las garantías del mundo. Tiene una capacidad de transformación impresionante y aparte somos muy amigos. Entonces, pues, estoy muy, muy, cómodo con él. Si la tercera la hacemos juntos ya te diré si sería fetiche o no (risas).

ZN: Edurne Azkarate llamó la atención de propios y extraños con su interpretación en Irati. Teniendo en cuenta la importancia de su personaje, ¿no estuviste tentado de buscar una actriz con más experiencia?

PU: No, la verdad. Hicimos un casting y fue, de verdad, fulminante la decisión. Vino con una verdad y una capacidad de expresión que era lo que necesitábamos de Irati. Esa animalidad, esa transmisión de emoción, de tristeza, de soledad, de furia que necesitaba, también, ese personaje… y la verdad es que en cuanto hizo la prueba, además con un euskera impresionante, parecía que había hecho ya diez películas. Entonces, pues para qué voy a buscar curriculum en un papel.

ZN: Hablando de actrices, has trabajado con toda una gimnasta olímpica como Almudena Cid en un par de ocasiones ¿Cómo os conocisteis?

PU: La conocí porque es amiga de un amigo. Almudena es de Gasteiz, como yo, y acabamos haciéndonos amigos. Ella ha ido creciendo en su carrera como actriz y yo he intentado contar con ella cuando le he podido dar un papel. La verdad es que es una actriz impresionante. Sobre todo, lo ha demostrado en teatro pero, al final, tiene todavía mucho que dar y la gente va conociendo poco a poco su faceta como actriz más que como gimnasta.

ZN: En Irati te has rodeado de profesionales top como Maite Arroitajauregi y Aranzazu Calleja en la banda sonora o Nerea Torrijos en el diseño de vestuario. ¿Fue sencillo reunir a todo el equipo?

PU: La verdad es que la mayoría del equipo es el mismo con el que trabajé en Errementari. Entonces ya es equipo conocido. Con alguno no he podido contar por cuestión de producción, pero en general es parte del equipo con el que siempre cuento. Si yo les llamo, normalmente, acuden a la aventura (risas). Cada vez he podido contar con gente como Maite y Aran y, bueno, al final es transmitir la historia para convencer al público.

ZN: No cabe duda de que Irati era un proyecto ambicioso en lo personal pero ¿Pensabas que iba a conseguir la taquilla que ha acabado consiguiendo? ¿Qué es lo que más te ha sorprendido?

PU: Bueno, como director nunca sabes si una película va a funcionar o no, pero para ti sí tiene que funcionar, porque al final es una cosa que te apasiona. Luego yo, como espectador, puedo creer que va a gustar porque a mí me gusta, pero, realmente, no sabes cómo va a ir la cosa. También hay muchos factores como que haya otras grandes películas que puedan arrastrar al público hacia otro lado, o que de repente haya, yo qué se, unos eventos exteriores que puedan hacer que la gente no vaya al cine. Eso nunca se sabe. En este caso la verdad es que hemos tenido la sorpresa, la suerte y la alegría de que la gente ha ido al cine. Yo, como director, intento hacer/contar películas como emisor, como narrador para un público, para un receptor, y no hay alegría mayor que funcione así. Que la gente gracias al boca oreja se acerque al cine. Pero, bueno, siempre apuestas por algo que esperas que vaya a funcionar.

ZN: Más allá de la taquilla, ¿de qué dirías que estás más orgulloso de Irati?

PU: Buah, no sé. Para mí, la verdad, es que el poder llevar los cuentos que me contaban desde niño, que cuando iba al monte con mis padres me decían que en las cuevas vivía Mari, en los bosques vivía el Basajaun y en los ríos las lamiak… poder mantener la transmisión de esos nombres… En la mitología Vasca hay una frase que dice: “Izena duen guztia, ba da” («Todo lo que tiene nombre, existe), y poder mantener esa cadena de esos nombres nombrados que han llegado hasta la actualidad, pudiendo transformarlo en película para que mucha más gente pueda conocer esos nombres y que los sigan nombrando para que puedan seguir existiendo tanto esas deidades como las leyendas en sí. A mí eso me parece lo más grande, de lo que me siento más orgulloso y para mí es un honor.

ZN: ¿Te sorprendió que Irati no tuviera una mayor presencia en la última edición de los Goya?

PU: Pues la verdad es que me sorprendió que tuviéramos cinco nominaciones, porque la película no se había visto mucho. También es una película de genero fantástico que no se suelen estilar mucho en los premios y, bueno, la verdad es que estuvimos muy contentos por las nominaciones. Quizás sí que eché en falta nominaciones en categorías como mejor fotografía, mejor sonido o mejor dirección de producción porque técnicamente tiene un trabajo impresionante. Es una gran película con batallas, una película con una complejidad de producción muy grande… pero luego, bueno, las nominaciones que tuvimos fueron una alegría que nos sirvió para poder defender el puesto en los premios y que tuviera visibilidad. Entonces bueno, nos lo tomamos como algo positivo, la verdad. Como partíamos de que no tendríamos ninguna, tener cinco nominaciones fue una gran alegría.

ZN: Irati está inspirado en el cómic de El ciclo de Irati, de Juan Luis Landa y Jon Muñoz Otaegui (a finales de abril fue reeditado por Erein Argitaletxea con el nombre de Irati aprovechando el tirón de la película) ¿Cómo llegaste a su lectura y qué te pareció?

PU: Es un cómic que yo compré cuando era adolescente y me gustó mucho. Cuenta una historia ambientada en la Edad Media con presencia de las criaturas mitológicas y demás. Yo, con el tiempo, tenía en la cabeza hacer una película sobre la mitología vasca, la Edad Media… y me di cuenta que los personajes que aparecían en el comic, Eneko e Irati, me podían servir realmente como vehículo, como excusa para contar la historia que yo quería contar. Entonces contacté con los autores, les expliqué que el cómic tenía un tono juvenil, más fantasioso y yo lo que les planteé es que quería utilizar a los personajes pero cambiar completamente la historia. Quería ubicar una época más histórica real y centralizar lo que es toda la mitología basada en la diosa Mari, que antropológicamente tiene un valor impresionante dentro del panteón de la mitología vasca, haciendo mi propia reflexión y transformando la historia a mi manera. Una historia más aterrizada, más realista, más amplia, más épica, también se podría decir. Digamos que tanto el cómic como la película beben de una fuente original que es el amor hacia la historia y la mitología vasca.

ZN: ¿Hay algún otro cómic que te gustaría adaptar en el futuro?

PU: Bueno, hombre, siempre se puede soñar. Me encantaría poder llevar a cabo… yo que sé… Si me dieran a elegir, por ejemplo, adaptaría La casta de Los Metabarones de Jodorowsky y Juan Gimenez, pero eso sí que sería una grandísima producción.

ZN: ¿Qué nos puedes contar de tus próximos proyectos?

PU: Pues no os puedo contar mucho. Sí que estoy trabajando en ello y lo único que os puedo decir es que, voy por la misma línea. Tengo créditos basados en folklore y mitología vasca y en la historia de por aquí. En principio sigo un poco en la misma línea, que es lo que me gusta.

ZN: Y para terminar, ahora Irati puede verse en Amazon Prime Video ¿Qué les dices a todos esos potenciales espectadores que aún no han visto la película para que lo hagan?

PU: Bueno, lo primero, que la película todavía sigue en cines (cuando grabamos la entrevista todavía se exhibía en varias salas) y que la película está hecha para verse en grande. Al final, lo hemos hecho lo más épico posible y es una experiencia para verse en pantalla grande. Evidentemente, al final, las películas, hoy en día, acaban en las plataformas que también es algo muy positivo y es una alegría, porque podemos disfrutarlas en nuestra casa, en la comodidad de nuestro hogar. Entonces, nada, yo invitaría a la gente que no pueda acercarse al cine o que no haya podido verla en el cine, que la disfrute en su casa. Van a poder disfrutar de una película épica y una carta de amor a la mitología vasca y a la espada y brujería.

ZN: Pues eso es todo, Paul. ¡Eskerrik asko!

PU: Nada, a ti. Mila Esker, zuri.



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